Mi madre, y supongo que la amplia mayoría de madres “de la época”, no tuvieron educación financiera alguna.
Eso ha hecho que algunas (las menos) consiguieran ahorrar lo suficiente como para plantarse en la tercera edad con dinero suficiente para disfrutarla, y que el resto (la mayoría) llegasen a la jubilación con una mano delante, y la otra detrás, dependiendo por tanto de que la pensión no vaya, como lamentablemente está pasando (y va a pasar cada vez más con el paso del tiempo) devaluándose frente a la inflación general.
¿Cómo lo consiguió? Pues trabajando como una cabrona toda su vida, y tomando afortunadamente buenas decisiones. Es decir, viviendo por debajo de sus posibilidades.
Que si cobraba X, gastaba X-Y, donde Y es un número mayor que 0.
Bien.
La cuestión, y es aquí donde quiero llegar, es que esta estrategia no es mala, pero tiene el problema de que tampoco te va a hacer nadar en la abundancia… o ya puestos, vivir como seguramente muchos querríamos vivir en los últimos años de nuestra vida.
Fíjate que no estoy hablando de ser FIRE, ni de buscar como un loco ingresos pasivos. De esa manida libertad financiera que está ahora tan de moda. Hablo de que cuando sea viejo, me gustaría llegar a estar, como mínimo mínimo, algo mejor financieramente hablando que lo que está mi madre ahora mismo.
Si consigo esto, significará que he ganado la partida (no contra ella, pobrecita, sino contra el Sistema).
Y para conseguirlo, hay únicamente dos opciones:
- O gano muchísimo más ahora y gasto mucho menos: Algo que, a sabiendas que me dedico a la consultoría y que tampoco es que vaya soltando billetes mientras camino por la calle, supondría sacrificar mucha calidad de vida en este momento.
- O invierto ahora parte de mi excedente para que vaya trabajando por mi, y que el día de mañana, valga más (no menos, más) de lo que vale ahora mismo: Ya sabes, el Axioma número 1 de esa lista de los 5 axiomas que debes conocer antes de plantearte empezar a invertir, y que son algo así como Mis 10 Mandamientos. Mi mantra inversionista.
Sobra decir, por tanto, que la segunda opción me seduce bastante más, así que voy a centrarme en este artículo en ella.
Índice de contenido
Cómo invertir nuestro dinero
Esta pregunta tendría una única respuesta absolutista si fuera un cabrón: Con cabeza.
Y es que en líneas generales es de lo que va todo esto. De invertir, sí, pero sobre todo haciéndolo con los pies en la tierra.
Ni tú ni yo somos Warren Buffet (Axioma número 2), por lo que como desconocemos qué cojones va a pasar el mundo mañana y pasado, vamos a hacerlo corriendo el menor riesgo posible (Axioma 3, 4 y 5).
¿En qué se traduce esto? Pues para cada persona será diferente.
Algunos duermen muy tranquilos sabiendo que el 100% de su inversión está metido en acciones de unicornios de Sillicon Valley, otros prefieren invertir en ladrillo, que es algo material, que pueden tocar y oler.
En mi caso todo esto se traduce en DI-VER-SI-FI-CA-CIÓN.
En no meter todos los huevos en el mismo cesto, sino tenerlos en mientras más cestos posible, mejor.
¿Y qué cestos hay en el mercado que pueden ser interesantes?
Pues vamos a verlos.
El dinero debajo de la almohada (o en una cuenta corriente)
Podría parecer baladí, pero lo cierto es que la liquidez, como vimos en el anterior artículo de esta serie, es en sí misma una estrategia de inversión. Una que supone asumir que tu patrimonio se va a devaluar constantemente en el tiempo. Pero una estrategia, a fin de cuentas.
Y es más, yo recomendaría tener “invertido” en una cuenta corriente (lo de tener el dinero debajo de la almohada ya me parece pasarse un poquito…), como mínimo, lo que necesitas para vivir X meses, siendo X un número que empezará ahí donde cada uno le tranquilice.
