apple servicios

Lo vivido el pasado lunes, y que veíamos viniendo ya desde hace meses, es la constatación de uno de los movimientos más importantes de Apple de esta última década: su paulatino cambio hacia el modelo de negocio del pago por servicio.


Esta nueva estrategia no es para nada baladí. Por detrás habría que entender la compleja red de efectos que lleva a una empresa de hardware (que es lo que ha sido Apple todo este tiempo) a reinventarse como empresa de software.

Entre ellos, la maduración del mercado móvil, el ciclo de vida de sus productos, y lo más importante: el profundo conocimiento de hacia dónde va la industria.

Pero vamos por partes.

Focus en el mercado del entretenimiento y el fintech

De pronto Apple se posiciona en dos de los mercados que mayor crecimiento tienen en la actualidad con cinco productos:

Apple Arcade

La propuesta de Apple por irrumpir en el mercado de la suscripción a plataformas de videojuegos… de la única manera que puede hacerlo.

La idea es que por un pago mensual el usuario de dispositivos iOS y MacOS (con Apple TV incluido) pueda acceder a un catálogo de videojuegos (empezarán con unos 100) multiplataforma.

Con cuatro puntos a considerar:


  • Multiplataforma… Apple: Es decir, que son juegos que estarán únicamente disponibles dentro de su ecosistema.
  • Catálogo de juegos… móviles: Sobra decir que MacOS no ha sido nunca la mejor plataforma para videojuegos del mercado. Sin embargo, iOS sí representa en sí un buen pastel del mercado de videojuegos móviles, que muy probablemente serán portados al sistema operativo del escritorio. De hecho en la presentación prometían que podremos empezar a jugar en un dispositivo y seguir en otro.
  • Exclusividad: Nada nuevo bajo el sol. La idea de crear una plataforma de suscripción pasa, al menos en estos primeros años, por ofrecer exclusividad, tanto de plataformas (anteriormente mencionado) como de catálogo. Lo que significa que algunos de los títulos con los que contará Apple Arcade no estarán disponibles en Android o Windows.
  • Descarga en local: Ojo que el formato de servicio es más cercano al Game Pass de Microsoft que al de Stadia de Google. Aquí tenemos acceso a un catálogo, pero para jugar habrá que descargar en local el juego. Lo cual tiene puntos positivos (no dependes de conectividad, al menos a priori) y negativos (dependes del almacenamiento, ergo, un posible gancho para vendernos iPhones y iPads con mayor disco duro).

Arcade llega al mercado en un momento la mar de interesante para la industria, como hablábamos la semana pasada. Con la paulatina descentralización del PC, con el cambio de estrategia de Microsoft apostando por la apertura de XBox y su negación a ofrecer exclusividad, y con Google y Steam moviendo ficha por reclamar su espacio en esto del pago por suscripción, cada uno a su manera.

Apple TV Channels y Apple TV+

Son quizás los dos servicios que se me antojan más interesantes de todo lo presentado el otro día.

Apple ya contaba con su aplicación Apple TV, pero ahora la engorda con Channels, que sería algo así como un agregador del contenido disponible en otras plataformas como Netflix o HBO.

Un movimiento que ya recorriera recientemente Telefónica con ese acuerdo de ofrecer el catálogo de Netflix dentro de su aplicación de Movistar+, y que creo que acabará por ser el futuro del sector.

La situación actual, con tres o cuatro aplicaciones distintas para visionar contenido, resulta muy interesante para las empresas (está claro que a Netflix le interesa que sigas utilizando su interfaz, por eso de seguir recopilando datos de uso y por poder mostrarte publicidad de sus nuevos lanzamientos), pero a la larga es un problema para el usuario (¿dónde tenía yo esta serie, por qué capítulo voy,…?).

Si hay alguien que puede torcer el brazo a los gigantes del entretenimiento es Apple, por eso de contar con un ecosistema puramente cerrado (o pasas por mi, o no llegas a los usuarios de iOS/MacOS).

De cara a Apple, claramente es un movimiento en sintonía con lo que llevan haciendo estos últimos años, y que por otro lado es tan reprochable como parece.


Spotify, por ejemplo, los ha denunciado recientemente a la Comisión Europea precisamente por ese abuso de posición (EN). Resulta hasta insultante pensar que los de Cupertino tengan que quedarse sí o sí un 30% de las suscripciones de un gigante como Spotify o Netflix simplemente porque el usuario utiliza un iPhone. A sabiendas que estas compañías ya cuentan con un sistema de suscripción propio (no es una startup a la que ese 30% le viene genial para no tener que desarrollar ellos mismos plataforma de pago), que son multiplataforma (iOS no representa más que un trozo de todo su mercado), y que son capaces de ofrecer una experiencia y seguridad como mínimo al nivel de Apple (es la excusa que ponen los de Cupertino para forzar esas suscripciones pasando por la App Store).

Respecto a Apple TV+ (EN) estamos ante un nuevo servicio de streaming de contenido que intentará competir con los ya establecidos. Al parecer, contarán con producciones exclusivas de Spielberg, JJ Abrams u Ophra Winphrey.

La idea, más allá de arañar otros cuantos euros/dólares mensuales por cabeza, es ofrecer a ese TV Channel un extra que lo haga interesante. Ya no solo vas a poder en una misma aplicación consultar el catálogo de todos los servicios a los que estás suscrito, sino además tendrás los exclusivos de Apple.

Apple News+

Más que un servicio de pago por consumo de noticias, es un servicio de pago por acceso a revistas. De nuevo, otra propuesta por homogeneizar el consumo de contenido.

Y mi reflexión es la misma que con Channels:

¿Por qué a un periódico le va a interesar pasar por el aro de Apple, a sabiendas que por ahora la compañía pretende quedarse el 50% de los beneficios (¡50%!), y que todo ese volumen de interacciones no será medible?

