Tercer artículo que publico en SocialBrains, esta vez sobre algunos tips a considerar para sacarle el máximo provecho a las redes sociales.
Y es que estos servicios, como el resto de herramientas de gestión de la información, precisan de algunos conocimientos mínimos para explotar sus posibilidades. Es bastante habitual que un usuario se frustre a la hora de realizar una búsqueda activa o consumir de forma pasiva el contenido compartido por sus amigos. Y el problema no es (únicamente) que el resto comparta basura, sino que por defecto las redes sociales vienen configuradas para favorecer este tipo de información frente a la que verdaderamente aporta algo.
Hablamos por tanto de burbuja de filtros, de algoritmos reputacionales, y de algunos hacks sencillos que cualquiera puede aplicar para entender y exprimir al máximo el potencial de Twitter, Facebook, LinkedIn, Google+ y Pinterest.
A continuación, el artículo:
Índice de contenido
15 tips para exprimir al máximo Twitter, FB, LinkedIN, G+ y Pinterest
Por Pablo F. Iglesias
Antes de nada, disclaimer: “No vas a descubrir la pólvora en este artículo”. Quizás a lo sumo algunos tips que pueden resultarte interesantes y que previsiblemente mejorarán la concepción que tienes de una u otra red social.
Pero las redes sociales son lo que son: redes sociales, y su labor, pese a quien le pese, no es la de sustituir al resto de canales como fuente principal de información, sino mantener un contacto más o menos acertado con quien se tercie.
Si lo que buscas es una guía sobre cómo utilizar las redes sociales como herramienta de curación de contenido, lamento decirte que te has equivocado. Y si una búsqueda en Google te devuelve varios tutoriales de ese estilo, prepárate para lo peor.
De lo que hablamos hoy es de cómo explotar al máximo las posibilidades de cada una de las grandes redes sociales, teniendo en cuenta para qué sirven, en qué ámbitos se mueven y cómo debemos usarlas. Pero el valor de la información que saques de ellas depende única y exclusivamente de ti, y ya te adelanto que seguirás precisando herramientas de gestión de RSS si lo que buscas es realmente estar actualizado sobre algún tema.
Así pues, vayamos al grano, que no tenemos todo el día:
Twitter es una red de microblogging. ¿Hasta aquí todo bien verdad? Eso significa que en un principio la red se creó como una manera rápida y social de compartir extractos de información, habitualmente personal.
El mayor problema que tiene Twitter es que la curva de entrada y de aprendizaje para un usuario novel es muy elevada. Los californianos están al tanto, e intentan por todos los medios romper esa barrera mediante las recomendaciones iniciales. Porque señor, las redes sociales que tenemos en la actualidad son asimétricas, y por ende, la información que consumimos depende de las personas a las que seguimos/tenemos como amigos/son contactos/están en nuestros círculos.
¿Cuál es el problema entonces? Que un usuario recién llegado se encuentra con las recomendaciones de posibles conocidos basados en su email (es decir, la mayoría de las veces amigos y familiares que tampoco saben usar la red) y sugerencias de supuestos TOPs según sus intereses (que por lo general funcionan en remoto).
El resultado es un timeline que deja mucho que desear. Entre actualizaciones que no aportan valor alguno (del tipo… “ola k ase“), publicidad que nos entra por un ojo y nos sale por el otro, y tweets del CM haciéndose pasar por el famoso de turno, la tasa de abandono es mayoritariamente alta.
¿Qué podemos hacer para remediarlo?
- Lo primero es borrar a todos aquellos que no aportan nada, aunque sea tu vecino, tu primo o tu novia. Twitter es quizás la red social que bien usada puede servir de apoyo en tu rutina diaria de consumo de información, pero primero hay que hacer criba.
- Lo segundo, empezar a seguir perfiles que aporten: Puede que sean profesionales de tu sector. Puede que sean fuentes de información (intenta ir a la fuente y obviar intermediarios, a no ser que los intermediarios aporten valor en forma de agregación de contenidos, curación u opinión).
