De casualidad llegaba al artículo de Diego sobre una reunión que mantenía con un CEO de veintipocos años que había probado suerte en YCombinator (ES/enlace roto). Este chico (llamémoslo Brian, por ejemplo), presentaba una idea de startup que a Diego le pareció fenomenal… pero muy complicada de materializar, y después de una larga y distendida conversación, a la pregunta de cuáles eran las motivaciones reales a la hora de emprender, el chico le respondía más o menos lo siguiente:
Al fin y al cabo, somos muy jóvenes. ¿Qué es lo peor que nos puede pasar? Trabajamos por un año o dos con dinero de los inversores, aprendemos muchísimo, aumentamos nuestro valor individual. Si se alinean los planetas y nos sale todo bien, felicidad. Si no, quizás nos adquiera alguna empresa por nuestro talento. En ese caso entraríamos por la puerta grande y con un paquete interesante a cobrar en tres o cuatro años. En el peor de los casos cerramos y probamos de vuelta o nos vamos a trabajar a otra empresa. ¿Cuál sería la alternativa, ir a trabajar a Facebook o a Google hoy? En esos dos años no ahorraría ni el 20% de lo necesario para el downpayment (anticipo) de un crédito hipotecario para una propiedad modesta en la zona. La decisión es obvia para todos nosotros, lo que necesitamos es inversores que crean que tenemos chances.
Ha sido leerlo e instantáneamente simpatizar con Brian. Y no solo por su sinceridad, sino porque al menos bajo mi humilde experiencia, empieza a ser la tónica de cada vez más jóvenes.
En el artículo Diego analiza, desde fuera (generacionalmente, digo), el razonamiento de Brian, centrándose (de nuevo entiendo que por su edad) en el valor y limitaciones que impondría esa filosofía para alguien que ya tiene una familia, o que piensa formarla en los próximos años, que se basa en tres premisas fundamentales:
- El trabajo está jodido: Incluso en EEUU. Entrar a trabajar en una empresa recién salido de la universidad es posible, pero las condiciones son sin lugar a duda paupérrimas.
- Vivir en el Valle del Silicio es caro de cojones: Y cuando digo caro, lo digo con todas las de la ley. Si de algo me sirvió la semana que pasé por San Francisco fue para darme cuenta de las terribles diferencias socioeconómicas de las personas que allí viven. Por España la mayoría pertenecemos a una malograda clase media (una clase media que tiene visos de ir poco a poco dividiéndose, pero clase media a fin de cuentas). En California (no hablo de EEUU en general porque no he viajado tanto) hay gente muy muy pobre, y gente muy muy muy rica (el número de “muy”s no viene dado a la ligera). San Francisco está lleno de personas que viven en la calle, y que claramente tienen problemas mentales no tratados (por España también hay mendigos, pero no los ves gritando ni golpeándose la cabeza contra un muro…), y justo al lado ves pasar una hammer limusina que no pertenece a un servicio externo (no lleva marcas de ningún tipo). Con un coste medio de 10.000 dólares el metro cuadrado, usted me dirá.
- La gentrificación no es tal y como nos la pintan: Viene apoyado en el segundo punto, y es que aunque es verdad que en el Valle del Silicio los puestos en el sector de la tecnología están bastante bien pagados en comparación con los de la mayoría de sectores, en muchos casos siguen siendo insuficientes, y sin duda, no cumplirían los criterios de vida que la mayoría estaríamos dispuestos a llevar. Hay muchísimos enterpreneurs en Silicon Valley que malviven, con horarios de trabajo de sol a sol y sueldos por debajo del umbral de pobreza. Entrepreneurs que son CEOs de su startup, y también atienden en un McDonalds y/o limpian los vasos del café de Starbucks que el resto de sus amigos CEOs consumen a diario. Pero las noticias nos bombardean con esos pedazo de sueldos de los cuatro tops del Valle, multimillonarios, y que para colmo parece que nunca están trabajando. La realidad, para el grueso de mortales (incluidos los developers) es bien distinta.
Teniendo en cuenta estos tres puntos, la decisión de Brian me parece la mar de acertada, y por políticamente incorrecta que sea, veo claras similitudes con lo que está ocurriendo en España, o al menos entre mi círculo de startuperos.
La mayoría de los que en su día formamos parte de Talentum sacamos con mayor o menor acierto nuestra idea… hasta que o bien entramos en alguna empresa o nos posicionamos en el sector que queríamos.
