El otro día me preguntaba un compañero por privado sobre qué mando le recomendaría comprar para poder utilizarlo en PC, y en particular con ese Game Pass que algunos estamos disfrutando como locos en estos días de confinamiento.
Por supuesto (y de hecho él ya lo tenía bastante claro) le recomendé el de Xbox One S o X (ES), que es uno de los que yo tengo por casa, y con el que habitualmente juego (si necesito mando utilizo este, y si el título es de estrategia sigo prefiriendo teclado y ratón).
Pero había algo que le echaba para atrás:
¿Pero este mando va a pilas?
La pregunta a priori puede parecer baladí, pero es que es normal que sorprenda.
Hablamos de un mando que salió al mercado en 2016 (el primero de la Xbox One, que salió antes, recuerdo, no era inhalámbrico y por tanto no tenía sistema de alimentación)… para competir con la amplia mayoría de mandos en una industria que ha apostado casi al unísono por las baterías, estando el de la PlayStation 4 a la vanguardia.
Y ya no solo eso, sino que el mando de la próxima consola de Microsoft (Xbox Series X), del cual ya hablamos de pasada en este otro artículo, sigue apostando por ofrecer un sistema de energía basado en pilas AA.
¿El de la PS5? Batería, por supuesto.
Así que llegados a este punto me parece interesante que debatamos qué puntos fuertes tienen cada una de las opciones, y por qué creo que, humildemente, la propuesta de Microsoft es la más adecuada.
DualSense frente al gamepad de la Xbox Series X
Empecemos por el mando de Sony.
Claramente es algo más más grueso que el DualShock 4 (ES) de la generación PS4, e incluye una serie de nuevas características y funciones, como retroalimentación (o feedback) háptica y un micrófono incorporado, además de por supuesto un cambio de diseño bastante acentuado (y curiosamente más cercano a la propuesta que lleva años trabajando Microsoft).
Estamos por tanto ante una verdadera renovación de lo que la compañía tenía. Un borrón y cuenta nueva para la nueva generación.
Por otro lado en el caso de Xbox tenemos un modelo que prácticamente es solo una iteración evolutiva.
A nivel de diseño estamos casi ante la misma carcasa (distinto material, eso sí, y con algunos cambios sutiles en la rugosidad), del mando Elite de Xbox One, lo que sin lugar a dudas es una buena noticia, pero que quizás no llame tanto la atención como pasa con la propuesta de Sony.
Los cambios en todo caso están por dentro, con una nueva conectividad Bluetooth que ayudará al control a conectarse más fácilmente a dispositivos que no son la consola Serie X, mientras que una mejor interfaz inalámbrica ayudará a reducir la latencia.
Muy en sintonía con esa filosofía One Microsoft que es, tanto en la industria del videojuego como del software en general, la principal baza que tienen los de Redmond para competir en sus respectivos mercados.
Un mando que va a funcionar en todos los dispositivos Xbox y PC del mercado de forma nativa, y que de seguro, como ya ocurría con sus versiones anteriores, contarán con drivers para prácticamente cualquier otro ecosistema.
Pero más allá de cuál es mejor o peor (corolario: ambos seguramente serán tan buenos como sus antecesores, y la decisión dependerá por tanto del gusto que tenga cada uno y de lo acostumbrados que estemos a utilizar uno u otro), lo que sí me parece interesante es profundizar en el hecho de que mientras el mando de la PS5 sigue apostando por batería, el de Microsoft lo haga por las pilas AA, una tecnología a priori más antigua.
Batería o pilas: ¿qué es más recomendable?
Y aquí habrá opiniones para todos los gustos.
Por un lado, es cierto que ya estamos habituados al uso de baterías recargables. Nuestros smartphones, tablets, videoconsolas portátiles y por supuesto ordenadores portátiles llevan años utilizando este tipo de sistemas de almacenaje de energía, y por ello el ecosistema se ha habituado bastante a eso de tener que cargarlos cada poco tiempo.
