Jeff Bezzos abre la caja de Pandora, en uno de sus muchos movimientos maestros para atraer el interés de la sociedad hacia su empresa, y de repente parece que todos estaban pensando en lo mismo 🙂
La noticia de que Amazon está jugando con drones (EN) para en un futuro (ya os adelanto que un futuro distante como poco) poder usar estos robots para la distribución de sus paquetes llegó en el momento adecuado (campaña navideña), inundando la prensa y televisión mundial, en una estrategia de publicidad tan buena como nos tiene acostumbrados.
A raíz del anuncio, descubrimos que UPS, una de las empresas más potentes en distribución de paquetes también tiene su propio proyecto con drones (EN), y como no, que Google ha delegado en Andy Rubin, el que fuera la mente pensante detrás de Android, un jugoso pastel económico para su disfrute en los X Labs de la compañía, con una idea semejante (EN).
Lo cierto es que hay muchas expectativas en la robótica
Un sector de la industria que claramente es tendencia desde hace unos años. Desde el punto de vista técnico, las palabras de Bezzos no dejan de ser una simple posición estratégica (digo que estoy envuelto en esto, causo revuelo y así me cubro las espaldas porque de seguro la competencia ya ha pensado en lo mismo). Pensar que de aquí a cinco años los drones sean los nuevos repartidores me parece una salvajada, partiendo de que los quince kilómetros a los que se presupone podrían llegar estos drones es un número más que inflado para la tecnología que manejamos (y aun así, insuficiente), partiendo de que no existe en nuestros días un sistema legal normalizado y estandarizado para el tráfico aéreo a tan bajo nivel. Ryan Calo, profesor de derecho especializado en robótica, hablaba de ello (EN) recientemente.
Dudo muchísimo que en apenas uno o dos lustros los robots caminen entre nosotros como nos hicieron ver en el cine con películas de la talla de Yo, robot. Sin embargo, sí ofrecerán (y ofrecen) un cambio cualtitativo y cuantificativo que podría agilizar y modificar la industria para siempre, desde el uso de la robótica en este ámbito, trasladando las cadenas de producción al primer mundo, pasando por la especialización de la mano de obra, y terminando por la figura de la impresión 3D, el género maker y la evolución del concepto de compra de bienes a compra de ideas que producimos en casa.
Porque es este movimiento, y no precisamente el del mayordomo robótico, el que sentaría un precedente en la formulación clásica de la industria. Extrapolado al uso de drones, veo su función como algo más interna que de cara al público (distribución dentro de los inmensos centros de distribución de este tipo de compañías, lo que a la hora de la verdad, repercute en menos tiempo de espera del cliente). Y aun así, me siento afortunado por ver que hay interés real (y cuando digo real, hablo de grandes inversiones) en la robótica, lo que permitirá adentrarse más en la contextualización, en la computación neuronal, en la kinésica y psicología social, ámbitos que beben directamente del conocimiento de nuestra especie, con el añadido de todo lo que aprenderemos al respecto.
Edit a día 7 de Diciembre: Acaban de publicar en Xataka (ES) información referente a las 7 startups que Google ha comprado recientemente para formar ese equipo de investigación sobre robótica. FYI.