- Utiliza las listas: El timeline es por definición caótico. Te va a servir para de un vistazo estar al tanto si ha ocurrido algo importante en las últimas horas, pero para consumir información de forma más estructurada, están las listas. O bien te creas tú tu propia lista con cada tema que quieras seguir, o bien fichas alguna de las que ya tendrá creadas el resto de profesionales de tu sector.
- Y sobre todo, sé directo: Twitter es la forma más directa de ponerte en contacto con alguien a quien no conoces. No tengas miedo en hacerlo, y escríbele cuando tengas algún tipo de duda o sugerencia. Parece una obviedad, pero a muchos usuarios les sigue dando corte twittear directamente a una celebridad cuando por lo general, y si se hace de una forma humana, seguramente se resuelva satisfactoriamente.
¿Empieza lo bueno verdad? ¿Cuántas veces habrás oído (o sentido) aquello de “es que Facebook no me aporta nada“?
Todos en algún momento lo hemos pensado, y de nuevo, la culpa es solo nuestra.
Facebook es (en principio) una red social para estar en contacto con personas que ya conoces en la vida real. El problema por tanto es que al igual que pasaba en Twitter, esto conlleva que las actualizaciones de tus amigos y familiares (la mayoría de contactos que tendrás en Facebook) toquen temáticas tan amplias como poco interesantes.
Todos sabemos que Facebook fue desarrollado por Zuckerberg, y diseñado por una Comisión Interestelar de Gatos como herramienta de propaganda para su dominio mundial. Entre fotos de gatos, hoax, vídeos graciosos (muchos de ellos con gatos como protagonista) y actualizaciones de estado melancólicas está la cosa.
¿Qué hacer para remediarlo?
- Empieza a seguir a gente que te interese: No se trata de agregar a amigos a “todo quisqui“, sino de empezar a seguirle. Muchos profesionales tiene su propia página donde comparten contenido que posiblemente te interese. Pues dale a Seguir y listo. Al final el timeline se volverá menos absurdo y más interesante.
- Hackea el Edge Rank: El algoritmo de valoración de Facebook genera en sí mismo una burbuja de filtros para cada usuario. Acabas consumiendo lo que el algoritmo cree que quieres consumir a raíz de tu historial de consumo, no lo que de verdad está ocurriendo en tus círculos. Para romper el ciclo, basta con cambiar el timeline para que muestre las últimas historias en vez de las consideradas Top. Un nuevo mundo se te va a abrir a partir de entonces.
- Los grupos son tus amigos: Al igual que las listas en Twitter, los grupos son una buena herramienta de información (ya sabes, a años luz de la que tú mismo te puedas montar mediante suscripción vía RSS). Localiza algunos grupos interesantes, y asegúrate de configurar acertadamente las notificaciones (porque sino va a ser un espectáculo odioso de aguantar). Además, puedes situarlos en la parte superior de la barra lateral agregándolos a favoritos (de forma que te sea más sencillo acceder a ellos cuando así lo precises).
- Qué tengas a alguien en Amigos no significa que tengas que seguirle: Y esto es interesante, sobre todo con aquellas amistades con las que no quieres perder el contacto (pero que tampoco te aportan nada en el día a día).
Por cierto, si estás interesado en cómo configurar la privacidad en Facebook, echa un ojo a este artículo.
La red de los profesionales, y una de las más infravaloradas. Twitter puede ser una gran herramienta para estar actualizado. Pues LinkedIn es una gran herramienta para mantenerte informado en tu sector.
Con la compra y unión de Pulse dentro de la plataforma, se abre la veda (todavía con algunos temas que pulir, como comentaba Julio Aliaga (ES) en uno de sus últimos artículos) a una LinkedIN que hace las veces de “sala del café de la oficina“. Un punto de encuentro para saber de qué hablan o están leyendo tus compañeros de trabajo.