Es decir, que al menos para un servidor SecTrip me permitió, entre otras muchas cosas, ganarme un sueldo mientras realizaba el último curso, entrar en Telefónica justo después de acabar la carrera y estudiar un MBA. Para muchos otros, incluso fue el proyecto fin de carrera.
Y casi ninguno hemos seguido por ese camino. Nos abrió las puertas a acceder a un puesto con unas condiciones bastante más ventajosas que la mayoría de recién graduados.
Algunos enlazan de beca en beca, y otros de programa en programa, pero lo cierto es que hoy en día, emprender mientras estás acabando la carrera o justo después de acabarla, puede ser una salida profesional bastante más lógica para una mente abierta y con iniciativa que liarse a echar currículum en las empresas.
Y me alegra ver que la situación es semejante en esa Meca de todo emprendedor, idealizada una y otra vez por haber sido la cuna de varios de los grandes gigantes del sector tecnológico. No, en Silicon Valley no hay unas leyes físicas distintas al resto de la tierra. Simplemente una legislación que antepone los intereses de las compañías por encima de las de los ciudadanos, tanto para bien como para mal.
¿Si ese proyecto que empiezas con unos amigos sale muy requetebien? Quizás seas el futuro Facebook, el futuro Snapchat, y te bañes en millones durante una buena parte de tu vida.
¿Que ese proyecto sale bien? Lo mismo engañas a alguna empresa ya asentada y te compra la idea… y previsiblemente el talento, entrando como decía Brian “por la puerta grande“. Contrato ventajoso más primas, quitándote de en medio el año/dos años de becario, que en nuestro país, y si el gobierno acaba por sacar adelante la futura ley educativa, podría ser incluso no remunerado…
¿Que te pasa como el 99,9% de las startups? Pues te va a servir para engordar el currículum y pegarle con él en las narices al reclutador de turno, que seguramente esté pidiendo una persona joven con master y mínimo dos años de experiencia (WTF!). Y mientras el resto habrá perdido el tiempo picando de puerta en puerta, tú y tus amigos os habréis divertido un rato con esas noches de insomnio programando, más de una experiencia maravillosa, y alguna que otra hackathon ganada.
En todo caso, el emprendimiento quizás sea para los de nuestra generación la salida más lógica al mundo profesional. La puerta giratoria que hace falta para entrar en el mercado siendo joven.
Pese a que seamos la generación mejor preparada de la historia. Pese a todo lo políticamente incorrecto que esto suene.
Siempre será una referencia el modelo americano a la hora de montar una empresa. Aquí, se te pasan las ganas con las vueltas que te hacen dar con el papeleo, los permisos, los tributos, la financiación, la competencia desleal, etc.
En mi caso, tuve mi negocio unos 13 años. Mi mujer, tuvo el suyo unos tres años. Mi hermana sigue esperando los permisos necesarios de la administración pública desde hace más de cinco años (la quitaron las ganas de montar algo). Mi cuñado, un día de estos cierra su empresa, lo vende todo y como dice él: se hace apátrida. Un amigo, lo liquidó todo hace unos días (después de luchar un montón de años), y así un largo etcétera.
Cuando los políticos hablan de empresarios, siempre se olvidan de la pequeña y mediana empresa, excepto en épocas de elecciones. Y la opinión pública que solemos ver en este país, también deja mucho que desear. Ya que meten en el mismo saco a todos por igual, sin pararse a pensar que son muchos los pequeños empresarios que trabajan un montón de horas para lograr ser mileuristas y eso si lo logran, porque también existen muchos que trabajan un montón de horas para cubrir los gastos que genera su empresa, con la única esperanza: que mañana será el día, que todo cambiará (de unos tres años te suelen calcular los bancos para que un negocio comience a generar beneficios).
Por eso pienso, que si fuese joven y tuviese una idea, me largaría a otro país. Si se hace aquí y no funciona, la experiencia que se adquiera, nunca podrá ganar a las subvenciones que da el gobierno para ayudar a la contratación, ya sea para que formen a los trabajadores más jóvenes o que no sean excluidos los trabajadores con más edad (una amiga es ingeniero de caminos y no la cogen porque no les dan subvenciones por su edad, y eso que tiene una gran formación y un montón de años de experiencia).
Al menos en otro país, seguro que se valorará tu iniciativa, aquí no. Saludos
Si fíjate Javi que por EEUU están más o menos igual.
Por supuesto, y eso no se te puede negar, España no es un gran país hoy en día para lanzar proyectos. Y el cachondeo que se traen con el tema de las becas es vergonzoso.
