Como ya sabéis, llevo ya algo más de un mes disfrutando de un Mac Mini con chip Apple Silicon.
Hablé sobre lo que supone el cambio de arquitectura y el por qué mi nuevo ordenador es, paradójicamente, un ordenador de escritorio y no un portátil en la pieza arriba enlazada, pero debido al cambio, he querido rediseñar mi suite de herramientas de trabajo.
Y es que un servidor dependía prácticamente a diario de Photoshop, tanto para generar contenido en esta página, como para algunos de mis clientes. De Premier de vez en cuando para la generación de vídeos. Y de Indesign e Ilustrator para, prácticamente, un trabajo muy puntual con un cliente en específico.
Y claro, hablamos de cuatro herramientas de edición de contenido gráfico que baratas, lo que se dice baratas, como que no son.
Sobre Photoshop, no me queda otra. No porque haya alternativas hasta gratuitas, sino porque estoy tan acostumbrado a su uso que he preferido seguir pagando la suscripción mensual.
Pero de las otras tres, viendo que además el uso es residual (ponte que al mes las neceste a lo sumo una o dos veces), sí que me jodía más pagarlas. Que la diferencia pasaba de los 12 euros o así al mes que cuesta Photoshop, a los 60 que cuesta la suite con todas estas herramientas. Para unos trabajos puntuales.
Ahí es donde, con la excusa del cambio a MacOS, me pareció interesante darle aún más uso a Fotor.
Dicho y hecho.
La creación de contenido gráfico online
Del tema de Premier y la creación de vídeos seguramente lo deje para otro momento, pero es que siendo estrictos, para las necesidades que yo tengo actualmente, Fotor me podría cubrir perfectamente lo que hasta ahora me ofrecía Indesign, illustrator y hasta photoshop.
Que recordemos que no necesito habitualmente mucho más allá que la creación de banners y demás elementos para web o para imprimir en papel, y a esto añádele el atractivo, como ya comenté en su día, de que:
- En las herramientas profesionales tengo que diseñar todo de cero.
- Con Fotor puedo partir de plantillas.
Esto último es, de lejos, lo que más me ha animado a dar el paso. A fin de cuentas, hablamos de tiempo ahorrado. De productividad.
Para colmo el cambio coincidió con el lanzamiento de Fotor 2.0 (EN), que entre otras cosas, incluye muchísimas más plantillas y un editor online mucho más completo.
Así que estas navidades me he animado a ir poco a poco transladando los formatos que antes tenía creados en Indesign e Ilustrator a Fotor, pudiendo entonces dar de baja estas dos herramientas.
Y recalco que soy consciente de que puedo hacer esto porque, de nuevo, no me dedico exclusivamente al diseño o la ilustración. Que para eso tengo al equipo de diseñadores en CyberBrainers. Mi trabajo del día a día con clientes es mucho más simple, y por tanto, puedo tirar con una herramienta que para estas necesidades me parece más óptima (diseño mucho más rápido).
Un aviso a navegantes, sobre todo a suites como la de Adobe, porque si bien en la guerra por las apps móviles parece que han perdido la batalla (para edición de imágenes en mi smartphone hace tiempo que utilizo Snapseed, y para vídeo inShot), tiene pinta que les va a acabar pasando lo mismo con las versiones online.
Photoshop online es increíble, pero es que a veces menos es más, y las barreras de entrada que tiene la suite de adobe unido a que la mayor parte de usuarios utilizamos una ínfima parte de sus características palidece con propuestas como Fotor, que va al grano centrando el tiro en lo que de verdad demanda el populacho.
Así que una entrada rápida para darle un merecido ¡Ole! a los chicos del editor de fotos (ES) Fotor, que han sabido engatusarme para que siga suscrito a su versión premium.
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