Las búsquedas en internet han dado saltos cualitativos desde la aparición de los primeros directorios. No hace mucho hablamos de los nuevos algoritmos de Google Images, capaces de “entender” una fotografía, y de como poco a poco se van potenciando los softwares de comunicación por voz con las máquinas, del tipo Siri o su homólogo en Android.


El caso es que de aquí a llegar a crear una plataforma semejante a la capacidad de razonamiento humana hay un largo trecho, pero que se va acortando año tras año.

Hoy quería hablaros de Wolfram Alpha.

Uno de esos motores de búsqueda (sí, existen buscadores diferentes a Google, Ask o Bing) que ha ido evolucionando y volviéndose más inteligente con el tiempo, hasta tener un 90% de acierto en sus respuestas.

Conseguir un 90% es un grandísimo logro (presupongo que el buscador de Google tendrá alrededor del 30%), ya que para ello, no basta con buscar las palabras en su base de datos, sino comprender el significado de cada una en el contexto adecuado, y buscar una respuesta válida únicamente para ese compuesto, y no cualquiera, como hacen los grandes buscadores.

Podríamos hablar de Wolfram Alpha como el antiguo “Voy a tener suerte” de Google, a lo bestia. Recopila toda la información, y te la devuelve en la misma web, con solo un 10% de fallo.

Para llegar a tal porcentaje, ha tenido que solventar los graves problemas de no saber de qué se está preguntando (aumentar la base de datos de palabras y significados), y ser capaz de entender el contexto y responder a la ironía (por supuesto, no es 100% fiable).

Un acercamiento a los robots del futuro.