Es curioso cómo vuelven a salir temas sobre los que ya hemos hablado en más de una ocasión en diferentes contextos.
Con la democratización de plataformas de streaming de contenido de pago, algo que para algunos de nosotros era el pan nuestro de cada día se ha vuelto, de facto, una de las consultas que más habitualmente me encuentro entre la audiencia.
Tanto como para que, como ya he hecho en otras ocasiones, prefiera directamente publicar una pieza por aquí, y así poder enlazarla cuando me vayáis preguntando por redes sociales y/o email.
El catálogo de una plataforma como Netflix no es universal
Es algo a lo que la gente se da cuenta solo cuando sale de su país o sigue la actualidad del sector. Estás viendo una película o serie, te vas de vacaciones, y al llegar al lugar de destino ese contenido o no está disponible, o lo mismo no tienes acceso a la traducción española/latina.
Y lo mismo pasa exactamente al revés. El contenido que por ejemplo podemos ver los españoles no es exactamente el mismo que podéis ver los latinoamericanos. Pese a que la plataforma sí es universal (y en el caso de Netflix, sí podemos utilizar nuestra cuenta en cualquier otro país), el catálogo de contenido está supeditado a las licencias de emisión que la plataforma tenga en cada zona geográfica. Ergo, puede darse el caso de que X contenido salga antes en unos países que otros, o que directamente no llegue a salir nunca en algunos.
¿El mejor ejemplo? La propia localización por la que Netflix está apostando últimamente. Por España nos llegan las producciones más conocidas de Argentina, México o Colombia, por poner tres ejemplos de Sudamérica. Pero ni de lejos todo el catálogo. Y lo mismo pasa al revés.
¿Quien tiene el catálogo más extenso? Pues curiosamente, y al menos hace un tiempo (cuando se hizo el estudio), no es EEUU, sino Japón, que superaba, al menos en junio del 2018 por algo más de 500 títulos al gigante norteamericano.
Ya he dicho por estos lares que a mi el tamaño me importa más bien poco, y que además, debería ser algo que los consumidores dejáramos claro que ni nos va ni nos viene. Lo interesante es la calidad, y ahí, como comentaba anteriormente, es lo que hace que quizás tú, que estás leyendo esta pieza, quieras saber cómo ver ese contenido que por lo que sea no es accesible en el lugar donde estés.
Así que voy con ello.
Pon una VPN en tu vida
La respuesta es rápida y sencilla. La única manera para poder ver contenido de fuera de la zona geográfica desde donde te conectas es «emulando» que estás en otra zona.
Y para hacerlo la única opción que hay es utilizar un servicio de VPN.
Ahora bien, y aquí está la parte interesante, hay que tener en cuenta tres premisas:
- Una VPN no siempre ofrece IP del país cuyo catálogo quieres acceder: Para empezar hay muchas VPNs en el mercado que no ofrecen diferentes servidores repartidos a lo largo y ancho del mundo, y por tanto, con la posibilidad de emular dicha conexión.
- A Netflix, y en líneas generales a cualquier servicio de este tipo, no le interesa que lo hagas: Es más, legalmente ellos no pueden suministrarte ese contenido por el tema de licencias antes comentado. Es por ello que estas compañías están continuamente baneando las IPs de servicios VPNs que van localizando. Ergo el servicio VPN que utilicemos debe estar continuamente actualizando sus IPs para que el usuario final pueda seguir utilizando su herramienta.
- El ancho de banda en el streaming de contenido es crítico: Por muy buena que sea la VPN, siempre va a haber una pérdida de ancho de banda. Una pérdida que puede ser mínima (los servicios de pago generalmente) o puede ser considerable (en los gratuitos). Y es algo que precisamente para consumir contenido audiovisual no nos podemos permitir. Ya bastante malas suelen ser las conexiones en hoteles y demás WiFis públicas, como para además perder más ancho de banda.
De ahí que prefiera dejarte las cosas claras.
Puedes probar mil y un servicios VPN gratuitos, y lo mismo tienes suerte y encuentras justo algún servicio con un servidor en X país que te funciona. Pero es jugar al gato y al ratón. Ahora te funciona, y cualquier día deja de hacerlo.
