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Tanto Facebook en su día, como Twitter e Instagram (EN), han apostado por servir el contenido que consumimos en sus plataformas organizado algorítmica y no cronológicamente, como hasta entonces.


El cambio de parecer viene incentivado por el negocio, habida cuenta del reto que supone monetizar una plataforma de contenido cuyo principal valor (la información) no está gestionada por la propia compañía, sino por criterios externos.

El movimiento, sin embargo, tiene tanto puntos positivos como negativos para el usuario, que deberá decidir si, en el caso de poder cambiar el sistema, prefiere mantener o no este tipo de cronología.

Mi idea con este este nuevo capítulo de la serie #MundoHacker, donde tratamos en varios tutoriales las medidas para atacar y/o defenderse en el mundo digital, es precisamente esta: Ponerle en conocimiento de todos estos puntos, y dotarle de las herramientas necesarias para que en caso de que decida desactivarlo, sepa cómo se hace en cada una de las redes sociales.

Empecemos.

A favor de un sistema de información gestionado de manera algorítmica

La primera parada nos obliga a señalar los beneficios de un sistema semejante de cara al usuario, obviando los intereses económicos de las compañías, pero antes, hay que tener en cuenta que estas plataformas tienen que tener un sistema de ordenamiento específico.

Continuamente se está generando contenido en redes sociales, y esto hace que según la periodicidad de uso que le demos a cada plataforma, nos podamos perder información que quizás era interesante que hubiéramos visto.

El éxito de nuestra era pasa precisamente por ser capaces de navegar con criterio en un océano infoxicado de contenido intrascendente, y aquí cada red social, cada servicio informativo, afronta esto de la mejor manera que se le ocurre.


Centrándonos en el mundo social, la mayoría han apostado porque esa curación de contenido pase, en primera fase, por el filtro de nuestros conocidos. Es decir, tanto en Facebook, como en Twitter, como en Instagram, nosotros vemos lo que nuestros amigos (y la compañía con su publicidad) ha publicado, y nuestro contenido le podrá únicamente llegar a aquellos que nos siguen.

Esto libera un universo de información que sería realmente inabarcable, pero aun así, sigue siendo demasiada para los hábitos de consumo de la mayoría de nosotros. Por ello, las empresas recurren a alguna de las siguientes estrategias:

  • O bien delegamos el orden del contenido que sale de ese primer filtro a un factor externo y neutral como es el tiempo.
  • O bien dejamos que sea la compañía, en base a su conocimiento, la que ordene la información para servírnosla.

En el primer caso, como comentaba, la información llega según se publica, de manera que siempre consumiremos las últimas actualizaciones (vengan del conocido que vengan).

Por contra, el algorítmico permite que llegue a nosotros aquella información que el sistema de aprendizaje de estas plataformas cree que más nos va a interesar, relegando a un segundo o tercer nivel el resto.

Consumimos por tanto aquello que el sistema, en base a ese profiling basado en el historial de interacciones anteriores, en nuestros gustos, en el contenido que compartimos y un largo etcétera, entiende que va a ser de nuestro agrado, sin factores neutrales de por medio.

En contra de un sistema de información gestionado de manera algorítmica

Siempre hay un pero, y es que este tipo de ordenamiento favorece la llamada burbuja de filtros, a la cual ya he dedicado más de un artículo, y que se resumirían en lo siguiente:

Un sistema de recomendación algorítmica limita el universo de información que consume el usuario de manera perniciosa, al mostrarle únicamente aquellos resultados que política, social, económica, religiosa y racialmente simpatizan con el profiling que el servicio tiene de cada uno de nosotros.


Es decir, que si por ejemplo somos más cercanos a la ideología de derechas, el sistema intentará en la medida de lo posible mostrarlos únicamente información que nuestros amigos de derechas publican, silenciando a los de izquierdas. Que si hemos compartido más información de un medio de comunicación que de otro, intentará siempre mostrarnos la versión de ese medio, y no las de otros que quizás no sean de nuestro agrado.

Al final, lo que obtenemos es un sistema que pese a que se jacta de ser neutral es profundamente subjetivo, y lo que es peor aún, discriminatorio. Un Facebook, un Twitter, un Instagram que no nos muestra lo que de verdad está ocurriendo, sino una versión limitada por sus propias limitaciones (y por las nuestras) que limita a su vez cada vez más nuestro entendimiento del mundo que nos rodea.

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Es más, ocurre, sobre todo en escenarios como Facebook (por las relaciones que habitualmente tenemos en el mundo físico con las personas que tenemos de amigos en la red), que pasar del sistema de recomendación algorítmico al cronológico “revive” muchas amistades que habían quedado hasta ahora sepultadas en nuestro timeline. Personas que quizás tengan ideales distintos, pero que siguen siendo amigos nuestros, y de los que hasta ahora no sabíamos nada.

Sin obviar, como quedó demostrado en su día, que un sistema como este es perfecto para contagiar ideas a la sociedad. Lo volvían a comentar recientemente en un artículo brillante de FastCoExist (EN), atendiendo al papel del algoritmo de News Feed de Facebook como herramienta propagandística de carácter radical.

¿Cómo desactivar la recomendación algorítmica en Facebook, Twitter e Instagram?

Afortunadamente, cambiar entre uno u otro sistema de recomendación es realmente sencillo.

En Facebook, basta con pinchar en el triángulo que está al lado del News Feed en nuestro menú lateral, y seleccionar las Más recientes, en vez de las Historias Top.

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Para hacer lo propio en Twitter, tenemos que abrir el menú, ir a Configuración (o Ajustes, si estamos en la aplicación), y en la sección General, Cronología, desmarcar la opción “Mostrarme los mejores Tweets primero”.


tweets primero twitter

Nos faltaría Instagram, pero lamentablemente, hoy en día, no se puede desactivar. Es lo que hay :).

Por un entorno informativo más neutral

Mi recomendación sería que al menos lo pruebe, y que si al final prefiere volver a lo de antes, que lo haga, siendo consciente de las limitaciones a la que se ha expuesto.

Ya le he comentado en otras ocasiones lo importante que es saber autogestionar la información que consumimos. Las redes sociales son servicios muy buenos para estar en contacto con otras personas, pero no son servicios eficientes para estar informado. Pese a todo, y sabiendo que pasamos un tiempo considerable usándolas como tal, el acercamiento más acertado y neutral, que más garantías nos ofrece como sistema de información, es el cronológico.

Esto unido a estrategias de desinformación y oversharing, a la importancia de saber generar ruido, que nos permitan modificar el profiling que estas compañías tienen de nosotros. No por hacerles daño, sino porque sus sistemas sean lo más abiertos posible a la hora de recomendarnos una u otra lectura, a la hora de mostrarnos una u otra publicidad.

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Puedes ver más artículos de esta serie en #MundoHacker, donde tratamos en varios tutoriales las medidas para atacar y/o defenderse en el mundo digital.

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