ceramica piezoelectrica


La semana pasada fue apasionante en cuanto a electrónica de consumo se refiere, pero como ya he explicado en más de una ocasión, me gusta dejar el tiempo correr antes de lanzarme a escribir un análisis sin contexto alguno. Para eso (entiendo) están otros compañeros de profesión, e incluso los medios especializados, más susceptibles a la necesidad de posicionar rápidamente su artículo a medio escribir.

En fin, que hablaba ayer de ese nuevo mercado en el que Apple se centra en el movilidad y Microsoft en el sector profesional y el escritorio, y hoy quería hablar de Xiaomi, que parece liderar últimamente la batuta de la innovación en entornos móviles.

Y para ello toca escribir sobre el Xiaomi Mi MIX, y en especial, sobre la tecnología y los materiales que hay más allá del que fuera el gancho comercial de este smartphone: el increíble aprovechamiento de los márgenes de la pantalla.

Ver en Youtube (ES/enlace actualizado ya que el original ha sido eliminado)

Una decisión de materiales que no solo afecta al diseño y experiencia de uso

En efecto, lo primero que entra por la vista es que estamos ante uno de los dispositivos con mejor ratio de pantalla/dimensiones: 91,3%, que se dice pronto.

El haber utilizado una pantalla diseñada por Sharp hace que una diagonal de 6,4 pulgadas esté condensada en un tamaño de terminal semejante, en todo caso, al que encontraríamos en el de la mayoría de terminales que rondan las 5,5 pulgadas. Y por cierto, que pese a la tendencia habitual de Xiaomi de aparentar tener mayor pantalla incluyendo un marco negro alrededor de la misma, en este caso esas 6,4 pulgadas son reales. ¡Olé por los chinos!

¿Cómo se llega a algo así?


Haciendo muchos sacrificios, e innovando para eliminar componentes físicos que hasta ahora consideraba(mos) críticos en un smartphone.

A saber:

  • No hay marco superior: Únicamente el marco inferior, lo que les permite arañar algo más de un centímetro de espacio que históricamente ha estado ocupado por el micrófono y la cámara frontal.
  • La cámara frontal se baja al marco inferior: Es el único sitio donde se puede poner. Una decisión comprometida, habida cuenta del esperable mayor impacto de suciedad (más huellas, más basura), y quizás la incomodidad de tener que levantar el dispositivo para realizar la foto. Eso sí, a nivel de software lo arreglan hasta cierto punto modificando el ángulo de fotografía (se da la vuelta a la interfaz en fotografías verticales para que saquemos fotos con el móvil sujetado al revés).
  • No hay botones físicos: Todo vía software. Algo que como ya expliqué en alguna que otra ocasión, no es de mi agrado. Pero que es algo necesario considerando las dimensiones reducidas del cuerpo frente a la pantalla.
  • El lector de huellas en la parte posterior: Justo debajo de la cámara trasera. Un punto en el que difícilmente encontraremos consenso (hay a quienes les encanta y quienes lo odian, pero es lo que hay). No puedo emitir juicio alguno, ya que descontado los terminales de prueba de alguna feria, solo he tenido un dispositivo (el MI 5 que tengo ahora) que llevara sensor y haya utilizado asiduamente.
  • Tampoco dispone de altavoces: Lo que no quita que haya sonido, y algo en lo que quería hacer hincapié a continuación.

xiaomi mi mix

El MI MIX apuesta por un material (cerámica) que empieza a posicionarse como referente en la industria, habida cuenta de algunas de sus ventajas frente a las ya habituales aleaciones metálicas que pueblan el catálogo de gama media/alta.

  • La cerámica es considerablemente más robusta en cuanto a arañazos. El HTC One M7 y el Apple Watch Series 2 (EN) así lo constatan. Para Xiaomi tampoco es algo nuevo. El MI5 contó en su momento con una versión especial en cerámica (EN), como también ocurría con el OnePlus X (EN). Si nos vamos fuera de la electrónica de consumo, en relojería de alta gama es ya una constante, como repasaba hace tiempo Wired (EN).
  • Además, la cerámica no es conductora de la electricidad: lo que evita que haya que implantar aislantes entre el cuerpo y los componentes del dispositivo (ergo menor grosor) y abre la puerta a cargas inalámbricas (al no interferir con este tipo de carga).
  • Es muchísimo más resistente al calor: lo que evita aumentar la temperatura del dispositivo bajo situaciones comprometidas (tanto para el usuario en situaciones de uso excesivo de procesamiento, como para el propio dispositivo bajo condiciones ambientales de calor intenso).

