spoilers

Los viejos del lugar recordarán que hace un par de años monté un calendario público en Google Calendar en el que, cada mes, iba apuntando los días de estreno de las películas, series, libros y hasta videojuegos que iban a salir y que, por razones obvias, a un servidor le interesaba consumir.


Ya sabes, mucha ciencia ficción, fantasía épica, terror y aventuras, con algunos picoteos ocasionales a la comedia y demás géneros.

Y lo hice sinceramente por aprovechar ese “trabajo” de investigación que ya hacía yo a título personal. Por casa somos mucho, muchísimo, de consumir este tipo de contenido.

Es nuestra droga, vaya.

Pagamos actualmente por todos los servicios importantes de streaming de contenido que hay en España. El del proveedor de telefonía, pero también por HBO Max, Amazon Prime Video, Netflix, Disney+ y Apple TV+. Y con la vuelta a la casi normalidad tras el COVID, hemos vuelto a pisar las salas de cine a un ritmo de una o dos veces al mes.

¿Todo lo que no llega por estos canales? Que haberlo haylo, pues no me queda otra que buscar “canales alternativos” para consumirlo.

No me importa pagar por contenido. Pero si no me dan opciones para hacerlo…

Y a eso junta el Game Pass Ultimate y todos los juegos que voy comprando a lo largo del año para las diferentes plataformas en las que juego, así como ese Kindle Unlimited que me permite tener tarifa plana de obras literarias de lanzamiento y de grandes clásicos atemporales.


Para cada contenido, creaba una entrada en la agenda el día de lanzamiento con su nombre, seguido del tipo de producto audiovisual y el género, y en comentarios ponía un breve resumen de lo que iba, con la plataforma (si competía) donde salía y el trailer, de haberlo.

Sin embargo, lo acabé dejando.

O, mejor dicho, acabó pasando a ser lo que hago actualmente, que es que de lunes a viernes, entre las 20:00 y las 21:00, publico tanto en mi página de Facebook como en mi perfil de Twitter la recomendación del día.

Para muestra, un botón:

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El tema, como decía, es que dejé de hacerlo. Y la razón es muy sencilla: Hace ya tiempo que intento no ver ningún trailer ni contenido extra de aquello que quiero acabar consumiendo.

Que me he cansado de comerme spoilers, vaya.

Y que he descubierto que, gracias a ello, disfruto más de este entretenimiento.


El hype mal entendido

Llevamos ya unos cuantos añitos en los que lo habitual es sembrar todos los canales de pequeñas píldoras constantes de información para “calentar el ambiente” antes de un lanzamiento.

Algo que se ha hecho toda la vida, cierto, pero que antes pasaba por, a lo sumo, salir un teaser, una marquesina o un trailer unas semanas antes del lanzamiento, y ahora se vuelve en una campaña mediática y multiplataforma que puede durar meses.

El que, para colmo, la industria audiovisual haya abrazado los metaversos como si no hubiera un mañana, unido a ese FOMO en el que se basa el negocio de cualquier red social que se precie, hace que estemos continuamente bombardeados por pequeños fragmentos de ese contenido que tanto ansiamos consumir… hasta el punto de que para cuando lo consumes, ya sabes buena parte de lo que va a ocurrir.

Lo estamos viviendo estos días, sin ir más lejos, con el trailer supuestamente filtrado de la nueva película de Spiderman. Tranquilo, que no voy a decir de qué estamos hablando (los que lo hayáis visto, ya lo sabréis). Que es cierto que puede ser un montaje, o incluso una estratagema de la propia franquicia para meter más hype con algo que luego no acabará pasando…

Pero, al menos a un servidor, le cansa.

Y le cansa porque aunque tengo la suerte (algo bueno tenía que tener) de sea como Dory (tengo memoria de pez), y que muchas veces me acabo acordando de los spoilers cuando ha pasado la escena (¡anda mira, esto es cierto que ya lo sabía!), como decía, en este tiempo y mi obcecación a no ver más trailers, ni teasers ni nada por el estilo más allá de un vistazo a de lo que va (por saber si ese contenido me va a interesar) y cuándo/dónde va a estar disponible, está haciendo que disfrute bastante más de este vicio.

Fíjate que en esto tenemos choques en casa con Èlia, ya que habitualmente soy yo quien decide qué ver cada vez, y tiendo, quizás porque a mi me gustaría llegar aún más virgen a los contenidos, a ponerle algo sin tan siquiera decirle el nombre.


Ella, por contra, es de las que prefiere venir con mientras más información posible, así que en esas estamos.

Supongo que dependerá de cada persona y de sus gustos.

Pero incluso para alguien que se dedica a esto, y que está muy al tanto de “la conversación”, en entornos digitales tan selváticos como los actuales, es posible llegar al estreno sin apenas información.

Requiere, eso sí, trabajo, y sobre todo fuerza de voluntad.

Te animo a que lo pruebes, aunque sea con ese próximo lanzamiento del que tienes tantas ganas.

Lo mismo te acaba defraudando algo, como me pasó el otro día en el cine con la nueva de Venom (no está mal, pero salí un poco ¡chof!), o lo acabas pasando pipa, como me está ocurriendo con el Dark Souls 3 (ya ves tú, un juego de hace unos años), del que solo miro la guía cuando estoy harto de pegarme contra una misma pared (aka: no saber qué tengo que hacer o morir sin parar contra un jefe) una y otra vez.

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¿Quieres saber en todo momento qué estrenos de series y películas están por llegar?

De lunes a viernes en mi cuenta de Twitter (ES) y en mi página de Facebook (ES), entre las 20:00 y las 21:00 hago una recomendación de película, serie o documental que ver ese día.

Y si el contenido que realizo te sirve en tu día a día, piensa si te merece la pena invitarme a lo que vale un café, aunque sea digitalmente.