En este caso, y al estar LinkedIn fuertemente enfocada a un aspecto de nuestra naturaleza, solo añadiría que nuevamente, los grupos son nuestros mejores amigos, tanto para darnos a conocer, como para estar al día.
Google+
La gran olvidada. Dicen que es un desierto, y los que estamos en ella tenemos la impresión de estar en un oasis.
Le pasa exactamente lo mismo que a Twitter. Curva de aprendizaje alta, con el añadido que las recomendaciones iniciales (ya sabes, amigos y familiares) seguramente no la usan, y por tanto, favorece la idea de que aquí (o allí, ya no sé dónde acaba Google y empieza Internet) no hay nadie.
¿Qué podemos hacer para exprimir su potencial?
- Los círculos: Google+ tiene uno de los mejores (sino el mejor) sistema de filtrado de contactos que existen en las RRSS: Un mismo contacto puede estar en uno o varios círculos, y nuestras actualizaciones pueden aparecer tanto en público, como en privado en uno o varios círculos. Las posibilidades de segmentación (tanto de publicación como de curación de contenido) son enormes. Dedícale un tiempo a ordenar tus contactos según temáticas o intereses, y verás como la red empieza a cobrar interés en tu día a día.
- Las comunidades: Quienes las conocemos nos encantan, pero de nuevo, Google no ha sabido “venderlas” como lo que son. Google Communities viene a ser el foro de toda la vida, pero dentro de Google+. Las hay para casi cualquier tema, y permiten enriquecer el timeline y la experiencia dentro de su plataforma con contenido que por lo general nos será de interés (debido a lo acotada que suele estar la temática en cada una de ellas).
- Google+ es el Google social: Es decir, que para Google, tu perfil de Google+ eres tú. A un perfil más rico, mayor exactitud con la burbuja de filtros que la compañía creará en el resto de sus servicios (incluido, por supuesto, el buscador). Más focalización, a fin de cuentas, que puede ser positiva si utilizamos de forma sabia la red social, o negativa si como el resto de usuarios la tenemos abandonada.
Por cierto, si estás interesado en cómo configurar la privacidad en Google, echa un ojo a este artículo.
No quería terminar este recopilatorio sin hablar de Pinterest, que parece encasillada a una red social de mujeres y/o de moda/compra, cuando tiene un potencial inmenso como agregador de contenido.
Los pines son una instantánea gráfica con una descripción y un enlace al contenido compartido. Y simplemente esto transforma a Pinterest en uno de los mejores repositorios de enlaces que podemos tener. Al menos hasta que Instagram no copie la idea…
¿Cómo usarlo? Muy sencillo:
- Crea Tableros con temáticas que más te interesen: El timeline de Pinterest cubre el espacio de descubrimiento ajeno a tu zona de trabajo habitual, pero sobre todo, es tu propio perfil el que más valor te va a ofrecer. Con la creación de varios tableros, tendrás diferentes “carpetas” a las que añadir el contenido que veas en el resto de redes sociales o páginas, y gracias a su buscador, te resultará muy sencillo encontrar aquellos temas que “habías guardado” para consultarlos cuando precises.
- El apartado social: No hay que olvidar que Pinterest es una red social, y por ende, el apartado social juega un papel fundamental. Al igual que puedes crear tus propios tableros, puedes seguir tableros del resto de usuarios, enriqueciendo tu propio perfil “con el trabajo de los demás”.
- Geolocalización: Muy interesante para según qué tipo de perfil estemos buscando. Los tableros pueden estar estructurados alrededor de un mapa, de forma que por ejemplo tengamos fichados locales de alterne interesantes o viajes pasados, para consultas rápidas cuando así lo precisemos.
Y hasta aquí hemos llegado. ¿Se me ha olvidado algo? Seguramente, pero para eso están los comentarios. Espero haberte ayudado, ¡y nos seguimos leyendo!