La única manera de asegurarte que en efecto vas a poder ver desde cualquier lugar todo el catálogo de Netflix es utilizando una VPN de pago que cumpla todos los requisitos anteriores.
Y para ejemplificarlo en esta guía, me he instalado estos días una VPN de las más conocidas (ES). Los pasos a seguir son tan sencillos que me da hasta vergüenza tener que explicarlos:
- Instalas la VPN en el dispositivo que vayas a utilizar para consumir el contenido y activas la cuenta desde la web de la compañía.
- Seleccionas el país a cuyo catálogo quieres conectarte.
- En unos 5 segundos el servicio te dará una IP del país. Ya puedes acceder a ese catálogo con tu cuenta de Netflix (o el servicio que sea).
En la imagen superior, por cierto, puedes ver cómo en Netflix España el servicio te muestra mucho más catálogo al hacer una búsqueda por «Películas Españolas» que en el de USA, donde por ejemplo «Ocho apellidos vascos» no existe.
Por qué deberías poner una VPN en tu vida
Para aquellos que simplemente querían encontrar la manera de acceder a catálogo de contenido extra en los servicios de streaming, ya pueden dejar de leer.
Para los demás, es importante que seáis conscientes de que una VPN ofrece muchísimas más cosas. Y todas, hablando de servicios de pago donde se entiende que el negocio es el pago por servicio, y no tus datos (ojo, que la mayoría de servicios gratuitos revenden tu historial de navegación), son positivas.
A saber:
- Sirve para limitar la censura de un país y/o una red específica: Si por lo que sea el operador de telecomunicaciones, el gobierno o la compañía donde trabajas ha bloqueado el acceso a X contenido online, la VPN nos permite saltarnos dicho bloqueo. Perfecto, por tanto, para escenarios de censura informativa.
- Es la manera de asegurarte que navegas de forma privada por WiFis públicas: Es cierto que conforme pasa el tiempo la mayoría de conexiones que hacemos (tanto navegando, como utilizando aplicaciones) se van realizando mediante HTTPs, y por tanto cifradas. Pero aun así, no siempre podemos asegurar que esto ocurra al 100%. La VPN se asegura de que todo lo que salga de tu ordenador llegará cifrado al servidor de destino (la IP de la región que hayas elegido), ergo nos quitamos de en medio la mayoría de ataques man in the middle, y por tanto, buena parte del riesgo de conectarnos a estas redes.
En fin, que sea por una o por otra cosa, es de las herramientas de pago que más recomiendo tener contratadas. Si viajas mucho debería ser un must en tu suite de trabajo, pero es que aunque no sea así, contar con una VPN en el smartphone te va a permitir conectarte desde cualquier lugar sin miedo a que tu información quede expuesta.
Y con las ofertas que hay periódicamente, por menos de 100 euros puedes tener VPN para años…
P.D.: Y dice la leyenda que algunos han utilizando VPNs para contratar su cuenta de Netflix en países como Turquía a un precio muy inferior. Pero vaya, que yo no he dicho nada al respecto… :).
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De lunes a viernes en mi cuenta de Twitter (ES) y en mi página de Facebook (ES), entre las 20:00 y las 21:00 hago una recomendación de película, serie o documental que ver ese día.
Y si el contenido que realizo te sirve para estar actualizado en tu día a día, piensa si te merece la pena entrar en el Club Negocios Seguros y aprovecharte de todo el contenido exclusivo que publico para los miembros.
En Argentina hubo un caso bastante curioso. El actual Presidente (que, por suerte, dejará el cargo el próximo 10 de Diciembre), estuvo implicado en varios casos de corrupción (de hecho, tuvo 214 causas al asumir, incluido el tráfico de autopartes y escuchas ilegales a su hermana y cuñado, ambos opositores a él y actualmente fallecidos), y uno muy notable fue el escándalo internacional de Panama Papers donde tenía varias cuentas en el paraíso fiscal. Netflix realizó una serie al respecto y, casualmente, dicha serie fue prohibida por la misma plataforma en Argentina, evitando así la difusión del contenido. \r\nEste es un claro ejemplo de que Netflix no solo bloquea contenido exclusivo de ciertos países sino que además censura ciertas peliculas o series con fines específicos.
La censura de toda la vida, vaya.