Pero miras para EEUU, y te encuentras con que aunque bastante mejor pagados, la mayoría tiene que hipotecarse hasta las cejas (aquí ni siquiera tienes esa opción, por cierto) para permitirse el lujo de estar dos o tres años sobreviviendo. Y luego sí, un trabajo más o menos aceptable y bien remunerado (a cambio de que vivas para ellos, claro).
Dices que deberíamos irnos, y ojo, que mejor eso que quedarse sin hacer nada. Pero llámame loco. He viajado bastante (y espero seguir viajando muchísimo más), y por ahora, y quitando el temita del trabajo, lo que tenemos por aquí me gusta. De nuevo, suponiendo que tengas un sueldo aceptable, la vida en España está bien. Nos quejamos mucho, pero si ponemos de nuestra parte tenemos una censura bastante bien acotada. A nivel de calidad de vida y opciones de diversión no nos podemos quejar (clima más país de turismo) y en general, hay un buen nivel educativo.
Con todas las mierdas que a diario despotrico por aquí y por redes sociales (y otras tantas que ni me entero u obvio para no vivir continuamente desesperado), pero ahí fuera te encuentras más o menos lo mismo, con sus puntos fuertes y sus contras.
En eso estás en lo cierto Pablo, España es un bonito país para vivir, siempre existirán zonas mejores y peores, pero en general no nos podemos quejar mucho de los servicios públicos que tenemos tanto en educación y sanidad (como todo, siempre mejorables en su gestión).
Tienes razón sobre el turismo, lo que significa que el interior bruto se basa mucho en eso, y depende de las empresas de servicios.
España no es productora de tecnología, sino que importamos la que consumimos, y de eso se trata la publicación. Los españoles desarrolladores deben intentar crear su negocio pensando en los países que tienen las empresas tecnológicas, porque aquí carecemos de esas grandes empresas para colocar lo que fueran a desarrollar.
La cultura de emprendimiento y tecnología, no la tenemos tan arraigada en nuestros planes de estudio, por esa razón la nueva ley de educación lo trata de recoger, pero seguro que la volverán a cambiar en un futuro próximo como estamos tan acostumbrados.
Un país de servicios es lo que somos, si quieres trabajar o desarrollar tecnología no es que tengas tantas posibilidades de hacerlo, por eso digo que posiblemente sea mejor intentarlo en otro país que se basen en lo que tratas o quieres trabajar, porque Internet puede acercarte al mundo globalizado, pero tampoco significa que sea la gran panacea que va a resolver algunos de los problemas que se encuentra el emprendedor.
Y como decía antes, en épocas de elecciones siempre prometen que van a facilitar la vida al emprendedor, porque saben que no está tan fácil con el modelo actual, pero no acaban de hacerlo cuando gobiernan, donde ciertos partidos que gobernaron en el pasado se encargaron de cerrar a muchas empresas, porque por ejemplo, que tuvieras que pagar un IVA que no habías cobrado todavía de un factura que se difiere a tres meses no lo encuentras en muchos sitios. Saludos
Es muy interesante ese punto que señalas. Me parece complicado que mejoren lo suficiente el sistema de emprendimiento que tenemos teniendo en cuenta que somos un país de servicios enfocados al turismo.
No hay por tanto un interés (o una necesidad más bien, está claro que nos gustaría tener de todo) de radicalizar a mejor esto.
Y todo ello, sin olvidarnos que a fin de cuentas, una sociedad informada (culturalmente, educativamente) es menos controlable. Estamos muy bien respecto a muchos países, pero aun así ¿Interesa (desde el punto de vista del gobierno) que también haya mayor control por parte del ciudadano en este punto?
Que ojo, estoy seguro que se pueden hacer muchísimo mejor las cosas. Pero será complicado que todo esté bien para todos, y ya si metemos intereses externos la cosa se complica aún más :).
Muy buen aporte Javi!
Depende de lo que quieras decir con “una sociedad informada (culturalmente, educativamente) es menos controlada” . Porque existe la competencia básica de Sentido de iniciativa y espírutu emprendedor que el alumnado debe desarrollar y adquier de forma transversal, a través del trabajo en todas las áreas y materias del currículo, y en todas las etapas educativas. Todo eso lo centros deben de desarrollar con la nueva reforma.
Por eso, veremos que ocurrirá si otros designios políticos meten mano, otra vez, a la educación. Saludos