blockchain valencia plaza

Ana Delgado, colaboradora de la web de emprendedores y de Valencia Plaza, me escribía la semana pasada para que hablase sobre aquellos negocios que están aplicando blockchain y que, en mi opinión, no haría falta porque no aportan valor relevante.


Le dije, como ya suele ser habitual en todas mis intervenciones, que le pasaría un texto sobre ello con el fin de que preparase la pieza que se publicaría al día siguiente, junto con las reflexiones de otros expertos en materia, y que ya puedes leer por aquí (ES).

Estas fueron mis declaraciones al completo:

Estos últimos años hemos vivido una auténtica oleada de hype alrededor de lo que blockchain hace y deja de hacer.

Realmente la cadena de bloques no es más que la mejor manera que hemos encontrado hasta el momento de compartir algo (información, transacciones económicas, datos) dentro de un sistema que puede ser auditado por cualquiera, de manera que sabemos a ciencia cierta que en un momento dado se hizo X transacción.

Y por tanto, a priori, es un sistema muy interesante para cualquier organización que requiere de una transacción de datos dentro de la misma organización y también de puertas afuera.

Se me viene a la mente, por ejemplo, un sistema de tracking de carne en la industria alimenticia, de manera que gracias a esa cadena de bloques cualquier intermediario entre el ganadero y el cliente final, ambos incluidos, pueden saber en todo momento cómo está el pedido, por qué manos ha pasado y en qué instantes se han hecho cada una de las transacciones.

Ahora bien, como te decía, una cosa es que sea la mejor manera que hemos encontrado informáticamente hablando de compartir información en una cadena, y otra bien distinta que esto sea la panacea a todos los problemas de comunicación, interoperatividad y logística que tenemos en nuestra sociedad.


Blockchain

Y por dos motivos principalmente:

  • La cadena de bloques hay que implementarla en toda la cadena de suministro de información: Que no vale de nada que X empresa la implemente en su sistema si luego, para comunicarse con un stakeholder, tiene que enviarle el burofax o albarán de turno. Si queremos que blockchain marque la diferencia, hay que conseguir que un grupo suficientemente amplio de agentes utilicen el sistema, ya que en caso contrario la inmutabilidad de esa cadena de bloques, que es a fin de cuentas lo que nos certifica que una transacción se hizo en X momento entre X usuarios de la misma, se rompe (si todo depende de un agente, un sistema de control descentralizado como es el blockchain pasa a ser centralizado, y por tanto, sujeto a posibles tergiversaciones por parte de ese agente).
  • El ciclo de vida de la información debe trabajarse bajo los mismos estándares de seguridad y privacidad que tiene blockchain: Por el mismo motivo, no nos sirve de nada montar un sistema de blockchain super seguro y privado si al final quien va a meter los datos de la transacción tiene la capacidad de manipularlos. Esa transacción llegará a su destino correctamente, pero los datos que tiene son incorrectos porque la fuente los ha manipulado. Sea, de paso, de forma consciente (el agente en cuestión quiere manipular esa información) o inconscientemente (un agente de terceros lo ha manipulado sin conocimiento previo del agente encargado de crear el bloque, la máquina encargada de hacer la transacción tiene lecturas erróneas por culpa de un sensor…).

Y ten en cuenta, para terminar, que blockchain hay muchos. De hecho, la base de blockchain tiene como peculiaridad la inmutabilidad de los datos (una vez se crea la cadena de bloques de una transacción, nadie debería poder editarla), pero esto entra en conflicto precisamente con regulaciones como la del Derecho al Olvido en según qué circunstancias, por lo que algunos están desarrollando e implementando sistemas de blockchain que no ofrecen lo que a priori hace interesante a esta tecnología (su inmutabilidad), creando usuarios administradores que pueden editar a su antojo la información de las transacciones.

Vamos, que no porque algo lleve el sello de blockchain es autogestionable y confiable al 100%. Y que no todas las empresas van a tener que subirse al carro para transformarse digitalmente.

Lo mismo el día de mañana encontramos otra forma de gestionar transacciones que es hasta más óptima.