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resenas delay

En cuestión de un par de semanas hemos vivido dos decisiones parecidas provenientes de dos empresas tan radicalmente distintas como son Amazon y Google, en pos de intentar minimizar el impacto del review bombing, o la bajada drástica de la valoración de un producto o servicio debido a la decisión orquestada de un grupo de usuarios por desacreditarlo. Sea por razones intrínsecas a la sensación de calidad del producto o servicio, sea simplemente como queja a un tema que lo mismo nada tiene que ver con él mismo.

Por un lado, tras el estreno de Los Anillos de Poder en Amazon Prime Vídeo, llegó la típica oleada de grupies frikis que idolatran a Tolkien para quejarse de cuestiones tan banales como que de dónde cojones había salido un elfo negro (¡Si Tolkien levantase la cabeza!), o qué es eso de la diversidad asombrosa que hay en todas las razas (los humanos de Númenor parecen todos sacados de la campaña de otoño de Zara).

Sobre esto quería haber escrito un artículo, pero ya que lo menciono de pasada por aquí, quería dejar claro, como ya hice en su momento hablando de la importancia del mito en la sociedad, que el papel de artistas de la pluma como lo fue Tolkien y de géneros como la ciencia ficción y la fantasía épica en nuestros días es la de ofrecer a la sociedad una suerte de mitología, ahí donde la mitología tradicionalista (véase, la religión) está en claro retroceso.

Es más, el propio Tolkien soñaba con que su obra acabase transformándose en un mito, y de ahí que pasara buena parte de su vida reescribiendo lo que hoy conocemos como el Silmarillion, y que no es más que una Biblia, un Corán, para su mitológica forma de entender el mundo de la Tierra Media.


¿Pues sabes qué tiene de particular el mito frente a otras construcciones literarias?

Que los mitos evolucionan y se adaptan a las realidades y preocupaciones de las épocas en las que viven. Que son virales y meméuticos, vaya.

De ahí que, en efecto, en un principio del siglo XX, con un Tolkien que le tocó vivir La Gran Guerra, la figura de los elfos se parezca muy mucho a la ideología nazi de la raza aria, y muy probablemente a Tolkien jamás se le hubiera ocurrido mezclar colores en la piel de sus personajes.

Sin embargo, Los Anillos de Poder es un producto mitológico de la obra de Tolkien, y como tal, toma de él lo que quiere (el mito) y lo adapta a la diversidad esperable y hasta cierto punto forzosamente buscada de nuestros días.

Pero vuelvo al tema principal, que me disperso.

La cuestión es que Amazon, al ver la situación, decidió controlar el review bombing que estaba sufriendo su nueva superproducción con algo tan sencillo como que a partir de ahora, las reseñas puestas al estreno de una serie o película, tardarían en mostrarse varios días.

Y justo ha pasado algo semejante en Google Play. Google ha decidido que a partir de ahora las reseñas de apps tardarán tres días en ser visibles para el resto de usuarios de la plataforma.


Los desarrolladores, no obstante, seguirán recibiendo la reseña instantáneamente, pudiendo responderla. Pero el grueso de usuarios veremos siempre las reseñas con un delay de tres días.

¿QUÉ SE BUSCA CON ESTO?

Pues algo tan sencillo como minimizar el impacto del review bombing, que por su propia ideosincrasia, se retroalimenta de los comentarios anteriores.

Si un usuario cabreado por la razón que sea llega a la ficha del producto o servicio en cuestión, y en vez de encontrarse decenas o cientos de comentarios semejantes, no se encuentra ninguno, o los que hay son más moderados, es probable que se lo piense dos veces y acabe por no publicarlo.

A fin de cuentas, en el review bombing la propia comunidad juega un papel crítico alienando más a los nuevos.

Para colmo, ese delay también permite a la plataforma identificar problemas y decidir si debe o no tomar medidas. Y me refiero a que frente a una campaña de review bombing o de astroturfing, está claro que a la plataforma le será mucho más cómodo moderar el contenido si este no ha estado publicado.

Se libra, por tanto, de la presión social, ergo puede «manipular» (en el buen y en el mal sentido) los resultados para mostrar aquellos que les interesen.

Todo gracias a algo tan sencillo como postergar el visionado de las reseñas, lo que de seguro hará que ahora veamos cada vez menos campañas orquestadas de este tipo… a la vez que dota de mayor control a las plataformas para decidir qué se muestra y qué no.


Una de cal, y una de arena, para variar…

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