Hablábamos a principio de la semana de los retos que supone para la privacidad la nueva arma de EEUU, CISPA, que está a un paso de entrar en vigor, y veíamos cómo había saldado uno de los últimos peldaños amparándose en la ofuscación que la sociedad estadounidense (y en el mundo en general) tenía en la tragedia de Boston.
Y es que hay estudios que demuestran que la opinión de la multitud suele ser mejor que la de un solo experto, entrando en debate los posibles sesgos sociales del individuo y el refrán de “dos ojos ven más que uno“.
La experiencia apoya la teoría, y hay claros ejemplos de éxito en proyectos crowdsourcing como puede ser el re-captcha, que sirve por un lado para demostrar en una página que eres humano, y de paso ayudas a la digitalización de libros de forma totalmente voluntaria, el apoyo mediático que se hace para buscar a un sospechoso a partir de un retrato robot, o el nuevo proyecto de Luis Von Ahn que permite aprender idiomas traduciendo internet (aprendes a la vez que ayudas a la traducción de millones de webs en otros idiomas).
Pero llevado al extremo, el esfuerzo colaborativo se vuelve un arma de doble filo, más si cabe apoyado por la aparente libertad de acción de plataformas anónimas como 4Chan o incluso Reddit, la cadena de arrastre que suponen las palabras de individuos con reputación (esto es así en tanto en internet como en la vida real) y la necesidad innata del individuo de pertencer al colectivo y sentirse apoyado en causas y acciones que seguramente no llevaría a cabo en persona.
El lamentable suceso de las bombas en la maratón de Boston se ha saldado varias vidas y muchos heridos, pero también ha servido para la desacreditación del valor de la red como apoyo a la justicia.
Y es bueno que esto haya ocurrido (la desacreditación, me refiero), porque pone en entredicho un arma que debe ser considerada como tal. La sociedad no está preparada para hacer de investigadores, para ser la propia policía, y mucho menos deberíamos permitir, sea correcto o no, el linchamiento público que han tenido que sufrir los “falsos sospechosos” a los que todos los “me gusta” señalaron como asesinos.
Cuando el poder de juzgar colectivamente quede impune, volveremos a los tiempos del miedo y del terror, a la caza de brujas, al qué dirán y al qué debo hacer si soy víctima de ello.
Dos jóvenes que han visto arruinada su reputación digital, y seguramente también la cercana, por suposiciones y fotos, por habladurías que se han viralizado en la red, del simple “quizás” a la acusación formal. El siguiente paso son las antorchas y el molino en una noche apagada.
Mucho cuidado con las conjeturas en internet, ya que acaban por gozar del beneficio de la duda gracias a la inexpresión existente en el medio de comunicación, a las falsas reputaciones y al inmenso potencial viralizante del rebaño.
No necesitamos héroes. No a costa de perder los derechos adquiridos duramente a lo largo de siglos de revoluciones y cambios éticos y morales.
Edit a día 26 de Abril del 2013: Reddit hace una reflexión en su blog sobre lo ocurrido.