Tenía que llegar en algún momento el día.
En mi último viaje a Londres, y a sabiendas de que allí tuve que “despilfarrar” algo de dinero para poder probar al máximo todas las posibilidades de la tarjeta sin comisiones de BNext, me encontré con que a una hora y media de que saliera mi vuelo de vuelta estaba en el duty free del aeropuerto con algo más de 150 libras.
Que sí, que bien podía haberlas guardado para cambiarlas cuando llegara a España, pero me jode mucho tener que pagar la comisión abusiva que se quedan, por regla general, los intercambiadores de divisas en los aeropuertos. E ir a Madrid centro o a la sede de mi banco solo para cambiar dinero se me antoja una pérdida de tiempo.
Así que hice lo que todo buen chico capitalista hace cuando el dinero se le quema en las manos: gastarlo.
Y ya puestos en materia, se me ocurrió que lo más adecuado, además de aprovechar para meterme entre pecho y espalda una buena hamburguesa, era traerme de la capital inglesa una Nintendo Classic (por el precio que tenía bien lo merecía) y de lo que quería hablar hoy: unos auriculares in-ear con cancelación de ruido.
Que resultó que al final, y previa investigación online (quería deshacerme de las libras, pero no que me tomasen por tonto), son el primer modelo del mercado que realmente ofrece cancelación activa en este formato.
He estado probando desde entonces los Sony WF-SP700N (ES/un nombre la mar de fácil de recordar, como podrás observar…), unos auriculares de los de meter en la oreja, enfocados a deportistas, y que además incluyen el dichoso noise cancelling, y ésta ha sido mi experiencia.
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El factor diseño
Lo he dicho ya tantas veces que temo volver a hacerlo: Debo tener un conducto auditivo raro porque prácticamente todos los auriculares in-ear del mercado, si no tienen algún tipo de lengueta que se sujete a la oreja, se me acaban cayendo.
Es más, ha sido la principal razón de que acabase por dar a mi pareja los Blitzwolf, unos auriculares que valen como cuatro veces menos que éstos, a cambio, eso sí, de no contar ni con la calidad (como diré más adelante, para mi caso es algo que no me afecta mucho ya que tampoco soy un sibarita de la música y todo lo que escucho está en MP3 o vía streaming) ni, por supuesto, la cancelación de ruido (que es, a fin de cuentas, lo que encarece el producto).
Por primera vez he encontrado unos auriculares que se me sujetan. Cierto es que aunque sean in-ear inalámbricos (por tanto, todos los componentes tienen que estar colgando del propio auricular), cuentan con un ajuste de silicona (es opcional ponerlo, eso sí) que hace de enganche en la oreja, lo que por fin me ha permitido hasta correr sin tener que preocuparme por ellos.
En este sentido entiendo que hay poco margen de maniobra. Sobra decir que más seguro es llevar unos cascos de diadema, sobre todo si vas a hacer deportes de mucha fuerza explosiva (esprines, movimientos bruscos de cabeza…), pero si bien normalmente acabo tachando a los auriculares que pruebo de que fallan en este sentido, aquí ya puedo decir que incluso para una oreja “rara” como la mía, los Sony han cumplido.
Los hay de varios colores, y yo me he tirado a los que posiblemente sean los más feos, pero también los que menos se ven y paradójicamente los más baratos. Porque amigo mío, la diferencia de este modelo en color “carne” a uno en color negro o gris era de casi 50 libras en el duty free. En Amazon, sin embargo, la diferencia (unos 20 euros) no es tan grande.
A nivel de autonomía me han dejado un poco así así. La batería dura en cada auricular alrededor de 3 horas. Suficiente, por supuesto, para la amplia mayoría de usuarios, pero no para alguien que viaja bastante, como es mi caso.
Que bien es verdad que ahí tienes la caja de carga (una autonomía que da para dos cargas completas de cada auricular), y que podrías, por supuesto, utilizar solo uno de cada vez para que mientras el otro se carga (calcula una media hora para la carga completa) seguir utilizándolos casi de forma ilimitada en viajes largos.
Cuenta además con una aplicación para Android/iOS en la que podemos configurar el ecualizador (algo que la mayoría de auriculares de gama media no tienen), tener diferentes perfiles, y cómo no, la función de los botones táctiles con los que cuenta cada uno de los auriculares (empezar a reproducir, parar, volver atrás, colgar, llamar a Google Assistant…).
Vaya, que aquí no le voy a descubrir nada a nadie.
Se encienden y se conectan automáticamente cuando los sacas del estuche de carga, cambiando el modo (mono o estéreo) según tengamos uno u otro activo, y además vienen con calificación IPX4, por lo que son inmunes a salpicaduras y sudor. Lo justo y necesario para utilizarlos haciendo deporte.
Además, por cierto, tienen botón físico de encendido/apagado. Lo cual evita tener que depender sí o sí de llevar contigo la caja a todos los sitios. Un problema que ya he comentado que me molestaba bastante de otros in-ear inalámbricos.
Calidad de sonido/micrófono
Aquí tengo sentimientos encontrados.
Por un lado, el micrófono es de lo mejorcito que he visto en un in-ear inalámbrico. Y esto es importante porque es precisamente en donde fallan la gran mayoría de auriculares in-ear inalámbricos.
Puesto que por forma están colocados en la oreja, y nosotros habitualmente hablamos hacia delante, lo que me he encontrado con casi todos los in-ear inalámbricos es que debemos sacrificar calidad de sonido en micrófono a cambio de comodidad. Que hacer una reunión por la calle o con viento con ellos se vuelve relativamente molesto para quien te escucha, aunque tú le oigas bien.
