A finales de la semana pasada Javier Lacort (ES), periodista en Weblogs S.L., me llamaba para hacerme unas preguntas con la idea de montar un artículo para Xataka que se hacía eco del proyecto de Fran Villalba, un valenciano que está preparando una alternativa de nube privada descentralizada llamada Internxt (ES).
Los obstáculos
Por supuesto, hablamos de una idea aún en fase embrionaria, por lo que es difícil para cualquier analista dar un veredicto claro. Y bajo este prisma, mi tesis partía del hecho de intentar generalizar algunos de los problemas que bajo mi humilde opinión se va a encontrar Fran o cualquier otro a la hora de sacar adelante un proyecto basado en la descentralización, que Lacort resumió en varios párrafos:
El mayor obstáculo en un sistema así está en lograr que no se puedan desanonimizar las conexiones. Las redes descentralizadas son más robustas en cuanto mayor es el volumen de gente que las use, de nodos. Si hay pocos nodos, puede haber una agencia o alguien que tenga los suficientes recursos para conseguir que lo que es descentralizado pase a centralizado. Lo hemos visto con casos como los de la NSA con Tor, en la práctica hay maneras de atacar la privacidad.
Desde el punto de vista de la seguridad, depende de cómo se implemente Blockchain. Hace poco hubo una ICO de Ethereum y muchos medios se hicieron eco de que fue un fracaso porque hubo gente que consiguió trasladar fondos de esa ICO a otra cartera (me refería a este caso (ES)). El problema no fue la tecnología, sino cómo estaba implementada. Blockchain era usado para fabricar las criptomonedas pero no para guardarlas, ahí fue donde atacaron. Con esto igual, dependerá de su implementación, de lo buena que sea.
Desde el punto de vista de negocio… yo abogo mucho por implementar esto, entornos descentralizados. Pero siempre que se ha intentado montar algo así para gente normal, y no solo para nerds, ha salido mal. Mira Diaspora por ejemplo hace unos años. Todo lo que se ha intentado hacer a este nivel o no ha encontrado la forma de hacer negocio o no ha tenido apoyos. Ojalá funcione ahora y podamos caminar hacia un entorno descentralizado.
Respecto a la privacidad, lo que decía, depende del volumen. No hay un número «ideal» de nodos para ser menos vulnerable, eso dependerá del nivel de recursos que tengan «los malos». Mira Tor: lo usa muchísima gente y pese a ello se calcula que la NSA controla de alguna forma, directa o indirecta, sobre un 30% de los usuarios de los nodos (lo mismo fue un error que cometí vía teléfono, que me pilló de viaje y pasando varios puentes donde quedaba sin cobertura). Si tienes el primer o el último nodo de la comunicación es relativamente más sencillo desanonimizar la conexión. Con Blockchain pasa algo parecido. De todas formas esto lo puede hacer una agencia gubernamental grande o una industria del cibercrimen, no cuatro chavales.
Al final casi parece que le estaba intentando quitar las ganas a Fran, pero vaya, que es justo lo contrario.
Llevo años defendiendo el surgimiento de proyectos que aboguen por un Internet Descentralizado, y de hecho, en su día estuve barajando, como entiendo ahora lo está haciendo el chaval, sacar adelante una plataforma de identidad digital descentralizada.
Lo comenté públicamente por aquí, y lo presenté a varias grandes compañías, que acabaron una a una echándomelo para atrás… porque no veían el negocio.
Y lamentablemente parte de razón tenían. Persona de Mozilla era una idea bastante parecida (dependía del navegador, y en mi caso no era así), que contaba con el apoyo de una gran multinacional, y acabó en saco roto en un entorno dominado por la gestión de identidad de Facebook, Google y Twitter. Una gestión puramente centralizada, pero que para el grueso de la sociedad es más que suficiente, y muy cómoda de utilizar.
En cambio, veo luz al final del camino con la directiva europea que precisamente está forzando a telcos y OTTs como Telefónica a sacar adelante proyectos como la Cuarta Plataforma. Una idea semejante en todo caso a lo que en su día un servidor planteaba, pero centralizada, y por ende, bajo el control de la compañía.
Al final tengo la impresión de que el tema de la descentralización nos importa a unos pocos frikis. Que el grueso de la sociedad o bien no conoce su ideosincrasia, o sinceramente les importa una mierda.
Y para prueba cómo en estas dos últimas décadas hemos ido paulatinamente perdiendo libertades en Internet a cambio de comodidades. De que la Red sea un páramo cada vez más controlado, tanto para bien (negocio, seguridad) como para mal (privacidad, control masivo).
Lo que no quita que anime al bueno de Fran y a cualquier otro con ganas para meterse en tamaña empresa. Ojalá que los tiempos cambien y en efecto proyectos de este tipo funcionen. Yo lo intenté hace cinco años, y quizás no era el momento adecuado. Hemos vivido, no obstante, tiempos en los que bajo todo pronóstico una red descentralizada se hace mainstream, como fue el caso de la época de Popcorn Time y los torrents, una respuesta lógica al absurdo debate sobre la piratería, y quién sabe si, sea por servicios en la nube, sea por redes sociales, por la burbuja de las criptomonedas, o sea por simples limitaciones de la infraestructura de comunicación de cada país, haya una nueva época dorada para la descentralización.
Siempre y cuando mantengamos los pies en la tierra y no caigamos en el totalitarismo extremo, ¡bienvenida sea, oiga!