Escribo esto a escasas horas del ataque terrorista (EN), aunque previsiblemente usted no lo verá publicado hasta el lunes.
Simplemente, no encuentro palabras para definir lo que, seguramente como usted, tengo en mi interior. Lamento, pero sobre todo, rabia, al ver cómo una vez más sale a relucir lo peor del ser humano.
No es mi intención volver a relatar todo lo que ya hemos estado viviendo, y lo que los medios seguirán recogiendo lamentablemente durante días (o incluso semanas). De cómo en ese momento en el que a todos nos estaba saliendo el corazón por la boca, viviendo en persona el sufrimiento de muchos de los que estaban en ese instante twiteando lo que ocurría, todos los canales españoles (a excepción de 24h) no vieron oportuno cancelar su programación para cubrir el evento.
De cómo muchos de nosotros recurrimos en esa noche a Internet, nuevamente, para tener acceso a la información que las dos compañías que gestionan los canales de nuestro país se habían negado a entregar a la ciudadanía.
Me entero por Twitter de lo de Francia. Enciendo la tele (la pantalla esa del salón) y veo que siguen con la programación habitual…
— Pablo F. Iglesias (@PYDotCom) noviembre 13, 2015
Pero sobre todo, temo que una vez más este tipo de tragedias sirvan de excusa al gobierno de turno para redirigir esa rabia hacia intereses puramente geopolíticos.
Lo veíamos con las declaraciones de cada partido, barriendo para casa, pese a que seguramente anuncien que no habrá campaña política durante todo el fin de semana. Pese a que cancelen algún que otro acontecimiento, y pongan a media asta las banderas.
Y lo veremos con el estado de alerta, con las medidas que previsiblemente impondrá el ejecutivo de turno para cohibir los derechos de todos los ciudadanos.
Pese a que ello no sirva para enfrentarse a un ¿enemigo? como es el ISIS, sino para el fin real que éstos buscan: el control de la ciudadanía.
Comprendiendo el Estado Islámico
Porque a poco que rasquemos la superficie, nos daremos cuenta de que la única arma de verdad útil para la lucha contra este grupo terrorista, es la educación.
Y de verdad, que no lo digo por decir. Soy el primero que acepto que nuestra civilización sigue siendo incapaz de mantenerse sin un fusil en la mano. Que los ejércitos siguen siendo lamentablemente necesarios para mantener una balanza cada vez más desequilibrada, para operar como herramienta para desincentivar males mayores.
El Estado Islámico no es un estado, no es un partido, y no es un país. Parece algo obvio, pero le aseguro que no todo el mundo lo entiende así, y los medios habitualmente no hacen esa labor de comunicación adecuada para que todos partan del mismo conocimiento. El Estado Islámico es un grupo terrorista que se ha autodenominado así (Estado Islámico), y que no tiene absolutamente nada que ver con el Islam.
Ni es estado, ni representa al Islam. De hecho, me parece oportuno señalar (y es una pena que sea necesario decirlo) que los 1.500 millones de seguidores del Islam están EN CONTRA de cualquier levantamiento en armas, y con mucha más razón, de que esto se produzca en nombre de su Dios.
Que ese vecino árabe (que puede o no ser musulmán, y puede o no pertenecer al Islam), simplemente por tener rasgos árabes, no pertenece al ISIS, y que seguramente esté tan en contra de sus fundamentos como lo está usted y lo estoy yo.
Porque (y aquí va el segundo punto a considerar), los primeros perjudicados por el ISIS son precisamente los países árabes, con Irak, Siria (y cada vez más Líbano) como principales núcleos armados. Con guerras en las que están muriendo cientos de personas (muchísimos más que por aquí, de hecho), y en las que hasta cierto punto, nosotros tenemos la culpa.
Porque el surgimiento del ISIS se debe, en mayor o menor medida, a ese reparto desigualitario que en su día los países desarrollados hicimos de esta parcela del mundo, dividiendo y levantando fronteras según intereses puramente comerciales.
Lo que ha hecho el ISIS es dotar a ese malestar por el abuso de nuestros antepasados de una supuesta (y errónea) guerra santa. Por tergiversar las palabras del Islam, que en ningún momento habla de ir a la guerra, e intentar recuperar territorios que supuestamente les pertenecían (como ocurriría con Al-Andalus, en esa de nuevo tergiversada historia que cuentan a sus fieles).
Y el tercer punto que creo necesario señalar para que comprendamos cómo el aumentar los controles y cohibir las libertades del ciudadano no sirve de nada, es precisamente que el “enemigo” no es ese árabe de la tienda de abajo de casa, sino que lo será seguramente ese otro vecino, que es tan español (o francés, o mexicano, o estadoundense, o venezolano, o….) como lo es usted y lo soy yo.
Porque si en algo es jodidamente bueno el ISIS, es precisamente en el reclutamiento (en el lavado de cabeza) que realiza con ciudadanos como usted y como un servidor. Ciudadanos que seguramente estén tan en contra del Sistema como lo está usted y lo estoy yo, que lee y comparte sus sentimientos y opiniones como usted y un servidor hace por aquí. Y que acaban, sin darse cuenta, entrando en una espiral de engaños hasta que ya no pueden volver atrás. Hasta que no les queda otra que acatar las palabras de alguien, por miedo a que maten a sus familiares.