Para un medio de comunicación, o más bien, para una revista pequeña/mediana, puede ser un escaparate interesante. Pero para un medio consolidado supone hipotecar su futuro, delegando en un tercero al que le importa bien poco tu negocio la experiencia de usuario, que además te hará competir en igualdad de oportunidades con el resto de propuestas suscritas. Propuestas que lo mismo en el resto de escenarios no son ni tan siquiera, por volumen o por forma de atacar a la audiencia, tus competidores.


Lo mismo que hemos vivido con Facebook, vaya.

Apple Card

Para terminar, Apple se mete de lleno en el sector de las fintech con esta tarjeta MasterCard libre de comisiones.

No es la primera del mercado (de hecho yo utilizo desde hace tiempo BNext (ES), y tengo pendiente crear un artículo explicando todos sus beneficios, que por cierto superan en según qué casos a los de Apple Card (EN)), pero sí es un golpe en la mesa muy pero que muy importante.

Para empezar, porque han decidido quitar el número impreso en la propia tarjeta. Por supuesto cada tarjeta seguirá teniendo asociado un número, pero no será permanente, sino que se creará automáticamente para realizar cada transacción, será solo visible en el iPhone, y no podrá utilizarse para otro pago, lo que hace que sea virtualmente imposible de clonar.

Y continuando porque el modelo de negocio, de nuevo, no se basa en la explotación de datos (como sí ocurre con la mayoría de tarjetas bancarias). A Apple no le importa qué compras o qué dejas de comprar, y por ende, toda esa información solo será visible en tu iPhone.

Además devolverán el 2% (o el 3% en caso de productos de Apple) de toda compra que hagamos con ella… en dinero dentro de Apple Wallet, que eso sí, podrás compartir o sacar de ahí cuando quieras.

Y claro, el que esté hecha en titanio y solo tenga tu nombre grabado con láser queda super-bien para vacilar a la hora de pagar una cena :). Pero vaya, que lo verdaderamente “revolucionario” de la tarjeta no es su uso en sí, sino lo que difumina el paradigma de pagos digitales justo en el mercado donde se lanza.

Porque hay que dejar claro que saldrá por ahora únicamente en Estados Unidos. Un mercado que, de hecho, está varios eslabones por debajo en cuanto a seguridad y usabilidad de pagos digitales frente a Europa y prácticamente frente a cualquier país del primer mundo.

Quizás a ojos de un europeo una tarjeta como ésta no se plantee como “The Next Big Thing”, pero en el contexto en el que se lanza (EEUU) si no lo es, está cerca de serlo.

Muy pero que muy interesante.

Un modelo de negocio afincado en lo que sabemos que funciona

Ya expliqué en su día por la lista de correo de esta Comunidad por qué Amazon tenía todas las papeletas de acabar siendo la empresa más valiosa del mundo. Una posición que recientemente ha arrebatado a Microsoft (que recientemente había arrebatado a Apple…).

Más allá de ofrecer productos y servicios de uso global y diario, el potencial de Amazon radica en la logística y su sistema de suscripciones:

En EEUU prácticamente la mitad de sus habitantes son usuarios Prime de Amazon. Y ese porcentaje roza el 80% para la clase media.

En total, más de 100 millones de personas en todo el mundo que pagamos cada año religiosamente una suscripción por todos los beneficios que conlleva (ES).

Amazon ha conseguido que en 24 horas cualquiera pueda tener en casa un producto que ha comprado online. Si es perecedero, como la comida, incluso lo puedes recibir en tan solo una hora.

Eso de verdad ofrece un valor de negocio muy pero que muy escalable, ya que es transversal a cualquier sector. Todos necesitamos ser más eficientes en logística, y la logística siempre va a tener margen de maniobra para ser más óptima y eficiente.

Con un modelo de negocio basado en la suscripción, además, se obtienen ingresos periódicos que escalan en el tiempo de una manera más estable que la venta de productos y/o servicios.

En un escenario en el que prácticamente todo el primer mundo ya tiene un smartphone, y a sabiendas que por pricing el usuario de iPhone no suele cambiar cada año su dispositivo, por muchos gadgets que le metas hay pocas posibilidades de seguir creciendo. Y no crecer para una empresa de este tamaño es perder.

Sin embargo, sí hay margen para ofrecer servicios que ataquen a necesidades del día a día. Máxime si ya contamos con la plataforma (un parqué de dispositivos amplísimo) y el ecosistema (iOS/MacOS como jardines vallados).

Con el claim de la privacidad por bandera, que va muy alineado con el paulatino interés incremental del ciudadano. Todos estos servicios NO traficarán con tus datos. Todos los servicios que se agregen a nuestras nuevas plataformas (Channels, News+…) NO podrán acceder a datos contextuales.

Por aquí se cierra el círculo de lo que en su día expliqué era el futuro de Apple. Pagar burradas por su hardware a sabiendas que es la única manera de acceder a su poco a poco más interesante ecosistema de servicios.

Y digo poco a poco, porque una cosa es que el otro día se presentase todo esto, y otra cosa es que en España y Latinoamérica podamos tan siquiera suscribirnos.

La mayoría no saldrán de EEUU hasta dentro de unos cuantos meses. Habrá que ver entonces si la propuesta resulta tan atractiva como podría resultar ahora.

En todo caso, un movimiento brillante de una de las compañías más brillantes de la historia moderna. Si alguien puede cambiar (a mejor) el panorama de entretenimiento, esa es Apple.

Pese a que falten aún muchas cosas que pulir en todo ese entramado monopolístico que han montado alrededor de iTunes y la App Store.