comercio electrónico

Creo que a estas alturas ya es algo más que obvio: El comercio electrónico se ha convertido en un modelo de negocio por el que cada vez apuestan más empresas.


¿La razón? La más pura oferta y demanda. Los consumidores estamos en Internet, por lo que si tu negocio no está en Internet, no existes para los negocios.

Hoy en día el comercio electrónico o e-commerce es el pan nuestro de cada día, habida cuenta de que la implantación de Internet y las nuevas tecnologías en el conjunto de la sociedad es absoluta y prácticamente homogénea.

¿Que queremos ir al cine? Pues sacamos previamente las entradas para no comernos cola.

¿Que tenemos que pedir cita para la revisión del gas o la luz de casa? Abrimos la aplicación de nuestro proveedor y agendamos la revisión en cuestión de un par de clics.

Pero, ¿sabrías decirme cuándo apareció por primera vez el concepto de comercio electrónico?

Tranquilo que para esto está un servidor.

El comercio electrónico hizo su primera aparición en el mercado en el año 1979, cuando el emprendedor inglés Michael Aldrich inventó las compras en línea entre consumidores y empresas.


¿Cómo lo hizo? Pues incitado por la pura necesidad. A la hora de gestionar las cada vez mayores transacciones de su negocio, se le ocurrió que podría ganar en eficiencia utilizando una línea telefónica conectada entre un televisor y el ordenador que gestionaba las transacciones.

Se puede decir por tanto, que el bueno de Aldrich fue el primero en usar un procesamiento de transacciones en línea. La base, a fin de cuentas, de toda la arquitectura que permite que un servidor ofrezca servicios (como el de mi curso) online, y tú puedas contratarlos sin que ambos nos tengamos que pasar datos fiscales. En la actualidad, el comercio electrónico se ha convertido en una herramienta de trabajo para una gran cantidad de empresas, por lo que parece normal que muchos se pregunten qué es y qué modelos de comercio electrónico (ES) existen.

¿Qué es el comercio electrónico?

Cuando hablamos del comercio electrónico, nos referimos a un modelo de negocio mediante el cual las empresas venden sus productos de forma online a los clientes. Es decir, una compra-venta de productos o servicios que implica el uso de Internet y las nuevas tecnologías para realizar transacciones económicas.

Hasta aquí todo bien, ¿verdad?

Sobra decir que este modelo de negocio ha provocado una auténtica revolución en la manera en la que entendemos la sociedad moderna, tanto debido a las formas de comunicación con los clientes como en el desarrollo de la actividad comercial. Lo comentaban en este artículo (ES) donde se exponen algunas de las principales ventajas que este método de ventas aporta a las empresas.

Y para muestra, un botón:

En el año 2008 las ventas del comercio electrónico tan solo representaban un 3,4% de todas las ventas realizadas en el mundo.


Sin embargo, en los últimos años el e-commerce ha aumentado su participación en el total de ventas en un 10,1%.

Es decir, alrededor de un 1% de crecimiento medio incremental y anual para un modelo de transacciones que nacía, te recuerdo, hace apenas 40 años. Y metiendo en el pastel absolutamente todas las transacciones mundiales, trueque incluido :).

¿Qué modelos existen?

En anteriores artículos ya hemos comentado cuáles son los principales modelos de e-commerce que utilizan las empresas en la actualidad, pero en esta ocasión vamos a profundizar más en sus características concretas.

  • Por ejemplo, uno de los modelos de comercio electrónico más utilizado por, valga la redundancia, los negocios, es el B2B (Business to Business), un tipo de e-commerce en el que una determinada empresa vende a otras empresas (como hace la plataforma online Alibaba o un servidor con los servicios de consultoría que ofrezco a mis clientes).
  • Pero no es el único modelo de negocio electrónico por el que apuestan las empresas. Si no estás enfocado a otras compañías, tienes la opción de hacer lo propio con los consumidores. A esto se le llama B2C (Business to Consumer). Un modelo de empresa a consumidor en el que los negocios venden directamente a los clientes a través de una tienda online (al estilo de empresas como Amazon o Apple, o como es, a fin de cuentas, mi curso sobre Fundamentos de la Seguridad y Privacidad Digital).
  • Ya hemos hablado de B2B y de B2C, ¿cuál quedará? Pues el C2C (Consumer to Consumer), donde los consumidores venden a otros consumidores. En este tipo de e-commerce (C2C), muchos de los vendedores no son negocios, sino que simplemente son consumidores particulares que poseen un determinado producto y quieren venderlo en el mercado (eBay es un claro ejemplo de este modelo de negocio electrónico, aunque en esta tipología entrarían también cualquier otra plataforma de intermediación como Facebook, Airbnb o Uber).
  • Por último, y aunque ya no sea tan común verlo, también es importante destacar el modelo C2B (Consumer to Business), en el cual los consumidores venden sus productos o servicios directa o indirectamente a las empresas. Por ejemplo cuando alguien que tiene un canal de Youtube o un blog y hace reseñas de productos sin ser profesional, realmente estaría dentro de ese grupo de negocios basados en el Consumer to Business (esta persona recomienda a su audiencia un artículo y la empresa que vende dicho artículo le paga un porcentaje de las ventas).

Sobra decir que quedan fuera los modelos basados en el crowdsourcing y la co-creación, de los cuales ya hemos hablado largo y tendido en más de una ocasión, al no existir a priori una remuneración directa (más allá de la puramente reputacional o del interés colectivo porque el proyecto salga adelante) por ese trabajo.

Algunos datos sobre la evolución del comercio electrónico

Como ya se ha comentado anteriormente, las ventas del comercio electrónico no dejan de crecer año tras año, y según se estiman para el año 2020 las ventas del e-commerce alcanzarán los 4.058 billones de dólares (EN/PDF). Billones en la escala larga (la europea). Lo que los americanos llaman trillones, es decir, ese número seguido de 12 ceros.

Sobra decir que el país por antonomasia del comercio electrónico sigue siendo Estados Unidos, ya que según las últimas cifras económicas ofrecidas por el país norteamericano, en USA hay más de 162,8 millones de personas que realizan sus compras a través del teléfono móvil. Y a diferencia de India o China (donde hay bastante más), el nivel económico medio es muy superior.

Además, las nuevas generaciones vienen pisando fuerte en este sentido, puesto que la mayoría de los denominados ‘millennials’ (entre los que me incluyo) prefieren comprar a través de Internet antes que tener que desplazarse hasta una tienda física.


Ya conté en su día que cuando vivía en Getafe tardé año y medio en enterarme de que en la esquina de mi casa había una barbería sencilla y llanamente porque esta barbería no aparecía en las búsquedas.

No tenía página web, no tenía perfil de MyBusiness. Únicamente una página de Facebook que para colmo ni estaba bien configurada y por tanto no posicionaba por las típicas búsquedas locales de “barberos”, “barber” o “barbería”.

Una barbería que por supuesto estaba mucho más cerca (tardaba literalmente un minuto en llegar a ella frente a los 20 de la barbería a la que iba hasta entonces), que era más barata, y que su dueño, Gaudencio, era un astro con las tijeras al venir de dos generaciones de barberos.

De ahí que sea tan pesado con eso de la transformación digital.

Si tu cliente es eminentemente joven, es ya una obligación. Pero si no lo es, es cuestión de tiempo. Lo que tarden los jóvenes de ahora en transformarse en los adultos y por tanto potenciales clientes de tu negocio.

consultoria Presencia en Internet