Tres noticias de la semana pasada que por tiempo no pude comentarlas en esta santa casa.
- Google Now llega al navegador Chrome, y por ende, a los SO de escritorio (EN).
- Las Chrome Apps podrán funcionar en el escritorio sin ejecutar todo el navegador (EN).
- Las Chrome Apps podrán ejecutarse como aplicaciones “nativas” en Android e iOS (EN).
Ahora toca reflexionar sobre lo expuesto arriba ¿Qué quiere decir todo esto?
Muy sencillo. Tenemos un programita en cada dispositivo que conforme pasa el tiempo empieza a marcar la diferencia. IE centrando su esfuerzo en la asincronicidad y las apps de Windows 8, Firefox con su marketplace y las APIs de conectividad clásicas del smartphone, y ahora Chrome con su extensión al resto de sistemas. Lo cierto es que el panorama de navegadores se ha puesto de lo más interesante, y resulta complicado decidir cuál de todos ellos acabará por llevarse el gato al agua (si es que alguno lo debería hacer).
¿Qué más quiere decir? Pues que las apps basadas en HTML5 inundarán poco a poco el resto de sistemas operativos (ojo, móvil y escritorio, los dos por igual). Esos mismos sistemas que hace tiempo se negaban a cobijar en sus market aplicaciones híbridas, o ni siquiera contemplaban los lenguajes web como código fuente en los programas.
¿Qué más? La asistencia virtual llega al escritorio, y curiosamente no es de la mano de Apple y OS X. Y tampoco con una voz repelente (el tiempo lo dirá), sino con las tarjetas contextualizadas y la respuesta correcta a la pregunta. Google sabe que el futuro es ese, y no el buscador (que por cierto, con el tiempo se está volviendo más una sucesión infinita de publicidad que un verdadero buscador).
¿Qué más? Apache Cordova (EN) elegido como empaquetador de aplicaciones para iOS y Android. Una suerte de intermediario entre los diferentes SDKs e IDEs del duopolio: Eclipse y XCode. Y lo hace tirando de sus propias APIs… y también de las nuevas APIs de Chrome (EN), que para colmo son compatibles con Google Play Service (y seguramente incompatibles con AOSP, casualmente…). Con esto Google mata dos pájaros de un tiro: Obligamos nuevamente a usar sus queridas APIs en detrimento de las propias del proyecto libre de Android, AOSP (a Samsung le debe estar doliendo el culo) y metemos mano a los datos (y el mercado) de iOS, la competencia.
¿Falta algo más? El haber fragmentado el navegador (un programa que recordemos hace apenas unos años servía únicamente para mirar “el interné”) de tal manera que cualquier Chrome App ejecutada en el SO activa únicamente los módulos necesarios para su uso, ahorrando recursos (y batería). Me cuesta hablar de navegadores como tal frente a verdaderas plataformas de comunicación y desarrollo. Y sino darles un par de añitos, a que eso que en su día defendíamos como el futuro de la informática madure, y veremos entonces qué programas no web acabamos por usar en nuestro día a día, sea frente al móvil, sea frente al escritorio,… o frente al wearable de turno.
¿Algo más?