doblepensar


Se me ocurre que puede ser un buen ejercicio el compartir en el mismo artículo tres extractos sacados de algún discurso o diálogo realizado en nombre de una u otra nación, para excusar una guerra fría, selectiva y ubicua, contra un ENEMIGO, habitualmente intangible o que cambia con el paso del tiempo, y que obliga a la sociedad a mantenerse alerta y supuestamente protegida por el PARTIDO.

Y me he permitido el lujo de utilizar ENEMIGO y PARTIDO para no desvelar mis cartas antes de tiempo. Lea los tres extractos, y fantasee (si no reconoce ya alguno), con la persona que pudo realizarlos.

El pueblo está preparado y listo para hacer frente a cualquier agresión. Todo el mundo, incluidos los niños pequeños, saben usar una ametralladora y lanzar una granada. En la secundaria aprendes lo básico en formación, disparar armas, y cuando estás en la universidad, sobre todo, en el segundo año universitario, recibes información complementaria. […] Podríamos decir que los X millones de personas que viven en el país son en sí mismo todo un ejército que contribuye de una u otra manera a la defensa de la nación.”

“No solo se le exige al miembro del PARTIDO que tenga las opiniones que se consideran buenas, sino también los instintos ortodoxos. Muchas de las creencias y actitudes que se le piden no llegan a fijarse nunca en normas estrictas y no podrían ser proclamadas sin incurrir en grandes contradicciones. […] La guerra es el principal motor de la economía y permite el desarrollo de la industria. El ENEMIGO es ENEMIGO mientras los intereses del PARTIDO así lo requieran, tornándose aliado cuando nuestro antiguo aliado se vuelve el ENEMIGO.”

“Tenemos que adaptarnos a un nuevo mundo en el que cualquiera puede construir una bomba en un sótano. […] El objetivo es intentar prevenir ataques antes de que ocurran en lugar de perseguir al ENEMIGO después de que éste cometa los ataques. […] Nuestra labor como PARTIDO es luchar por una comunidad íntegra que trabaja por y para la seguridad de los ciudadanos de nuestro país.

El discurso en los tres casos es el mismo, aunque la formulación, y como verá más adelante, la ideología, son dispares.

Los tres se defienden ante acusaciones (o insinuaciones) de que su sistema está abusando del poder que el pueblo les ha dotado. Son excusas, a fin de cuentas, para proteger los intereses del PARTIDO frente a la crítica, interna o externa, de un colectivo conocedor de la maquinaria de control de la sociedad.


¿Ya sabe a quién pertenece cada una?

Venga, que se lo digo :).

La primera es de Alejandro Cao de Benós, delegado especial del gobierno de Corea del Norte, y único extranjero al servicio del partido, que se defendía de esta manera a quien le da de comer en el capítulo 9 de En tierra hostil (no enlazo porque su visionado requiere registro y pertenece a un medio de AEDE).

La segunda, perteneciente a la explicación que George Orwell hace en su libro 1984 (ES) sobre la filosofía del IngSoc, el PARTIDO que gobierna de forma dictatorial el país donde vive Winston.

La tercera, de la boca de Barack Obama en su discurso (EN) poco después de conocer el sistema de monitorización masivo de metadatos de comunicaciones que la NSA estaba recopilando desde el 11S.

En los tres casos, el ENEMIGO es desconocido. Es un ente abstracto, que podría ser tu vecino o un país situado en la otra punta del globo. Y esto es motivo suficiente para cohibir las libertades y derechos de los ciudadanos. De hecho, los propios ciudadanos son partícipes del asalto. Los propios ciudadanos forman parte del sistema, y deben (quieren) acatar unas normas, pese a que su propia síntesis pueda llevar a contradicciones.

La excusa del terrorismo, de una guerra fría invisible y prorrogable durante años y años, es la vía más rápida y sencilla para mantener una sociedad de control estable.

Hay que dejar de lado ese absurdo anhelo por la privacidad en las comunicaciones, por el abandono de sistemas tradicionales en favor de otros más modernos y rastreables. Porque si dejamos de lado estas pretensiones vacuas, insulsas, gozaremos de mayor seguridad en nuestro día a día.

No cohibo tus derechos, te protejo de males mayores.

No es necesario por tanto dar más explicaciones. Hoy serán los norcoreanos, ayer fueron los chinos, los talibanes o los rusos. Los radicales, que caminan por las mismas calles en las que juegan tus hijos.

Recuerda que esto lo hacemos únicamente para protegerte. Recuerda…