Hubo un tiempo en el que utilizar diferentes sistemas operativos era cuestión de cabezonería. Hoy en día es algo totalmente intrascendente.
Esta fue la respuesta que le espeté al director de una compañía en una reunión hace unos días.
En el típico bypass entre presentación de la propuesta a un cliente, al hombre, al que me consta le gusta mucho cacharrear con la tecnología, le contaba que recientemente había vuelto a MacOS tras la llegada de los primeros dispositivos con ARM, y lo feliz que estaba con la decisión.
Y él aprovechó para decirme el clásico de:
-A ver cuánto tardas en pasarte al iPhone y dejar ese móvil chinorris.
Es un tema que llevo bastante interiorizado, y es que al menos hasta el momento, sigo en mis trece con lo de que para smartphones prefiero Android.
No digo que sea ni mejor ni peor. Y puede que el día de mañana cambie de parecer (veo claramente puntos fuertes y débiles en cada uno de los sistemas). Simplemente para el uso que le doy al móvil (disclaimer, bastante, tanto para trabajo como para ocio), Android hoy por hoy me ofrece mayores comodidades.
Al igual que he defendido desde siempre que en tablets no hay nada comparado con el iPad.
Android me da versatilidad, pero en un producto que básicamente utilizo para consumir contenido (como es la tablet), y si eso producirlo en viajes (cuando se podía snif snif), como que el tener un sistema operativo hiper-cerrado en el que todo funciona a las mil maravillas sin que tenga que hacer yo nada me viene que ni pintado.
Le expliqué esto, y me dijo que le parecía muy bien, pero me estaba perdiendo acceso al principal activo que tiene Apple: su ecosistema.
Y aquí vienen mis dudas.
Oda a los jardines vallados…
Un ecosistema que, sin lugar a dudas, es envidiable.
Y no me cuesta defenderlo en casuísticas como las siguientes:
- Wearables: ¿Quieres un iWatch? Pues prácticamente necesitas tener un iPhone. Punto. ¿Puedes utilizar el reloj de Apple sin tener un iPhone? Pues sí, por poder puedes. Es más, te puedes comprar la versión con SIM y utilizarlo de forma totalmente autónoma. Pero vaya, que entonces ahí sí estás sacrificando lo que hace del Watch el mejor smartphone del mercado (y el reloj más vendido del mundo, contando a todos los modelos de relojes suizos y marcas históricas que hasta hace una década lideraban las ventas). Donde ya la cosa empieza a flojear es con los AirPods, que en efecto funcionan genial con el resto de productos de la manzanita… pero que no dejan de ser unos cascos que también se pueden utilizar con un dispositivo Windows, Linux, Android o en definitiva cualquier cosa que se conecte por bluetooth. ¿Pierdes la opción de invocar a Siri? Vale… Por ahí tienes a Cortana, Alexa o Google Assistant si es que echas de menos hablar con una máquina. ¿Tardarán más en parearse? Ok, puedo esperar… ¿medio segundo más? en que hagan el paring. Sobreviviré…
- Domótica: Por supuesto Apple cuenta con su propio estándar, así que si quieres que Siri sea capaz de comunicarse sin mucho jaleo con las bombillas, la batidora o lo que diablos le tengas conectado, lo más cómodo es, en efecto, no salirse de los dispositivos de Apple. ¿Que Apple no tiene ese dispositivo? Pues oye, seguro que hay algún fabricante de terceros que ofrece integración en el ecosistema Siri. Algo que, por cierto, pasa exactamente igual tanto con Google como con Alexa (Amazon), los tres grandes feudos del IoT.
- Servicios digitales made in Apple: Aquí ya tengo sentimientos encontrados. ¿iTunes? Hombre, por haberlo lo había (al menos hasta hace unos años) hasta para Windows, pero está claro que lo suyo es tenerlo en MacOS. Ahora bien, no veo el sentido de necesitarlo hoy en día. ¿iMessage? Fuera de EEUU todo el mundo, de tener, tiene WhatsApp. En iMessage podría hablar a lo sumo con una décima parte de mis contactos…. Y pasa casi lo mismo con otros como TV+. Por tener lo tienes hasta en Android. Un servidor de hecho lo consume principalmente en los FireTV que tengo por casa/proyector, y en el televisor LG de Asturias. Todo sin haber comprado el Apple TV (dispositivo) de turno. ¿Aplicación Podcast? ¿Para qué? Si todo lo que hay ahí lo tengo en cualquier otra app de podcasting. ¿Apple Music? Hay alternativas… ¡como Spotify! Que le da mil vueltas. ¿Notas, Recordatorios? Para qué si Keep me ofrece lo mismo pero multiplataforma. ¿iCloud? Aquí la pregunta debería ser más bien ¿pagarías iCloud si no fuera porque Apple te lo obliga (las copias de seguridad se sincronizan en esos míseros 5GBs que da gratis), a sabiendas de que Google One, Dropbox y compañía, son bastante más funcionales y para colmo baratos que el de Apple?
Y es que es aquí a donde quería llegar.
… pese a la cada vez mayor intrascendencia de ellos
Que puedo defender a ultranza la estrategia de estas grandes compañías, con Apple a la cabeza, por generar ecosistemas.
Está demostrado que funciona. Que la gente prefiere vivir tras unas murallas que sean infranqueables mientras dentro vivan bien.