No ocurre así con estos Sony. Nadie se me ha quejado incluso considerando el viento que hay por la Sierra de Madrid, y eso ya es decir mucho.
Ahora bien, con el sonido de salida he tenido problemas. Y no por su calidad, que entiendo es de lo mejorcito, sino por el volumen, y en dos casuísticas distintas:
- El sonido de las llamadas solo sale de un auricular: Este es un problema global en todos los auriculares in-ear inalámbricos que van por bluetooth 4 o inferior. Debido a las limitaciones de estas versiones del protocolo inalámbrico, al parecer es bastante difícil cuadrar que el sonido de una llamada salga a la vez por los dos auriculares, por lo que la mayoría de fabricantes recurren al modo mono para llamadas, volviendo a activarse el estéreo para el resto de consumo de sonido. Y recalco que no sería más que un tema a señalar común a todos estos modelos sino fuera por este segundo punto.
- A mayor calidad de sonido, menos volumen: Es el problema que tengo siempre con los auriculares de gama media/alta. Tienen una gama sonora muy buena (para quien sabe valorar esto), pero tienen el límite de volumen muy bajo para los que como un servidor estamos
malacostumbrados a escuchar la música bastante fuerte. Algo que precisamente echo de menos cuando estoy en el gimnasio, ya que allí tienen su propia música puesta a todo volumen, y con estos auriculares se me antoja verdaderamente difícil escuchar, por ejemplo, un podcast.
Entiendo que ambos “problemillas” son personales. Que la mayoría de usuarios no necesitan mucho volumen, y que algunos, de hecho, sabrán valorar la calidad de sonido mucho mejor que lo que lo hago yo. Pero creo que es importante señalarlo.
¿Una cancelación de ruido en unos in-ear inalámbricos?
La guinda del pastel se lo lleva el hecho de que estamos ante los primeros in-ear del mercado inalámbricos con cancelación de ruido activa.
Son in-ear (por tanto, algo de cancelación de ruido pasiva tienen por el propio formato), pero además incluyen vía software tres modos de noise cancelling:
- El apagado: es decir, no hay cancelación de ruido. Semejante a la experiencia que vas a tener con cualquier otro in-ear del mercado.
- El modo ambiente: una cancelación de ruido que intenta eliminar voces y demás sonidos que pueden molestarte, sin tocar el ruido ambiente. Lo cual me parece un acierto ya que da sentido a eso de utilizar la cancelación de ruido yendo en bicicleta o por la ciudad sin que te acabes llevando algún susto.
- El modo cancelación de ruido tradicional: Es decir, todo lo que no salga por tu auricular va a intentar cancelarlo. Algo que, curiosamente, he visto que funciona bastante bien en entornos tan molestos como los viajes en avión. Lo pones y te aísla lo suficiente como para no estar continuamente oyendo el zumbido de los motores.
Ahora bien, tengo que decir que si esperas tener en unos in-ear inalámbricos la misma cancelación de ruido que tienes en unos de diadema que te cubren toda la oreja, estás pecando de ingenuo.
Los Sony aíslan bastante, pero el sonido va a seguir estando ahí, solo que suena como más apagado, más alejado. Seguirás oyendo el pitido de un coche e incluso una conversación que tengan un grupo de personas que van en tu mismo vagón de tren. Simplemente te va a costar más oírles, y por tanto, te va a molestar menos.
¿Cumple su objetivo? Si, y además se nota. Pero no esperes milagros.
Si necesitas cancelación real de ruido hay que tirarse hacia unos cascos que te cubran toda la oreja y que sean de gama alta, lo que seguramente hará que valgan alrededor del doble de lo que cuestan éstos.
Conclusiones
Entiendo que los Sony WF-SP700N (ES) son todo lo que podemos pedirle hoy en día a unos auriculares in-ear. Muy buena calidad de sonido, una autonomía decente, un micrófono envidiable, una ergonomía difícilmente superable y para colmo hasta con cancelación de ruido.
Ahora bien, a mi me sigue jodiendo sacrificar volumen en favor de calidad de sonido, más cuando mi uso habitual es escuchar podcast, MP3, streaming de MP3 y llamadas. Formatos, a fin de cuentas, que ya de por si tienen una calidad baja.
Puntos positivos:
- Sonido: En cuanto a calidad los Sony no van a defraudar a un sibarita del sonido. El que cuenten con su propio ecualizador es un añadido muy a tener en cuenta, además de toda la tecnología que implementan para reproducir bajos más limpios (donde se suele notar más la pérdida de calidad en auriculares in-ear).
- Cancelación de ruido: La gran apuesta diferenciadora de estos auriculares. Hoy en día si quieres un auricular in-ear inalámbrico con cancelación de ruido, no tienen competencia.
Puntos negativos:
- Volumen: Para mi gusto, que soy de los que escuchan música a mucho volumen, se queda corto.
- Autonomía: 3 horas cada auricular, con hasta 9 horas sin contar los parones para cargarlos en su estuche. Requiere por tanto que los utilicemos de una manera específica en jornadas intensivas, que de nuevo soy consciente de que no es el caso de la amplia mayoría de usuarios.
Si te interesan, están disponibles para su compra en Amazon (ES) con un descuento del 30% al mismo precio que los compré yo en el duty free del aeropuerto.
Fabuloso articulo! Me has ayudado a enfocarme un poco.
Por cierto, he decidido que necesito unos in-ear cordados con cancelación de ruido, y no los encuentro… Alguna sugerencia?
Muchas gracias Sinuhloa.
Sobre tu duda, es que realmente la mayoría de los in-ear actuales con cancelación de ruido activa, son sin cables… Con cable a lo sumo puedes encontrar de los de diadema, pero justo in-ear no te creas que es fácil…