Apple ya se había pronunciado al respecto años atrás, con las palabras de Steve Jobs que se negaba a ver un verdadero negocio en un iPad de 7 pulgadas, pero los tiempos cambian, y parece que empiezan a salir productos interesantes.


Si me hubiérais dicho hace un par de años si un móvil de más de 4 pulgadas merecería la pena, mi respuesta habría sido un rotundo no, y en cambio, aquí me tenéis con uno de 4.5″, y sin ver con malos ojos las bestias de 5″ que empiezan a llegar.

Así mismo, el tablet nació como un elemento de ocio más cómodo que un portátil, con la tecnología de pantalla táctil.

Los tamaños pasaban por las 10 pulgadas, y de ahí en adelante. Poner menos parecía contraproducente ¿Quién quería ver una película o jugar a un videojuego en una pantalla inferior? Nadie, hasta ahora, que empiezan los rumores del iPad Mini, que Google nos sorprende con un Nexus 7, que Amazon bate records con su Kindle Fire y promete nuevos modelos con diferentes tamaños.

Como punto a favor, está claro que la movilidad está más acentuada. Es más cómodo, y por tanto, se puede llevar a cualquier lugar, algo que un tablet básico no lo permite. Tiene la parte mala de no poder manejarse con una sola mano, pero la ventaja de ser cómodo de transportar.

De aspectos negativos, está claro que es más incómodo para ver vídeos, y en un pasado, la imposibilidad de la tecnología. Respecto a videojuegos, decir que actualmente los procesadores y los gráficos permiten jugar con fluidez en dispositivos de pequeñas dimensiones, y a una calidad bastante superior a lo que yo recuerdo de la Play2 (ya ni hablemos de las consolas anteriores).

Por ello no puedo oponerme, sobre todo enfocado a un uso diario (los largos viajes en transporte público, por ejemplo), aunque poco productivo para viajes largos, o vacaciones, donde el tablet de toda la vida, o el portatil, a mi gusto te ofrece una experiencia superior.

¿Qué opináis?