Leía a finales de la semana pasada el artículo de Javier Pastor (a quien como bien sabéis tengo en alta estima) en XatakaMovil (ES) sobre la necesidad de terminales de gama alta para que el SO de Mozilla fuese considerado consecuentemente en el mercado.


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Y lo cierto es que a grandes rasgos, estoy de acuerdo con lo presentado, aunque me gustaría matizar algunos puntos que entiendo por desconocimiento o tendencia he echado en falta.

Developers, developers, developers

Parafraseando a Microsoft, es verdad que lo que necesita una plataforma para salir adelante hoy en día son developers. Developers que se vuelquen con sus desarrollos de aplicaciones en la plataforma, ya que el usuario final no busca un móvil con un sistema operativo específico, sino aquel móvil que le permite tener la comunicación y utilidades que tienen sus conocidos.

En el artículo se menciona la necesidad de acercarse más a la filosofía de Apple, ese culto tecnológico que Asimov vaticinó en las primeras crisis Seldon (Enlace de afiliado), y que en la práctica (y en mucho menor tamaño) ha dado tan buenos resultados. Básicamente se trata de elevar una plataforma (un gobierno, un mundo) hacia algo religioso, donde el usuario se sienta respaldado por el colectivo de fanboys, y los desarrolladores (sacerdotes tecnológicos) obtengan un ecosistema fuertemente recompensado. Llevar a cabo tal titánico menester no es sencillo. Apple lleva años y años encumbrándose murallas ideológicas alrededor de sí misma, inflando considerablemente los precios para atraer el mercado donde hay dinero, y controlando todo lo que ocurre en su terreno. Los desarrolladores, por tanto, cuentan con una basta porción del mercado afin a gastar lo que sea donde sembrar sus aplicaciones.

La filosofía de Firefox OS es otra diametralmente opuesta. La idea no es atraer únicamente a ese gran sector de consumidores ya fidelizados con los beneficios de las nuevas tecnologías. La idea es llegar allí donde hoy en día el smartphone (o la tablet, o la smartTV o cualquier dispositivo sensible de ser smarterizado) aún no ha explotado. El valor de la gama media-baja. Hablamos por tanto de un mercado que está surgiendo, no únicamente el establecido (América Latina es un gran ejemplo). Un mercado que de buenas a primeras no está interesado en gastar grandes sumas de dinero, pero con la suma de muchos millones de nuevos consumidores la balanza se equilibra.

Ocurre además otro hecho que se ha dejado de lado, y es que Firefox OS aboga por eso de lo que llevamos hablando ya años: La web como plataforma, y sus ventajas frente a SO de lenguajes de alto nivel. Para el desarrollador, es probable que no obtenga un gran bidireccionamiento económico directo (dejaremos de lado la monetización vía datos, que a la larga suele salir más rentable) si enfoca sus recursos única y exclusivamente en Firefox OS, pero sí si comprende que una aplicación en Firefox OS funciona también en cualquier otro dispositivo donde corra Firefox (Windows, Android, Mac OS,…). Estamos hablando por tanto de desarrollar una vez para cualquier plataforma (por supuesto, con limitaciones). Estamos hablando de recibir actualizaciones vía servidor (sin el incordio de tener que instalar nuevamente). Estamos hablando de tener el control del market, un market democrático, que no penaliza a unos en favor de otros, como bien ocurre en Android e iOS. Y estamos hablando, como no, de la enorme facilidad de implementar nuevas aplicaciones nativas para otros SO apenas cambiando el manifest y cuatro llamadas a APIs. Todo esto porque hablamos de la web como plataforma.

¿Firefox OS entre los top ventas del primer mundo?

El artículo se centra demasiado en este objetivo, aludiendo a la falta de gama alta. Respecto a esto, decir que estoy de acuerdo con buena parte. La primera es la falta de móviles con una cámara potente. Al menos para un servidor tener una cámara que rivalice en prestaciones con una compacta es algo que valoro considerablemente. Respecto a las prestaciones en sí, por un lado entiendo que el grueso de la sociedad se guía por números grandes, pero quitando la pantalla (pulgadas, resolución) y el espacio disponible, el resto debería ser secundario en un terminal cuyo principal activo es la delegación de gasto en recursos al servidor (conectividad), y que únicamente tiene que tirar de sí para el modo offline y los juegos. Los requisitos técnicos de un dispositivo basado en Firefox OS son bastante inferiores a los Android, por el simple hecho de que éste último tiene la capa intermedia de java, y en el primero un simple navegador.


No es necesario técnicamente dispositivos de gama alta en Firefox OS, ya que la curva de requisitos no es tan pronunciada como en los SO convencionales, pero sí de cara a la concepción que se tiene en el mercado (algo caro, con más números, es mejor). Como bien dice, que se use HTML5 como lenguaje al usuario final le importa un pimiento, una pelea que hemos vivido (y que aún sufrimos) con la especulación que se hace con los megapixeles de las cámaras (cuando está demostrado que por encima de 8 para las resoluciones que trabajamos sobra).

La pregunta por tanto, debería ser otra ¿Es necesario que un SO triunfe únicamente en los países desarrollados, en los mercados ya maduros? ¿Sabrá apreciar el usuario el hecho de descentralizar las funciones de un SO, de tal forma que esté donde esté, tenga o no su dispositivo en la mano, pueda usar cualquier navegador de otro dispositivo y acceder a todos (y hablo de absolutamente todos) los servicios que su dispositivo le permite hacer? ¿Qué hay de esos próximos mil millones de nuevos usuarios que aún desconocen este sector, y donde meter un idevice o un Android de gama baja (100 dólares de media) sigue siendo impensable?

Preguntas complicadas, más viniendo de un mercado tan complejo como el de la electrónica de consumo. Pero al final suele quedarse lo más sensato. Y Firefox OS (o WebOS, o Tizen OS, o Chrome OS, o …) es la mejor baza que hemos tenido en mucho tiempo.