La única arma efectiva contra el ISIS es la educación, y no el control centralizado de la información
Así que le pediría que, tan pronto llegue a sus oídos la necesidad de establecer medidas que restrinjan las libertades (digitales y físicas) del ciudadano, se acuerde de lo que le acabo de contar.
Que precisamente los yihadistas, como cualquier grupo terrorista con recursos suficientes, tiene maneras más que de sobra para seguir manteniendo comunicación con sus células pese a que el gobierno de turno desarrolle la nueva herramienta de espionaje masiva (como por ejemplo, en canales tan aparentemente insulsos como los de la PS4 y xbox (EN)).
Que tenemos ejemplos de sobra de cómo un sistema de control masivo no sirve más que para controlar al ciudadano, pese a que se haya desarrollado con la excusa del terrorismo.
Que ese miedo y esa rabia que nos está recorriendo a todos por el cuerpo, se catalice convenientemente, compartiendo esta información con los que quizás en este momento estén en esas fases iniciales de reclutamiento. Ciudadanos que como usted o como quien escribe, buscan una manera de hacer de este mundo un mundo mejor, sin saber dónde se están metiendo.
Sin ser conscientes de que llegado a un punto, como ya comenté en su día, no hay retorno posible.
También 13Tv estuvo dando extensa y cumplida información en directo (hasta pasadas las 2h,30) sobre los acontecimientos que iban sucediéndose en París. Y, ¡cómo no!, la radio… esa nunca falla.
Es posible que no la tenga bien sintonizada. Busqué y no encontré ninguna más que la de 24h, con desperpentos de comunicados vía Twitter como los de Tu Cara Me suena (ES).
Hola, Pablo.
Dices en el post “… que los 1,5 millones de seguidores del Islam …” ¿millón y medio? creo que lo correcto son 1.500 millones.
En cuanto a lo de “Comprendiendo el Estado Islámico” creo que es oportuno mencionar que el grupo terrorista “Estado Islámico” antes se llamaba “Estado Islámico de Irak y Levante” (en esa fase era más conocido por sus siglas en inglés “ISIS”, o en árabe “DA’ISH”); pero es que antes se llamaba “Estado Islámico de Irak” y antes de eso se hacía llamar “Consejo Consultivo de los Muyaidines de Irak”, y más antes (por 2005 más o menos) se llamaba “Al Qaeda en Irak” y, por fin, cuando se creó en los primeros años de este siglo se llamaba “Monoteísmo y Yijad”.
Muy pero que muy buen aporte Paco, y en efecto, mil perdones por el error. Ya está corregido.
Es más, aprovecho para recomendar este artículo de Magnet que acaban de publicar, y que va muy al hilo de lo que comentas: Sobre de dónde sale el Estado Islámico, y con qué herramientas cuenta para financiarse (ES).
Efectivamente, Pablo, el artículo de Magnet es MUYYYYYYY bueno. Y explica, con mucho más detalle, la larga retahíla de nombres que ha tenido ese grupo terrorista que ahora se hace llamar “Estado Islámico”; pero que, ni es un estado, ni es islámico. Es, simplemente, un grupo de fanáticos terroristas dispuestos a “morir matando” y que consideran como enemigo a todo aquel que no piense como ellos (al margen de la religión que tenga y al margen del país o estado en el que viva).
No podría estar más de acuerdo Paco. Muchas gracias por las aclaraciones.
Muy graves los atentados y primero la solidaridad con las víctimas, Francia y toda Europa. Tienes toda la razón sobre que ISIS ni es estado ni es Islam. También tienes toda la razón que el problema es de educación, pero también de oportunidades y aceptación de una comunidad. Estas hordas de salvajes se alimentan de las carencias de estos tres componentes. Ofrecen paraísos de otras vidas que solo caben en las mentes ignorantes.
Y la consecuencia de siempre, más excusas para más vigilancia y más intromisión en la privacidad tuya y mía… y de todos.
Es un problema difícil de solucionar, sin lugar a duda. Por Facebook me compartían un artículo muy bien documentado sobre el Islam (ES), del que no estoy totalmente de acuerdo, pero que entiendo tiene parte de razón. Sobre las diferencias que hay ya no solo religiosas, sino políticas y morales de esta cultura, que hace que no seamos capaces de comprender cómo algunos radicales llegan a este punto.
Discrepo en que el Islam sea agresivo por naturaleza. Simplemente hay que entender que como la Biblia, el Corán fue escrito en otro tiempo, con unas particularidades que afortunadamente ya hemos pasado.
¿Que lo quieres interpretar literalmente? Pues como pasa en la Biblia, vas a encontrar pasajes verdaderamente terroríficos. Pero ahí está la adaptación al momento en el que vives y la aceptación de un estado que ha cambiado mucho con el tiempo, pese a que haya sido escrito por quien fuera.
Muy de acuerdo contigo amigo Pablo solo al educación podrá cambiar la realidad de los países donde esta el IE O ISIS lamentablemente eso parece estar a años luz ee.uu y sus aliados permitieron el avance de ese grupo por razones geopoliticas y ahora no los pueden controlar y como los van a controlar si les compran el petróleo que sacan de “contrabando” y además los apoyaron y financiaron y ahora dicen que luchan contra ellos, de verdad lo hacen?
Hay una carga sociopolítica muy alta. De eso no cabe duda.
Es más, parte de lo que ahora es el Estado Islámico fue financiado y entrenado en los años 70 por EEUU, como bien comentan por PijamaSurf (ES).
Es un “demonio” que en parte hemos creado el mundo occidental, lamentablemente.