¿En mi caso? Pues llámame conservador, pero me gusta tener en cuenta lo necesario para vivir uno o dos años.
Por eso de que las cosas se pueden torcer (caigo enfermo o algo grave).
Para tí lo mismo con 6 meses es más que suficiente. Habrá alguno en la sala que no sufre por tener ahí el dinero del mes y ya está…
Sobre dónde depositarlo, ya que cada uno se busque las castañas. Un servidor, por ejemplo, tiene cuatro cuentas corrientes. Dos de ellas en el banco de confianza (aka el que me ofreció mejores condiciones en su día, y por vagancia ahí sigo), y otras dos en dos neobancos.
Lo curioso del tema es que precisamente en el que me ofrecen 1%TAE anual es justo donde no tengo ahora mismo ni un mísero euro en cuenta.
Soy gilipollas.
En el resto, que tienen un 0% TAE (es decir, no me generan nada de dinero) es donde tengo el dinero.
Invertir en ti
Esta debería ser la primera parada de todos.
Antes de plantearte invertir en cualquier otro activo, deberías mirar si tienes manera de invertir en tí, ya sea con cursos de formación, ya sea con tiempo para sacar adelante esa idea que llevas tanto tiempo dándole vueltas.
De verdad, que no hay nada más rentable que este tipo de inversión.
Y a veces hasta sale muy barata.
Invertir en ladrillo
Empezamos fuerte.
En España toda la vida se ha llevado lo de hipotecarse para comprar una casa/piso/garage/local, y es que es cierto que históricamente, y salvando muy contadas épocas, lo de invertir en ladrillo ha sido una buena idea.
Algo que no quiere decir que vaya a seguir (o que vaya a cambiar) el día de mañana, ojo.
Sea como fuere, la mayoría de los que estamos por aquí tenemos la dichosa manía de querer dormir entre cuatro paredes, así que si has ahorrado lo suficiente, quizás una gran estrategia de inversión puede ser dejar de pagar el alquiler mensualmente, y pagar ese mismo alquiler pero al banco por algo que va a ser tuyo.
- ¿Que el día de mañana lo acabas vendiendo y ganas un extra? Pues perfecto.
- ¿Que pasa justo lo contrario? Pues mira, durante los años que viviste ahí tenías un lugar donde caerte muerto. Y eso también es importante.
Eso sí, ten en cuenta que para invertir en ladrillo, primero necesitas tener una liquidez mínima (el banco te dará como máximo el 80% de la tasación), y que hay que contar con los gastos anuales de tener ese activo (lus/gas/agua, IVI, mantenimiento, futuras reparaciones…).
A cambio, por supuesto, puedes utilizar ese activo para vivir en él (si es habitable) o alquilarlo, generando por tanto una suerte de ingresos pasivos.
Luego está el tema de si amortizar lo antes posible la hipoteca, por eso de ahorrarte comisiones, o de seguir pagándola hasta que seas viejo.
Y te voy a ser sincero: La teoría económica dice que lo segundo es lo más rentable, por eso de que si tienes dinero para amortizar, y ese dinero lo dedicas a invertir en activos como de los que hablaremos a continuación, con los actuales tipos de interés del 1-2%, y presuponiendo una media de 5% de ROI en inversión (factible, sinceramente), fácilmente para cuando acabes de pagar la hipoteca habrás ganado más dinero que el que realmente has pagado de “extra” por no amortizar.
El tema es que al menos, a un servidor, eso de vivir de prestado no le gusta nada. Por eso, nada más pude amortizarla, lo he hecho.
¿Mala estrategia económica? Seguramente.
Pero duermo más tranquilo por las noches.
Y eso no tiene precio.
Invertir en planes de pensiones
Vamos ahora con los activos típicos de inversión.
El más habitual entre el populacho es abrirte un plan de pensiones.
- ¿Qué ventajas tiene un plan de pensiones? Pues la principal es que desgrava. Concretamente, y desde 2022 que el gobierno ha vuelto a cambiar la ley, puedes desgravarte hasta 1.500 euros al año. Que no es mucho, ya lo sé, pero mira, algo ayuda.
