El Google IO 2014 ya ha terminado. Dos días de infarto. Dos días monotemáticos en el sector tecnológico, y no es para menos.
Ahora toca la labor de analizar toda esa explosión informativa, y sacar las consabidas conclusiones.
La primera que se me viene a la cabeza, y que me parece tan importante como para dedicarle casi todo el artículo, es la increíble presencia que ha tenido el diseño en el evento de Google.
No se trata únicamente de que hayan presentado una nueva versión de Android (ES), ni siquiera de que ese Android esté especializándose en diferentes proyectos para diferentes usos: automóviles (ES), televisores (ES) y wearables, sino que todo ese ecosistema, unido al de escritorio, vire hacia un mismo lenguaje visual, una interacción y usabilidad semejantes.
Y de nuevo, tengo que aplaudir esta decisión. Google sabe muy bien de dónde viene (un servicio de Internet, y por tanto, multiplataforma) y sigue ese camino ofreciendo la misma experiencia indistinta del SO que estemos usando (incluso si no es suyo).
De ahí a que todo gire en torno al Material Design (EN), que como suele ocurrir en el mundo del diseño, empieza a dar pinceladas de entrar nuevamente en el ciclo.
Las transiciones permiten al ojo seguir la evolución de una acción, y por tanto, cobran protagonismo en un mundo regido por el caos de la inmediatez (pulsar un enlace te podría llevar a otra pantalla instantáneamente). Expansiones de botones de llamada que acaban por transformarse en un teclado, listas de contacto que evolucionan a mostrar la información del contacto señalado, una gama de color por aplicación (discriminando entre apps de forma visual) y un responsive design by default para que esos desarrolladores que no saben ni qué significa sigan sin saber que existe (y aun así funcione).
La foto final es un diseño plano que intenta recuperar el orden de las leyes de la naturaleza. Una simbología que vuelve a sus raíces, recuperando esa sensación de estar ante algo real mediante la acción, y no mediante el objeto en sí.
Lo demás, esperable. Si Apple presentaba su convergencia operativa entre iOS y OS X, y Microsoft apostaba por la convergencia de Windows 8 y WP8 bajo la misma plataforma, Google hace lo propio con Android y Chrome OS. Lo que ocurra en uno, pasa al otro, y viceversa, lo que apunta a la pronta llegada de estas características con Chrome (y por tanto, multiplataforma).
Las funciones de desbloqueo por localización (ES) (que a un servidor le ponen los pelos de punta), el abandono de Dalvik como máquina virtual, su propuesta por un Android low cost (ES) (ojo, chicos de Firefox OS), un ChromeCast vitaminado (ES) que ya no necesita estar en la misma WIFI y la sensorización dirigida al eHealth de Google Fit (ES) redondean un evento al que llegué bastante escéptico (de hecho, esperaba solo sentirme atraído por ese Moto360 que al final no ha sido presentado), y que ha acabado por cautivarme.
Eso sí, nada de convergencia de desarrollos Chrome/Android mediante HTML5, lo que me hace pensar que no han llegado a tiempo para presentarlo (porque se de buena tinta que están trabajando en ello). Y mi querida Google+, que con el cambio de liderazgo ha quedado en segundo plano.