La semana pasada salió por fin la esperada actualización del sistema operativo de Apple para ordenadores Mountain Lion, y aunque ya hablamos de sus novedades, hay una que muy pocos parecen haberse dado cuenta, y que al menos para un servidor, amante del buen diseño, es un gran paso adelante.
Apple, desde su fundación, ha mantenido unos valores estéticos muy superiores al resto de competidores. Sus productos, además de contar con unas prestaciones de categoría media-alta, son ejemplos a seguir en materia de diseño y minimalismo. Cualquiera que como yo, se dedique al diseño, en cualquiera de sus disciplinas, sabrá que la tipografía es quizás uno de los aspectos más importantes a la hora de crear una obra, y esta máxima es seguida a rajatabla por los de Cupernico.
Por ello me pareció interesante hacer una retrospectiva a la tipografía que siempre ha acompañado a la compañía, y que poco a poco ha ido cambiando según el modelo de estrategia seguido.
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Los inicios
Quitando los primeros logotipos, creados por Jobs y compañía, cuando aún estaban montando el ordenador con procesador Motorola 6800 en un garage, Apple triunfó dándose a conocer con la Apple Garamond Font, una evolución de la romana Garamond, con serifa, y que toma el nombre de su creador Claude Garamond, del siglo XVI, Francés. Se trata, como bien sabréis, de una de las tipografías mejor valoradas de la historia, y que dio paso a las modernas. Para ponernos en antecedente, decir que las Garamond es considerada la tipografía del milenio, en una encuesta que se hizo hace unos años entre expertos de todo el mundo, debido a su perfecto equilibrio entre elegancia y sentido práctico. Respecto a Apple, fue utilizada tanto en el logotipo de la empresa durante los años 70-90, así como en los modelos Macintosh y Powerbook. Además, todos recordarán la campaña Think Different con el logotipo de la manzana multicolor, que fue lanzado con esta tipografía.
Un cambio inesperado
Si Garamond ha acompañado durante años a Apple, la compañía sorprendía en el 2002 con un cambio en su logo corporativo usando la tipografía Myriad, y que fue poco a poco trasladándola al resto de productos. Rompía por tanto con la hegemonía de las serifas, ya que Myriad, diseñada por Robert Slimbach y Carol Twombly junto con Freed Brady, Christopher Syle y el personal de diseño de Adobe en el año 1992, pertenece a la familia de Sans Serif. Podemos encontrárnosla en casi cualquier producto actual, sobre todo publicidad y cajas de Apple.
Diversidad tipográfica
Desde su entrada a la palestra, Myriad ha estado cada vez más acompañada por otras dos tipografías por todos conocidas. La Helvética, diseñada por Max Miedinger en el 57, una de las tipografías más usadas en textos de la historia, y Lucida Grande, sans serif de la familia de las Lucida, diseñada por Charles Bigelow y Kris Holmes en 1985. Estas dos se han encargado de mejorar la legitibilidad de los textos o títulos en las herramientas del SO, tanto de escritorio como móvil.
La última tipografía en llegar a Cupernico
Pero a las tres reinantes actualmente, ha ido ganando terreno una nueva, sobre todo con la implantación de los iPhone, y ya se usan por defecto en aplicaciones tan importantes como Mapas o los mensajes de Siri. En Mountain Lion tienen una participación más bien escasa, aunque todo está por ver. Hablamos, como no, de Avenir, diseñada por Adrian Frutiger en 1988, tiene como principal inspiración a la tipografía Futura, pero sin ser puramente geométrica. Un soplo de aire fresco (moderno) para unos productos que así lo merecen.
Como hemos visto, actualmente hay cuatro tipografías que en mayor o menor medida se disputan Apple. Acostumbrados como estamos al buen diseño de la compañía, dudo mucho que en futuras actualizaciones y productos siga habiendo tal diversidad, en pos de un control más exaustivo del modelo tipográfico (por eso de que más de dos son multitud…).
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