Con los mandos que hacen uso de baterías pasa exactamente lo mismo. Sabes que te van a dar para unas horas de juego, que serán más mientras menos degradación tenga la batería. Esto significa que en efecto el primer año de un mando las diferencias de tiempo de juego con otro que hace uso de pilas es mínimo, mientras que conforme pasa el tiempo, sobre todo si le has dado mucho uso y se han gastado muchos ciclos, van perdiendo eficiencia hasta llegar a volverse un verdadero problema (no llegar a ofrecer una sesión completa de juego).
De hecho es una queja muy habitual en los foros de soporte de Sony (EN).
Que en el DualShock 4 no se pudiera apagar la barra de luz alrededor del panel táctil, asumiendo que esto también gasta (aunque sea un gasto mínimo) la duración de la batería, es otra de las demandas que hemos visto estos días para el nuevo DualSense.
Con un mando como el de Xbox compatible con pilas AA esto no pasa. Una pila buena dura considerablemente más que la mayor parte de baterías del mercado.
A cambio, por supuesto, podemos considerar que contamina más, y que requiere que siempre tengas pilas extra por casa para evitar que en un momento dado te quedes sin ellas y tengas que bajar a comprar más parando la sesión.
Mientras tanto, sobra decir que es mucho más inmediato cambiar unas pilas que esperar a que se recargue la batería, o como ocurría con el DualShock 4, seguir jugando con éste conectado a la consola con un cable de apenas metro y medio.
Que si la consola la tienes en el despacho, todavía. Pero como juegues en un salón de un tamaño medio no te va a quedar otra que sentarte en el suelo.
Pero es que aún con todo esto, hay que dejar claro que el mando de Xbox también ofrece la posiblidad de utilizar o pilas recargables (lo menos recomendable por la baja autonomía que suelen dar), o directamente comprar un adaptador para batería (ES), transformando el gamepad de uno que va a pilas a otro que funciona exactamente igual que el de Sony.
Que no entiendo por tanto tanto jaleo cuando la propuesta de los Redmond es a todas luces más versátil:
¿Prefieres tener más autonomía con pilas? Pues lo utilizas tal cual.
¿No quieres tener que comprar pilas cada cierto tiempo? Pues tienes la opción de comprarle una batería, y a partir de entonces depender de las cargas.
Lo decía de hecho Jason Ronald, director asociado de gestión de programas en Xbox, recientemente en una entrevista para Digital Foundry (EN):
“Todo se reduce a hablar con los jugadores, es un tema un poco polarizante y hay mucha gente que realmente quiere usar baterías AA.
Así que dar flexibilidad es la manera de complacer a ambos grupos de personas”.
Y no puedo estar más de acuerdo.
Te puede gustar más el diseño del DualSense, o sentir que “es más avanzado”, pero es que a veces el low-tech ofrece más ventajas. Y en este caso, en este punto en particular, es un buen ejemplo.
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Mira que casi siempre estoy de acuerdo con lo que comentas en tus artículos, pero esta vez, creo que el número de imprecisiones es alto, y te comento:
Una pila, dependiendo de cuál sea la tecnología en la que se base su construcción, puede ser recargable o no. Si usamos una tecnología alcalina, que es la habitual en la actualidad para las pilas no recargables, evidentemente no será reutilizable; pero si usamos en su construcción materiales como níquel cadmio (por suerte ya en desuso), el Niquel metal hidruro, el litio, en sus versiones como las de iones de litio o las de polímero de litio, entonces sí son reutilizables ya que son recargables.
Si ahora, cualquiera de esas pilas las unimos en serie o en paralelo, dependiendo de si queremos sumar corriente o tensión, entonces obtendremos una batería y dependiendo de si hemos usados pilas recargables o no, podremos recargar nuestra batería o no.
Conclusión: Lo que determina si lo que tenemos es una pila o una batería, no es que éste se pueda recargar o no, sino si su construcción es a base de pilas individuales (células) o si tenemos un “paquete” formado por varias células.