Como hándicaps históricamente ha tenido que el trabajo de la cerámica era considerablemente más caro que el del resto de metales. Y que al igual que es considerado un material muy duro, es frágil frente a caídas.

Dos problemas que recientemente se han eliminado. Las mezclas de cerámica que empiezan a usarse en electrónica de consumo reducen esa fragilidad mediante la inclusión de otros elementos (como en el caso del Apple Watch con esa aleación de óxido de aluminio). Y los costes del tratamiento de este tipo de materiales se han reducido hasta casi equipararlos con el tratamiento de metales.

Aunque me queda la duda de qué tal se comporta frente a huellas y suciedad varia. Los primeros acercamientos no pintan nada bien, la verdad.


ceramica piezoelectrica xiaomi

La cerámica como interfaz de sonido

Pero llego al punto caliente del análisis.

El MI MIX es el primer dispositivo del que tengo constancia que hace uso de la cerámica como elemento intermediario para reproducir sonido.

La tecnología utilizada en este caso no es desconocida, y atiende al nombre de Cantilever piezoelectric ceramic acoustic. Se basa en el mismo principio que en su día implementó Google en las Google Glass, y que tenemos disponible en la actualidad en algunos auriculares premium (EN), transmitiendo el sonido directamente hacia los huesos del oído (conducción ósea lo llaman), que con su vibración, son los que generan realmente el sonido audible.

Pero en vez de usar los huesos (no tendría sentido, ya que no siempre tenemos el smartphone pegado a la oreja), el MI MIX utiliza una pieza de cerámica piezoeléctrica, a la que el DAC (ese componente que transforma señales de audio digital en analógico) envía la señal, y esta, con su vibración (al ser piezoeléctrica, tan pronto recibe un campo electromagnético se deforma), transmite el sonido hacia el marco.

Me parece a todas luces una estrategia muy adecuada para eliminar el espacio que hasta ahora debía ocupar un altavoz convencional, ganando espacio para otro elemento como la pantalla, de la cual que difícilmente nos vayamos a querer separar de aquí a los próximos años.

En esa guerra por eliminar componentes que es constante en la industria, se llega al mismo objetivo sin sacrificar funcionalidad, con el uso de la química de uno de los materiales de fabricación. ¡Aprende, Apple!


Eso sí, me falta por ver qué experiencia ofrece este sonido en situaciones habituales (en la calle con el móvil sobre la mano, por ejemplo). Si el sacrificio va más allá del mero hecho de prescindir del altavoz, impactando en la calidad o volumen al que es capaz de reproducir el conenido, pero es innegable que sobre el papel parece interesante, y las primeras reviews independientes (EN) no parecen quejarse del resultado.


Ver en Youtube (EN)

La seguridad basada en sensores de huella dactilar por ultrasonidos

Otro movimiento de la nipona que me ha llamado la atención es la apuesta que hacía el MI 5S (y anteriormente, el Le Max Pro) por un lector de huellas basado en ultrasonidos, frente al que hasta ahora aplica a la mayoría de terminales, basado en el visual.

La detección de Sense ID (EN), desarrollado por Qualcomm a principios de este año, se hace mediante un sistema de ultrasonidos que crea una representación tridimensional de la huella, y por ello, se le presupone un mayor porcentaje de exactitud. Justo el punto débil de este tipo de sistemas de identificación basados en la inherencia.

  • Además, deja atrás aquellos eventuales ataques basados en superponer superficies fotosensibles que engañan a los sistemas visuales de sensor de huellas. Al crear una representación tridimensional, resulta imposible engañarlo mediante fotografías o fotocopias en dos dimensiones.
  • También es, a priori, inmune a posibles falsos positivos o negativos bajo condiciones de suciedad y/o superficies mojadas. No hay refracción alguna motivada por agua en cuanto a ultrasonidos, donde sí lo puede haber en sistemas basados en la luminosidad.
  • Por último, este tipo de sensores no necesitan contacto directo con el dedo, permitiendo por ejemplo que éste se sitúe detrás del propio cuerpo del smartphone (no es el caso), o incluso dentro de la propia pantalla.

En definitiva, que la innovación en cuanto a tecnología móvil sigue en la mano de los fabricantes chinos.

La evolución que está sufriendo Xiaomi de mera “copiadora” de los productos en el mercado a todo un referente en cuanto a innovación debería servir de alerta al resto. Empezando por Apple, siguiendo por Samsung (a la cual le debería sonar esta estrategia), y terminando por marcas ya consolidadas como HTC, Sony y compañía.

Hay camino aún para innovar. Solo hace falta querer hacerlo.