- ¿Cuáles son sus desventajas? Pues que a cambio, es un dinero que NO puedes tocar a no ser que pase algo muy grave. Normalmente, o que lleves X tiempo sin trabajo, o que enfermes de gravedad y no puedas por tanto seguir trabajando, o que te retires, o que hayas muerto. En este último caso, y por razones obvias, serán tus herederos quienes van a poder meter mano a lo que haya en el plan de pensiones. Tú ya tendrás bastante con criar gusanos…
Un servidor desde hace años tiene un plan de pensiones abierto, por eso de que soy consciente de que para cuando llegue a viejo, a este paso, y más siendo autónomo, la pensión que me va a quedar no me dará ni para pipas.
Y en mi caso, no me compliqué mucho la vida. Cogí un plan de pensiones dinámico (mayor riesgo inicial, y va disminuyendo con el tiempo) en mi banco de confianza.
He de decir que en estos últimos cuatro años he ganado alrededor de un 20%, lo cual no está nada mal teniendo en cuenta el bajón de 2020.
Invertir directamente en un broker (o creerse el Lobo de Wall Street)
Es, probablemente, la opción más agresiva y a la vez que más potenciales beneficios te podría generar.
Eso sí, tienes que saber “un huevo”. Ser más listo, o tener más suerte que todos los demás.
En resumen, es algo que NO recomendaría a casi nadie.
Porque la realidad es que la mayor parte de usuarios de plataformas de brokers PIERDEN dinero. Según el estudio que busques, y según la plataforma, todas andan entre el 70 y el 90% de usuarios con pérdidas, que se dice pronto.
- Y sí, es cierto que de esos, la mayoría son gente que ha visto la peli del Lobo de Wall Street y creen que pueden hacer lo mismo sin tener ni puta idea.
- Y sí, que de ese porcentaje que sí gana dinero, la mayoría son traders profesionales. Es decir, los que de verdad saben lo que hacen.
En mi caso he hecho hasta un máster para comprender los mercados financieros. Y he “toqueteado” varias plataformas de brokers con dinero falso (muchas de ellas ofrecen esta opción) para probar y entender el argot (no es fácil, ya te lo digo). Y tengo claro que, al menos, hoy en día, esto no es para mí.
Lo que buscaba, como dije en el anterior artículo de esta serie, es que mi capital no se devalúe, y con algo de suerte vaya creciendo a lo largo del tiempo sin que tenga que dedicarle varias horas al día.
Que mi trabajo es otro, vaya.
Si el día de mañana quiero hacerme trader, pues perfecto. Seré el primero en apostar por este tipo de inversión.
Pero no es mi caso en la actualidad, y muy probablemente tampoco sea el tuyo (como tampoco lo es del grueso de la sociedad).
Invertir en fondos de inversión de gestión activa
La otra opción típica a los fondos de pensiones son los fondos de inversión de gestión activa, que son exactamente lo mismo que un fondo de pensiones, solo que sin su principal ventaja (no desgravan) y sin su principal desventaja (sacas ese dinero cuando quieras).
Dedicaré un artículo en profundidad a este tipo de fondos (y a los siguientes), pero quédate con la idea, por generalizar mucho, que antes de contratar uno u otro, tienes que decidir qué riesgo quieres asumir.
- A mayor riesgo, más variaciones entre beneficio y pérdida puedes llegar a tener. Lo que normalmente está asociado con una mayor exposición a acciones.
- A menor riesgo, más estabilidad. Y por tanto, generalmente con una mayor exposición a bonos de larga duración.
Y recuerda que al ser fondos de inversión activa, es importante que revises qué comisiones tienen. Tanto de gestión, como a la hora de sacar/meter dinero.
Invertir en fondos de inversión indexados
He aquí el primer concepto técnico que es importante que conozcas.
- Un fondo de gestión activa no es más que un fondo gestionado activamente por una o varias personas, normalmente analistas, que son los que deciden, cada X tiempo, dónde invierte el fondo (pues mira, hoy vamos a cambiar las acciones que teníamos en el Santander y compramos las de Telefonica).