Pero es que hace ya bastantes años que el mercado ha madurado lo suficiente como para que el tener una casita en cada feudo no sea un dolor de muelas.
Era de hecho un tema al que le dediqué su apartado correspondiente con la vuelta a MacOS.
La primera vez que me pasé a MacOS (2006) viniendo como venía de Windows/Linux, hay que reconocer que me costó horrores, sobre todo teniendo en cuenta que parte de mi por aquel entonces trabajo (estudiar la carrera) precisaba utilizar software propietario que solo estaba disponible en uno de los dos sistemas.
Y muchos experimentamos nuevamente esta misma sensación con la irrupción de los smartphones. De pronto en el bolsillo teníamos un ordenador… que era incapaz de comunicarse con el portátil o el ordenador de casa más allá de enviarte a ti mismo un email.
Los tiempos afortunadamente han cambiado mucho, y hoy por hoy a poco que andes vivo tienes opciones para cambiar entre sistemas operativos sin mayor impedimento.
Por ponerte un ejemplo, la vuelta a MacOS con el Mac Mini me ha llevado una tarde. Punto. Configurar cuatro cosas y como el resto está todo disponible en servicios online y ya trabajaba bajo estándares (formatos de archivo, programas, etc…), coser y cantar.
Los sistemas operativos se han vuelto una commodity gracias, precisamente, a la hegemonía de los servicios en la nube.
Y sí, me puedes decir que Google no deja de ser otro ecosistema, y que si me apuras Office o incluso la suite de Dropbox es otro.
Pero a lo que voy es que hoy por hoy el hardware no limita las opciones del consumidor, sino justo lo contrario.
¿Que estás muy feliz utilizando un iPhone? Pues adelante. Lo chulo que tiene esto es que tanto tu iPhone como mi Android no tienen problemas para comunicarse entre sí, pese a que detrás haya dos empresas cuyo modelo de negocio depende precisamente de retenernos entre sus fronteras.
Y pasa lo mismo con la comunicación entre ordenador y móvil.
No necesito que a mi ordenador me lleguen los SMS o cuando me llamen me salte la alarma de que me están llamando (disclaimer: si quiero hay apps que me permiten hacerlo). Maldita sea, es que por querer ni quiero que lo haga.
Con poder tener el servicio de mensajería de turno (WhatsApp, Telegram, Slack, todos multiplataforma) me sobra y me basta.
Y sí que me parece increíble que ahora pueda tener cualquier app del iPhone nativamente corriendo en mi Mac Mini. Pero seamos sinceros… ¡es que ni quiero tenerlo!
El ordenador para trabajar o jugar. El teléfono para trabajar a jugar, pero cada uno en su parcela, teniendo la interoperatividad justa y necesaria (tareas, notas, emails, contactos…).
¿Me estoy perdiendo algo? Alguna funcionalidad muy interesante que obvio, y que da sentido pleno a encerrarse en un único ecosistema?
¿Algo sin lo que no puedas vivir?
¿Es Airplay (EN) tan sumamente increíble?
¿O Bixby en el caso de Samsung?
¿Algo que una suite como la de Google, o un simple servicio que además de app tiene versión web/escritorio, no me esté dando ya?
Porque es que si no no lo entiendo.
¿Que apuestas por un único ecosistema por comodidad? ¿Por simple costumbrismo? Me parece correcto.
¿Pero que sea per sé mejor que picar (y coger lo mejor) de cada ecosistema? ¿Por qué?
Arguméntamelo, que no llego a comprenderlo.
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¿Quieres conocer cuáles son mis dispositivos de trabajo y juego preferidos?
Revisa mi setup de trabajo, viaje y juego (ES).
Y si te gustaría ver más de estos análisis por aquí. Si el contenido que realizo te sirve en tu día a día, piénsate si merece la pena invitarme a lo que vale un café, aunque sea digitalmente.
Muchísimas gracias por el feedback que me habéis estando dando por privado y redes sociales estos días. Entre todo lo que me comentáis, quería resaltar varios:
-El acceso al ecosistema hardware propietario: Aquí, como decía en el artículo, totalmente de acuerdo. Es más, una de las principales razones para pasarme a iPhone sería el iWatch, que considero sigue siendo de lejos el mejor reloj inteligente. Sobre los auriculares no me pronuncio, ya que como ya he explicado en otras ocasiones, no utilizo los asistentes virtuales y prácticamente el mismo uso me lo pueden dar mis actuales auriculares (no soy muy especialito con el sonido).
-El que ya hayas estado los últimos años en mismo ecosistema: Uno que seguramente había obviado. Un servidor apostó desde el principio por plataformas y servicios multiplataforma, por lo que ahora mismo no estoy casado con nadie. Pero si siempre has estado en Mac/iOS, probablemente tengas Apple Music, Apple TV, Arcade, iCloud… y claro, ahí ya es más complicado cambiarte a otro lado a sabiendas que la mayoría de estos servicios no los podrás utilizar.
-AirPlay: Me comentáis alguno iniciativas tan chulas como los Airtags, que recordemos que por ahora no han llegado al mercado, pero que demuestran el músculo de Apple en esto de cerrar fronteras.
Resumiendo: Que si no estás dentro cambiarte puede ser algo totalmente accesible. Otra cosa es que ya estés dentro del ecosistema Apple y te quieras ir…