Por tanto, y partiendo de este principio, ¿qué sistema de alimentación es mejor para un mando, pilas o baterías? Pues centrándome en lo que entiendo es tu reflexión, está claro que acumuladores, ya sean de una o varias células según la tensión requerida por el mando, de polímeros de litio, a falta de que comiencen a comercializarse las de grafeno, y con la capacidad suficiente como para llegar a un equilibrio entre el volumen/peso y la durabilidad del acumulador.
Y ahora un ejemplo relacionado. Hace unos días compré un carcasa Retroflag GPI para una Raspberry Pi Zero W. Es una preciosidad que convierte a la Raspberry en una consola retro con aspecto de GameBoy, pero con toda la potencia de un Linux alimentando a una Raspberry Pi Zero W. Las mayores y casi únicas quejas de la gente respecto de este juguete para adultos, es que usa 3 “pilas” de tipo AA en vez de “baterías”. Yo, que no me creo nada de lo que leo hasta que lo compruebo, entendí que en los receptáculos para las pilas AA yo puedo poner unas pilas alcalinas que según el fabricante duran unas 3 horas. En la primera prueba, puse 3 pilas de una conocida marca y pude jugar unas 3 horas y 20 minutos. A continuación hice una segunda prueba, que consistió en usar unas pilas recargables de niquel metal hidruro de 3800 mAh, con las que he jugado durante 7 horas y 50 minutos. En ambos casos, los tiempos son acumulados durante varios días de juego, no vayas a creer que son tiempo ininterrumpidos de juego continuo.
Conclusión: ¿Qué sistema de alimentación es mejor para un mando, pilas o baterías? Pues en mi opinión, unos buenos acumuladores con la mayor capacidad posible y que sean capaces de entregar toda la corriente de una forma estable. Pero a pesar de todo esto, la opción que he adoptado como definitiva para cuando estoy tirado en el sofá de casa, es la de conectar la Retroflag GPI con un powerbank de 20.000 mAh y mi ya escasa memoria, ni se acuerda de las horas que lleva jugando con una única carga, eso sí, dependiendo de un cable entre la consola y la batería.
Y para finalizar, pido disculpas por mi extensión porque sí, estoy de acuerdo (aunque no lo cumpla): un comentario no debe ser nunca más largo que el texto del artículo. Y ya me callo.
Jajajaja Fernando, mientras los comentarios sean tan completos como este bienvenidos sean.
A ver, es este artículo me estaba refiriendo a los mandos de la PS frente a los de Xbox. El primero ha apostado por una batería que NO se puede sacar (o mejor dicho, hay que desmontar el mando para cambiarla por otra, cosa que para nada es sencillo). El segundo viene sin sistema de almacenaje de información, con dos slots para pilas AA. Que por supuesto, y ahí entra lo que tú comentas, ya es cuestión de cada uno el utilizar una pila de mayor o menor capacidad, o tirar por unas recargables, o incluso comprar una batería que se vende por separado creado específicamente para este cometido.
Pero vaya, que la conclusión a la que quería llegar es que en el caso del mando de la Xbox tienes opción, mientras que en el de PS no. Y que pese a que podemos considerar que eso de utilizar pilas está ya muy anticuado, en líneas generales (sin entrar en que en efecto comparemos una pila normalita con una buena batería), las pilas suelen dar mayor autonomía. Por supuesto puedes conectarle una batería de 20.000 mah y ya nos olvidamos durante unos cuantos meses/años de cargarlo. Pero vaya, que entonces no tenemos un mando inalámbrico…
También esta la opción de jugar, con el mando recargando a la vez, con el cargador de móvil o cualquier cosa en un enchufe normal (a microusb) o cualquier otro aparato (portatil?). Y no tienes que estar pegado a la consola.
Es una buena opción, sí señor. Al menos no tienes que estar pegado a la consola.