¿La pregunta del millón, verdad? Cuántas veces habré oído esto… Tantas que creo que va siendo hora que escriba un artículo en el blog, con vistas a compartirlo con todos los clientes que a partir de ahora me la hagan (porque seguirán haciéndomela, una y otra y otra vez…).


tiendas online

La respuesta universal es DEPENDE. Y es que depende de un solo factor, como veremos al final del artículo.

Las tecnologías que elijamos para lanzar nuestro proyecto (sea una página web, sea un blog, sea una red social, sea una tienda virtual, o sea lo que sea) son críticas para entender la evolución que va a sufrir el proyecto en los próximos años.

Y para colmo, es una decisión que debe tomarse al principio, ya que como veremos, conforme más escale nuestro negocio, en peor situación estaremos para remediarlo.

¿Qué ventajas e inconvenientes tiene el optar por un servicio de terceros?

Plataformas como Blogger (ES), WordPress.com (ES) en el caso de blogs, o Palbin (ES), Shopify (ES) o Xopie (ES) en el caso de tiendas virtuales, son plataformas que te permiten sin tener noción alguna de diseño y desarrollo montar un negocio en internet.

Simplemente te creas una cuenta, eliges un plan (los hay incluso gratuitos), y ellos hacen el resto, dedicándote únicamente a lo que de verdad importa.

La principal ventaja de estos servicios es la facilidad y rapidez con la que puedes ejecutar una idea. Según las necesidades del proyecto, en una tarde puedes pasar de no tener presencia digital a tener una aceptable.


Añadiría además otra ventaja, y es que por lo general, estas webs están relativamente bien posicionadas en los buscadores, o incluso cuentan con sistemas de búsqueda integrados en su plataforma, por lo que puedes olvidarte (al menos al principio) del SEO, ya que viene de serie.

Además, el mantenimiento y la seguridad corre de parte de la empresa, y eso es un añadido cuando en el caso de Blogger detrás tenemos a Google.

Estas tres ventajas a nivel de general. Si hablamos particularmente de blogs, tanto Blogger como WordPress.com ofrecen una plataforma muy sólida y estable, y sobre todo, muy inmediata de utilizar. Al poder olvidarte tanto del mantenimiento, como de la seguridad y del posicionamiento de los artículos, puedes dedicarte única y exclusivamente a escribir, lo cual debería repercutir en un aumento de la calidad de los artículos (al menos tienes más tiempo).

Si hablamos de comercio electrónico, la mayoría de estos servicios tienen implantadas medidas de seguridad adecuadas (HTTPs solo para las zonas de la web que de verdad lo necesitan, posibilidad de contratar servicios de garantía ante el usuario,…), y gestionan ellos mismos las transacciones, quizás el punto más crítico de una tienda virtual.

Suelen además dar soporte y ayudarte a migrar a su plataforma (normalmente a cambio de un precio), además de acompañarte y asesorarte sobre cómo diseñar la web gráficamente para maximizar los beneficios.

Ahora bien, lleva seis meses con su página online, y empieza a tener relativo éxito. Cree que es la hora de dar un paso al siguiente nivel, y aquí empiezan los problemas.

  • Los servicios no son escalables: No hay ninguno que lo sea. Como mucho tendrá varios planes de precio para usuarios más exigentes, pero nunca podrá llegar a tener la web como querría, sino como la plataforma le deja tenerla.
  • Imposible competir con el resto de la competencia: El posicionamiento inicial es de agradecer, pero conforme avance su negocio, será un problema. No puede sobresalir del resto de clientes de la plataforma, y verá como aquellas webs fuera de ella son capaces de posicionarse mejor que usted.
  • Prisionero de la plataforma: Y esto puede ser directa o indirectamente. En algunos casos, la empresa detrás se niega a dar acceso a la base de datos. Hay que entender que cuando montamos una web en un servicio de terceros, el negocio NO es nuestro, sino de la empresa que suministra el servicio, y afortunadamente cada vez se ve menos, pero no es raro que cuando quieras cambiar de proveedor encuentres problemas. Y aunque puedas hacerlo, la migración a una plataforma alojada en su propio servidor repercutirá en una bajada considerable de posiconamiento, puesto que los enlaces y directorios habrán cambiado (lo hagas de forma correcta, contratando a un experto, o a lo burro, siempre hay pérdida).
  • Dependiente de la empresa suministradora del servicio: Viene asociado al último punto. Si esa empresa deja de implementar medidas para actualizarse a los requisitos cambiantes de Internet, usted no puede hacer nada. Si esa empresa cierra, usted tampoco podrá hacer nada.

¿Qué ventajas e inconvenientes tiene el optar por un servicio alojado en su propio servidor?

Justo las contrarias, es decir:

  • Sale en un principio más caro: Mi experiencia me dice que a la larga (y obviando que tarde o temprano es la única alternativa viable para escalar) el ROI se estabiliza, y pasa a ser más rentable, pero en un principio requiere de un desembolso económico y/o de recursos/tiempo mayor. Algunos de los servicios de terceros son gratuitos, y en una tarde los tienes lanzados. Lanzar un proyecto web (aceptable) sale de media por unos 1000 euros, y a eso habrá que unirle gastos extra periódicos, como el precio del hosting (EN), las garantías de seguridad o los dominios.
  • Requiere mantenimiento: Igual que en el servicio de terceros el mantenimiento corría a cargo de la empresa, en este depende de nosotros. Y aunque la mayoría de plataformas autoalojadas tienen un mantenimiento muy sencillo de realizar, hay que hacerlo, por lo que a fin de cuentas acaba siendo un gasto económico o de tiempo a considerar. De todas ellas, WordPress es a mi forma de ver la que mejor sabe conciliar experiencia de usuario y mantenimiento. Si quien ha diseñado la web lo ha hecho tomando las precauciones oportunas (separación lógica de cambios/estructura), el propio usuario puede actualizar sin problemas la plataforma.
  • El posicionamiento, desarrollo y diseño depende de nosotros: Para lo bueno y para lo malo. Tardaremos más en poner a punto el negocio, pero este será escalable en el tiempo, cosa que no podemos decir de uno en una plataforma de terceros.

¿Por cuál decidirse?

Al final, cuando haya que decidir si afrontar el desarrollo propio u optar por uno de terceros, deberíamos balancear las expectativas.

Si nuestro objetivo es que ese blog, esa web, esa tienda de comercio electrónico, esa red social, o en definitiva, ese proyecto digital, tenga futuro, la respuesta es sencilla: hay que optar por un desarrollo propio. 

Si usted controla de estos temas, hágalo. Si tiene tiempo suficiente, anímese. Es relativamente asequible para un usuario con interés, y por internet hay mil y un tutoriales sobre cómo montar webs en WordPress.

En caso contrario, contrate a un experto y fijen juntos desde un principio cómo quiere que sea su negocio.

Si el objetivo es únicamente probar una idea que tiene en mente, puede optar por un servicio de terceros. Lo prueba unos meses, y si parece que le podría funcionar, de el paso lo antes posible a un desarrollo propio. Mientras más tarde en hacerlo, más problemas van a surgir, se lo aseguro.

En caso de que no satisfaga sus necesidades, puede abandonarlo y montar una nueva idea, sin haber perdido mucho tiempo o recursos en la anterior.


Porque al final todo tiene que ver con las expectativas y el compromiso que quiera adquirir con su idea.