Ayer se celebraba el WWDC 2014 de los de Cupertino, una de las fechas señaladas en cualquier iCalendar que se precie, y que ha servido para de nuevo alimentar el hype alrededor de la marca de la manzanita.


OSX-Yosemite-Main

De todo lo expuesto, y a sabiendas que gran parte de esos supuestos «avances» en iOS no son más que funciones que el SO tenía que implementar para no quedarse a la cola del mercado (¿De verdad pueden vendernos como nuevo el compartir información entre apps o los widgets en el centro de notificaciones?), me quedo sin lugar a duda con una tendencia que en su día ya marqué como necesaria, que Microsoft lleva ya un tiempo detrás de ella (de ahí el parafraseo del título), y que Apple ha llevado a cabo de una manera a mi forma de entender bastante inteligente.

Hablamos de la convergencia de SO, que en Redmond la han tomado como sota, caballo y rey, con vistas a esas pantallas táctiles y dispositivos híbridos, y que en Apple formulan operativamente hablando.

¿A qué me refiero?

  • Diseño y UX de escritorio heredado del móvil: Algo que ya empezaba a cuajar en Mavericks (paulatino abandono del skeumorfismo por el flat design, y aparición de apps como Maps donde antes no existían), y que toma la batuta en Yosemite (sigo sin entender el porqué de poner nombres raros a cada versión de un sistema operativo). Colores planos y vivos, transparencias para menús y un centro de notificaciones que a cada paso va tomando más importancia.
  • Continuity (EN): La vuelta de tuerca de la convergencia móvil/escritorio. En Apple no apuestan (por ahora) por la unión de SO, sino por la interoperatividad de los mismos. Si tienes un iPhone y estás delante de tu Mac, podrás hacer llamadas desde este, usando para ello la SIM del terminal. Si empiezas una acción (como escribir un email en el móvil), podrás continuarlo en el ordenador. Las notificaciones del móvil te llegan al escritorio también. Si estás en un bar con tu Macbook, la red de datos del iPhone te aparecerá como WIFI para que te conectes. En fin, el objetivo es claro: No estás ante el mismo sistema operativo, pero poco te importa cuando puedes usar las prestaciones de cada uno donde más te convenga. Solucionan así el principal problema de la segunda pantalla (interoperatividad) atacando el problema y no lo que hay detrás.
  • Swift (EN): Un nuevo lenguaje, que promete tener una curva de aprendizaje inferior a C#, intercambiable con este último (un gran acierto de cara a portar nuevas implementaciones de apps ya escritas en C#) y enfocado a la especialización del desarrollo en sistemas operativos de la manzana. Ahora ya no hace falta aprender C#, un lenguaje que te va a servir para lo que quieras, sino Switf, que solo sirve para productos de Apple. Entre sus ventajas, se espera más optimización que la que ya ofrecía C, cuenta con su propio motor para videojuegos, y vaticina un futuro quizás ya no tan lejano en el que las apps de iOS puedan funcionar en OS X. Y sino que alguien me explique para qué le han dado tantas vueltas al responsive design en la nueva versión de XCode (si la cartera de productos de Apple apenas tiene cuatro o cinco diseños distintos de pantalla).

La foto final está compuesta por dos sistemas operativos distintos cada vez más de la mano. Por seguir el camino de Apple (simplicidad en cualquier interacción con la informática), por apostar por lo que sabemos que el cliente quiere (no tener que usar el smartphone cuando estás delante del ordenador) y por ser capaces de vender como nuevo y fanatizar características que la competencia (véase Android en móviles, Windows 8 en escritorio) tiene desde hace tiempo.

Y ojo, que el resultado, aunque poco disrupt, es interesante.