Microsoft Android ios


No sé si se habrá dado cuenta de que la filosofía One Microsoft está cambiando para siempre la concepción, tanto interna como externa, que tenía la compañía.

De esa lucha acérrima por defender su ecosistema de la competencia, y por volverse una empresa multinivel, pasamos a un escenario de apertura que en esencia (y sin datos económicos en mano) creo que es todo un acierto.

Así, una empresa que nació con el firme objetivo de ofrecer el software para democratizar la electrónica de todo el mundo, vuelve a esos inicios, actualizándose a los tiempos que corren (menos licencias restrictivas y más apertura de servicios, con quizás suscripciones para usuarios intensivos de ese ecosistema).

Porque precisamente se trata de esto, de generar un ecosistema que de por sí sustente las pérdidas ocasionadas por la bajada drástica del acceso a sus servicios (anteriormente de pago, hoy en día freemium). Un volumen y una cuota de mercado más amplia (indirecta) a cambio de menos negocio directo.

Y esto me lleva a pensar que quizás en un tiempo podamos entender Microsoft como una plataforma alternativa en Android e incluso (aunque a años luz, claro está), en iOS.

Porque la semilla está plantada.

Un Android sin el yugo de Google

No es la primera vez que hablamos de este tema. Android ha llegado donde ha llegado gracias a la dependencia y control que ejerce Google en el proyecto, para bien y para mal.


De esos inicios de filosofía abierta, pasamos a un AOSP cada vez más descafeinado (abandono ya no solo de desarrollos nativos, sino incluso de aplicaciones básicas para un entorno móvil como la de alarma o el reproductor de música en favor de sus respectivas versiones controladas por Google), y a un entorno en el que prácticamente sin los Google Play Services no se puede vivir.

¿Qué alternativas tenemos? Y descontando mercados específicos (e incompatibles con las necesidades del resto) como es el mercado chino, con sus propias plataformas, prácticamente hasta ahora había dos:

  1. Fire OS: El acercamiento al control de software ejercido por Amazon, y que aunque tenga propuestas realmente interesantes (el market de aplicaciones sigue siendo una de las aplicaciones que recomiendo instalar), en líneas generales es un despropósito. O al menos lo es para el usuario medio, ese que si eso compra alguna cosa de vez en cuando en Amazon, como podría pasarse por La Casa del Libro, El Corte Inglés o la tienda que más le guste. Fire OS es un sistema operativo basado en AOSP, libre de las GPS, pero cuyo único objetivo es fomentar el negocio de la compañía que tiene tras de sí (la compra de productos y servicios en Amazon). Un Caballo de Troya (una mera pasarela) que no duda en meter publicidad invasiva nativamente en sus herramientas, puesto que el negocio de Amazon no es el software, sino la venta. Que sí, que cuenta con su propio ecosistema de APIs, pero no deja de arrojar los mismos problemas que vivir dentro del ecosistema de Google, ofreciendo de paso otros (como su poco porcentaje de mercado).
  2. Cyanogen: La eterna alternativa, y la propuesta que hasta ahora estaba más alta en la pirámide. A años luz de Google, claro está, pero al menos cuenta con un ecosistema compatible con las GPS (lo que minimiza la hostia inicial) y sobre todo, más cercana a la filosofía abierta de AOSP. ¿El principal problema? ¿Apostarías por una compañía relativamente pequeña (con una comunidad muy grande, eso sí) a la hora de sacar un dispositivo (ergo, una inversión multimillonaría en investigación, desarrollo, producción, distribución y logística) estando ahí un gigante como Google? ¿Aunque este te obligue a meter cada vez más software propio, y limite tu capacidad de personalizar la experiencia de marca?

Ya sabemos la respuesta. Quitando dos fabricantes (y uno de ellos ni siquiera saca productos Android), el resto malvive (o directamente tiene pérdidas con su pata de hardware). ¿Pueden permitirse apostar por un pez pequeño? La situación de HTC con aquel Facebook Home lo demuestra (y eso que Facebook era y sigue siendo un peso grande del mercado).

Es entonces cuando echas un ojo a los últimos movimientos, y de pronto te das cuenta de que Microsoft podría ofrecer una alternativa interesante: Cuenta con nube propia, con suite de ofimática (que para colmo es líder del mercado de ofimática profesional), cliente de correo (ergo, identificación única de usuario de la casa), asistente virtual, buscador, servicio de mensajería (que es además de videollamada) y si me apura hasta presencia en autos (EN) e internet de las cosas. Eso sin olvidarnos de la compatibilidad nativa con entornos de escritorio (algo que Android ni tiene ni va a tener).

¿Qué le falta? El market y la pasarela de pagos, que no sería una misión titánica habida cuenta de que ya tienen experiencia creando estos servicios en sus plataformas (y que quizás ya esté hasta en desarrollo (EN)). Un conjunto de APIs propias (con las que en verdad ya cuenta en Visual Studio, y que faltaría por empaquetar para servirlas por defecto en ese hipotético Android by Microsoft) y un navegador (que de nuevo, bien podría obtener sacando la billetera, o adaptando Chromium a la interfaz y sincronización de Edge). Hay nimiedades, como las que comentaban por Hipertextual (ES) al respecto de Youtube, y otras lógicas como el launcher, ya disponible (EN) en beta abierta.

Y a cambio, quizás esa nueva filosofía de Nadella ofreciera las garantías que un fabricante espera a la hora de apostar por uno u otro sistema operativo (a fin de cuentas, Microsoft da confianza a nivel corporativo) sin perderle el miedo a la no compatibilidad de GPS, o con idea de separarse de las restrictivas limitaciones que Google impone en sus productos.

El caso de iOS y Microsoft, mucho más complicado de afrontar

Y es que aquí poco hay que hacer. El ferreo control del ecosistema iOS/OS X deja poco margen de maniobra.


Únicamente en la capa de servicios se puede plantar cara, pero considerando que por ahora Apple ni siquiera permite eliminar sus apps si no es mediante jailbreak.

En todo caso, el que por primera vez en décadas Microsoft tenga su espacio en una keynote de Apple para presentar lo bien que funciona la suite office en el iPad Pro (y lo necesitado que está este porque office funcione perfectamente), y ese paradigma de iPhone Pro con el que Satya nos sorprendía a finales de la semana pasada (es decir, un iPhone con todos los servicios y apps de Microsoft instalados por defecto (EN)), vuelven a ratificarme que el modelo de expansión de Microsoft es el acertado.

Dejar de mirarse el ombligo, y afanarse en presentar la mejor propuesta en los markets de la competencia.

Una estrategia a largo plazo, que podría llevarles a recuperar el liderato del sector (a cambio de sacrificios en un espacio cortoplacista).

Porque quizás acabemos por darnos cuenta que indistintamente del sistema operativo que estemos usando, seguimos utilizando los servicios de la compañía. Justo la promesa que la web nos hacía hace unos años, pero ahora de forma nativa en cada plataforma.

¿Quién nos lo iba a decir?