Últimamente hablar de la industria es sinónimo de hablar de dinosaurios 1.0 incapaces de actualizarse, y que para colmo amenazan a gobiernos e instituciones para evitar que éstos permitan la innovación en el sector.


ransomware

Hablamos de una industria tradicional, con medios y presupuesto para ser referentes, y que poco a poco están perdiendo fuelle debido a su estrategia absurda de luchar contra lo que el usuario pide, en vez de adaptarse como estamos haciendo el resto.

El nuevo capítulo rosa de esta historia (que a cada paso avergüenza más) proviene como no podía ser de otra manera, de la comisión sobre el robo de la propiedad intelectual estadounidense, gestionado casualmente por dos de los mayores estudios de la industria de Hollywood, NBC Universal y Warner Bros., y que ha presentado un nuevo informe (EN) de 84 páginas en el que se especifica una nueva forma de luchar contra la piratería online: Atacar a los usuarios con contenido pirateado que vulnere derechos de autor con malware.

Se habla de diversas técnicas, desde el uso de spywares para vigilar las acciones de los usuarios (para la industria, todos somos culpables hasta que se demuestre lo contrario), la instalación (sin permiso de los usuarios, por supuesto) de Rootkits de análisis de tráfico y robo de datos, hasta el ataque con virus ransomwares como el conocido Virus de la Policía, que bloquearían o bien el contenido infractor, o directamente el terminal.

Es decir, la industria tendría la potestad de infectar los ordenadores ajenos legalmente. Meterles virus, controlar el uso que dan a sus terminales y escuchar todo el tráfico que haya en ellos. Atentos a este párrafo que me ha encantado:

Por ejemplo, el archivo puede ser inaccesible y el equipo del usuario no autorizado podría ser bloqueado, con instrucciones sobre cómo ponerse en contacto con la policía para obtener la contraseña necesaria para abrir la cuenta. Tales medidas no violan las leyes vigentes sobre el uso de Internet, sin embargo, sirven para mitigar los ataques y estabilizar un incidente cibernético para proporcionar el tiempo y pruebas necesarias para la aplicación de la ley.

Según estos expertos en nuevos medios, instalar sin permiso software con el fin de escuchar, rastrear el terminal, y bloquearlo, no violan ninguna de las leyes vigentes… Pues chicos, ya sabéis. El malware es legal.


Parece ciencia ficción, y en efecto estamos ante los mismos enemigos de siempre. Industrias de hace décadas que quieren seguir controlando a base de remo un sector que ha evolucionado.

Si ya de por sí esas 84 páginas dejan presente que quienes lo han escrito se han quedado en la edad media, se dejan en el tintero el método que usarían para localizar los archivos piratas, y que no es otro que hacer escuchas mediante software espía, que tendrían que instalar previamente (por ejemplo en cuanto metiéramos un CD o descargáramos una película desde la plataforma oficial).

No sería la primera vez, ya que como bien dice Enrique Dans en uno de sus últimos artículos, solo hay que remontarse al 2005 y la instalación sin permiso de rootkits (EN) oculta en productos comerciales de SONY, y que acabó con una demanda que claramente ganó el consumidor (ES).

Supongo (o quiero pensar), que esto jamás llegue a salir más que de la boca de estos ineptos digitales, pero si llegara ocurrir, me se de más de uno que empezaría a pensarse muy bien si usar sus conocimientos informáticos para acciones que hasta ahora ha considerado malignas y que en este caso serían a favor de la sociedad de la información, y por supuesto, de la censura institucional.

Si quieren jugar con fuego, que tengan en cuenta que se pueden quemar. Y tratándose de un medio como es Internet, que les es totalmente desconocido, vaya que les va a ocurrir.