Llevo años utilizando VPNs.
Son, de hecho, de las típicas herramientas que siempre llevo instaladas en mis dispositivos. Antes sobre todo para conectarme desde redes inseguras, pero ahora, ya con gigas ilimitados en mi contrato con la operadora, simplemente como medida de protección extra.
También es cierto que de un tiempo a esta parte las VPNs han mejorado bastante. El mayor handicap que tenían casi todas, que era que reducían significativamente la velocidad de subida y bajada, cada vez es menos palpable, sobre todo en las comerciales. Y puesto que únicamente recomendaría utilizar VPNs comerciales (ya sabes, si el negocio no está en tu cartera, el negocio está en tus datos), poco más hay que añadir.
Ahora bien, me sigo encontrando a mucha gente que cuando le explico que me conecto mediante una VPN fruncen el ceño. O es que estoy haciendo algo ilegal, o no tienen ni idea de lo que hablo.
Así que he preparado esta pieza para explicar 6 de las principales razones para utilizar una VPN como la de Surfshark (ES), que por cierto es una de las que recomendé en su momento en mi comparativa de VPNs, en tu día a día.
¡Vamos a ello!
Índice de contenido
VPN para proteger tus datos personales
La primera parada era obvia, ¿verdad?
Como ya expliqué en su día, una VPN no es más que una herramienta que se encarga de hacer de puente entre nuestras peticiones y los servicios a los que llamamos. A ojos de dichos servicios, quien está picando a la puerta es el servidor VPN, y no nosotros.
Además, ya hace unos años que poco a poco la mayor parte del tráfico que realizamos a diario se hace mediante conexiones cifradas. Pero con una VPN nos aseguramos de que sea el 100%, al depender únicamente del cifrado de esta herramienta (algo que nosotros controlamos) y no de la buena implementación de los desarrolladores de cada servicio (algo fuera de nuestro control).
Por seguridad
Es otro punto en el que una VPN, aunque sea indirectamente, impacta.
Al no compartir datos privados, hay menos riesgo de ser víctimas de campañas de phishing (tienen menos información nuestra, ergo las campañas serán menos enfocadas a nuestro perfil de usuario).
Y a esto júntale el que al forzar conexiones seguras, puede que nos demos cuenta (el navegador nos avise) de que la web a la que estamos llamando es falsa.
Por supuesto una VPN no es la panacea para luchar contra el malware. Para eso, de hecho, están los antivirus. Pero añade una capa extra de seguridad, complicándoles algo más la vida a los cibercriminales.
VPN para evitar usurpaciones de identidad
Va de la mano de lo anteriormente comentado.
Con una VPN estamos forzando a que todas las conexiones se hagan sí o sí mediante protocolos seguros. Protocolos que evitan compartir información propia que puede ser identificativa, y que unida al resto del rastro digital que dejamos, puede servir a la industria del cibercrimen para realizar ataques dirigidos y/o usurparnos la identidad en redes sociales u otros canales de comunicación, como puede ser el email.
Manipulación publicitaria
Y quien dice el cibercrimen, dice también la industria del marketing :D.
Al exponer información que no es identificativa de nuestro usuario, sino del servidor VPN, los anunciantes no pueden generar un profiling tan exacto, por lo que la publicidad que nos muestran cuando navegamos por la red no estará tan contextualizada.
Lo que significa, de nuevo indirectamente, que estamos ligeramente más protegidos frente a eventuales manipulaciones de dicha información, como ha ocurrido y ocurre con el uso de las plataformas publicitarias para fines políticos e ideológicos.
Rastreo de los ISP
Además, hay un punto extra que muchas veces obviamos de los beneficios de utilizar una VPN, y es que el ISP, el proveedor de red que nos suministra el servicio, no tiene acceso de esta manera al historial de búsqueda que realizamos.
Que puede parecer una tontería, pero son precisamente los ISPs los primeros en implementar medidas de censura digital basándose precisamente en el tráfico que generan sus usuarios. Si ese tráfico va cifrado sí o sí, y las peticiones que recibe y envían van hacia el servidor VPN, van a tener más complicado saber por dónde navegas…
Discriminación de precios
Este tema podría parecer baladí, pero lo cierto es que tiene mucho más impacto del que presuponemos.
Básicamente cada vez que buscas un vuelo o un producto en grandes plataformas de ofertas e incluso de retail, el precio viene dado por diferentes factores, siendo uno de ellos el lugar de procedencia y dispositivo desde el que se realiza la búsqueda.
Es más, está más que demostrado que por ejemplo comprar un billete desde un iPhone tiende a salir de media más caro que hacerlo desde un Android. Simplemente porque se presupone que el nivel adquisitivo del usuario de iPhone se presupone más alto (aunque lo mismo el Android es un Samsung de gama alta).
Además, estas plataformas suelen tener en cuenta si has visitado anteriormente la página, y si has buscado ya ese producto, normalmente para de nuevo volver a subirte el precio (¡fíjate que ya solo quedan X plazas y el precio es mayor que la última vez que lo miraste!).
Así que con una VPN barres de golpe estas dos casuísticas, ya que cada conexión por regla general se hará con un identificador distinto, y además no estará asociado a un dispositivo en particular, sino en todo caso a la emulación que tenga el servidor (normalmente un windows o linux genérico).
Sobre este tema, de hecho, tengo preparado un artículo en profundidad que espero publicar en algún momento (lleva literalmente meses en borradores esperando el momento adecuado).
Así que por aquí te dejo 6 razones sencillas de entender, y sin entrar en muchos más detalles, por las que recomiendo utilizar una VPN en tu día a día. Si te interesa, ya sabes:
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¿Quieres conocer cuáles son mis dispositivos de trabajo y juego preferidos?
Revisa mi setup de trabajo, viaje y juego (ES).
Y si te gustaría ver más de estos análisis por aquí. Si el contenido que realizo te sirve en tu día a día, piénsate si merece la pena invitarme a lo que vale un café, aunque sea digitalmente.