- Por contra, un fondo indexado simplemente replica un índice, y por tanto no necesita de uno o varios analistas tomando decisiones. Es decir, que si por ejemplo el fondo indexado replica el IBEX 35, eso significa que ese fondo siempre estará invirtiendo nuestro dinero en las 35 empresas que componen ese índice español. Cuando sale una, vende esas acciones y compra de las que han entrado.
¿Y por qué hago esta distinción?
Pues porque desde que existen los fondos indexados hasta el momento, no se han encontrado apenas diferencias en cuanto a beneficios de haber invertido en gestión activa o en fondos indexados. Vamos, que la rentabilidad de unos y otros es prácticamente semeja.
Y a cambio, y por eso de que no es necesario pagarle a esos analistas haciendo el trabajo, los fondos indexados tienen MENORES COMISIONES.
Como te decía, dedicaré una pieza en profundidad a explicarte cómo crearte una cartera de fondos indexados, ya que te podrás hacer a la idea de que esta ha sido mi elección principal.
Mientras tanto, te dejo por aquí el enlace de MyInvestor (ES), el neobanco español con 0 comisiones y registro totalmente online desde tu móvil, en el que yo he confiado para invertir, y también el de Indexa Capital (ES), que al venir desde este enlace tendrás durante un año 0 comisiones para tus primeros 10.000 euros.
Por si te lo preguntas, yo utilizo ambas plataformas (una a título personal, y otra a nombre de la empresa):
Invertir en ETFs
Los ETFs son una alternativa a los fondos indexados, y viene a ser, resumiendo y simplificándolo mucho (si hay un purista en la sala que no me mate), lo mismo que un fondo indexado (es decir, cada ETF replica un índice) solo que con dos diferencias principales:
- Regulación fiscal: En el caso de los ETFs, son a ojos fiscales como acciones, y por tanto deben ser declarados únicamente cuando se obtiene beneficio de ellos (es decir, los vendes), mientras que los fondos de inversión (de gestión activa o indexados), si reparten dividendos, se deben declarar en cada reparto. También te digo que, por ejemplo, esto lo solventas apostando por fondos de inversión que reinviertan el beneficio, y así solo lo declararás cuando lo saques.
- Compra vs suscripción: Al operar como si fueran acciones, realmente tú lo que haces con un ETF es comprarlo. Es decir, es tuyo hasta que lo vendas. Mientras que con los fondos, lo que haces es suscribirte. El fondo no es tuyo, simplemente tienes una participación en él. No afecta mucho en la operativa del día a día, pero es cierto que es una diferencia.
Ya le dedicaré una pieza en profundidad, así que no me enrollo más.
Invertir en criptomonedas
Llegamos a la guinda del pastel. A lo que está de moda últimamente (con permiso de los NFTs).
Sobre esto ya publiqué una varias piezas explicando por qué deberías invertir, y sobre todo, por qué no deberías invertir en criptomonedas.
Quédate sin embargo con la idea de que:
- Es un activo de muchísimo riesgo: Para que te hagas una idea, entre la semana pasada y esta he perdido cerca de un 20% del valor que tenía invertido en crypto, simplemente porque Bitcoin ha bajado de precio. Lo mismo mañana sube un 10%, o baja un 30%.
- Invierte únicamente lo que estés dispuesto a perder: Por el motivo anterior, ni de lejos recomendaría meter ahí una cuantía que, de verdad, te jodiese perder por completo.
Y más aún con los NFTs. Al final son tecnologías que están naciendo, y que por tanto, en efecto, puedes tener suerte y forrarte (los menos) o acabar palmando dinero (la amplia mayoría de esos supuestos gurús que están cada día dando la brasa por Twitter de sus inversiones).
Si te animas, eso sí, te dejo por aquí el enlace a Binance, probablemente el market de criptomonedas más conocido a nivel mundial, y la plataforma donde yo tengo casi toda mi cartera (hay algo más en dos wallets ajenas, pero tradear lo hago desde Binance siempre que puedo):
Dónde crear nuestra cartera de inversión
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