gestion datos


Creo que no le voy a descubrir a nadie nada cuando digo que en la actualidad podemos ver que las empresas que triunfan, desarrollan diseños y productos de alta calidad. Que quien lidera el mercado lo hace generalmente por haber sido capaz de gestionar más eficazmente los datos. Por sacarle rédito a la información que encierran. La buena imagen de marca, y si me apura el peso histórico, hace el resto. Y esto se logra con una prestación de servicios eficiente, personalizada e innovadora.

Por supuesto, todas las empresas, pero sobre todo aquellas que se dedican a la producción y diseño necesitan emplear tecnología para ser competitivas. En cualquier ingeniería se desarrollan diseños de producto que requieren de un control adecuado de datos. Y puesto que hoy en día la paulatina evolución del big data y la analítica requiere ingeniería, estos «problemas» específicos de nuestra industria se han paulatinamente distribuyendo en el resto de sectores.

Los datos son críticos en la fabricación de nuevos productos o servicios. Si algo tiene de bueno la informática es precisamente la capacidad que nos ofrece de medir el desempeño de un producto directamente en la interacción con el usuario, obteniendo datos, y por tanto, información que dará de comer al roadmap, permitiendo fijar el objetivo en base a KPIs reales y no a lo que terceros quieren decir de nuestra propuesta.

Porque esto históricamente se ha hecho «a manubrio». Se creaba el producto, se preguntaba a los primeros usuarios sobre su experiencia, y poco a poco se iba perfilando. Sin embargo, los nuevos programas de diseño facilitan el intercambio de datos y conocimientos con el fin de garantizar diseños precisos para la fabricación y evolución de los productos y servicios.

Ya no es por tanto necesario preguntar al usuario, como tampoco lo es tener que preocuparse (en exceso, se entiende) por posibles problemas que hayan salido en tiempo de desarrollo. Tenemos a nuestro alcance herramientas que nos permiten sistematizar la gestión de datos de una manera mucho más eficiente, delegando en el propio sistema la organización macro, y centrándonos entonces en lo que importa, que es su diseño y desarrollo.

La importancia de almacenar adecuadamente los datos

Junto con todo lo anterior, surge un tema recurrente en esta humilde morada. Está claro que conforme un proyecto evoluciona el riesgo aumenta. Y este riesgo viene dado por factores exógenos (malas decisiones estratégicas, el impacto de la competencia en el mercado,…) y también endógenos, entre los que encontramos, como no, el propio fallo de alguno de los elementos del sistema (equipo, sistemas informáticos, programas utilizados).

Los ingenieros que se dedican a la realización de planos o diseños de productos requieren de un almacenamiento de datos continuo. Los diseñadores necesitan sistemas especializados que les permitan un almacenamiento seguro de los datos.


Que lo que hagamos sepamos que está ahí. Que se pueda revisar, máxime cuando se trabaja en grupo, entendiendo qué nos ha llevado hasta donde estamos. Y que frente a un eventual problema, tengamos manera de recuperar un estado anterior.

Es aquí donde creo que la mayoría pecamos.

El almacenamiento de datos generalmente se realiza en unidades en local o a lo sumo en red. Es decir, seguimos trabajando prácticamente como antaño, confiando en que todo el tejido tecnológico (sistema operativo, red, programas y hardware) no de fallos catastróficos. Pero en cambio, para prácticamente cualquiera del sector que preguntes este proceso de control en la producción requiere de otras estrategias innovadoras como el almacenamiento controlado y sistemático.

Algo que curiosamente los desarrolladores si han interiorizado (el trabajo mediante repositorios online es buen ejemplo de ello), y que por alguna extraña razón, en los procesos productivos y de diseño, que con más razón deben estar enfocados en la calidad (reconozcamos que el mundo de la programación está aún lamentablemente en pañales en este sentido), en maximizar el empleo de tiempo y en cumplir con la producción estandarizada requerida, no se está haciendo.

Los tres pilares de la gestión de datos de diseño

En la gestión de datos de diseño, al igual que en la gestión de datos, se deben cubrir al menos estos tres puntos, de los cuales ya hemos hablado en más de una ocasión:

  • Los datos deben ser accesibles desde una sola ubicación: Y esto se consigue almacenándolos en un solo sitio, o contando con un sistema distribuido espacialmente que centralice la operativa en una misma interfaz (lo más adecuado). Las nuevas versiones de los datos deben encontrarse de manera práctica y segura para maximizar la productividad. Si vamos a tener diferentes versiones en diferentes lugares, estamos de facto aumentando el riesgo a una equivocación humana.
  • Los gerentes participan en la gestión de datos: O al menos deberían hacerlo, que la realidad bien sabemos que es distinta. Las empresas cuentan con políticas de diseño y control de datos que deben cumplirse para alcanzar los objetivos organizacionales. Sin estrategia, vamos como un pollo sin cabeza.
  • Los datos se deben almacenar de forma segura para evitar cualquier imprevisto en pérdida de información: Actualmente existen decenas de herramientas que nos permite trabajar en equipos distribuidos manteniendo la seguridad y privacidad de los datos mucho más allá que el típico esquema de un servidor físico en una esquina de la oficina, que para colmo requiere mantenimiento por nuestra parte, y que tarde o temprano, como cualquier otro hardware, sabemos que va a fallar.

¿Cómo se pueden mejorar los datos de diseño?

A donde quería llegar es que antes tan siquiera de plantearnos automatizar procesos internos, antes tan siquiera de mirar cómo la inteligencia artificial puede liberar carga y recursos en nuestra operativa corporativa, deberíamos dar ese primer paso crítico que es apostar por una metodología de trabajo que realmente opere de forma sistemática.

La gestión de datos va a requerir sí o sí una escalabilidad en cuanto a su administración que va más allá de lo que seguramente podamos hacer internamente en nuestra organización. Es algo que estoy harto de ver en pequeñas y medianas empresas, y es un problema que se agrava conforme más grande es la organización.


Pequeños pasitos como migrar nuestro servidor de correo a plataformas como GMail o Outlook entrañan, de facto, la necesidad de reeducar a los trabajadores en la forma en la que hasta ahora hacían el trabajo. Y surgirán problemas y reticencias que tendrán que solventarse, siendo éste un elemento crítico para tan siquiera plantearnos el día de mañana esa dichosa «Transformación Digital» de la que todo el mundo parece estar hablando.

Con las nuevas tendencias en Gestión de Datos de Diseño (ES) las empresas podrán ser competitivas y aprovechar correctamente sus recursos industriales y tecnológicos. Pero ya aviso que requiere de compromiso por todas las partes (ejecutiva, pero también del resto de trabajadores), que el proceso de adecuación a la nueva realidad del día a día será complejo de afrontar por muchos de los departamentos de la organización.

Y sí. Cuando la base de nuestro negocio esté convenientemente digitalizada, cuando todo proceso tenga asociado un sistema de gestión de datos, podemos empezar a plantearnos el desarrollo de un CRM o incluso un ERP.

Porque intentar empezar la casa por el tejado nunca ha sido buena idea.

 

P.D.:  De esas reflexiones que te salen muy de dentro cuando un cliente te pide algo que sabes que va a ser un verdadero fracaso, habida cuenta de que todo lo que hay a su alrededor está varios ciclos tecnológicos por detrás.