Interesantes los motivos a los que alude FastCompany (EN) a ese abandono del archiconocido 20% de tiempo libre con el que hasta hace poco contaban los trabajadores de Google para «sacar adelante sus propios proyectos«, y que en su día vio nacer servicios de la talla de Google Reader, GMail o Google Talk.


creatividad

Y es que leo el artículo, y no puedo dejar de pensar en la historia de grandes compañías como Xerox, IBM, Yahoo! o Microsoft, que en su día fueron ejemplos a seguir, y que llegado a un punto, podría pensarse que perdieron el norte.

Aquí tengo que dar la razón a Enrique (ES) cuando lo achaca a la pérdida de esa cultura startup donde se valora la creatividad ante el dinero, donde tener iniciativa y ser flexible es un valor a considerar ajeno a la titulitis del mundo corporativo.

Llegar a ser una gran empresa es un logro (vaya si lo es), pero tiene sus consecuencias. Y una de ellas es justo esta. Un sistema jerárquico que poco a poco pasa factura, y acaba relegando las virtudes que en su día hicieron grande a la compañía en post de otras meramente administrativas.

La muerte de GReader es el ejemplo más claro, y metiendo más el dedo en la yaga, toda la mierda que está saliendo sobre escuchas y negación de la privacidad en sus servicios (no tiene desperdicio la foto que en apenas 10 minutos Alfonso Piñeiro hace sobre el asunto (ES)). La compañía del «Don´t be Evil» (ES) que pasa al «Be Evil«. El Gran Hermano. La corporación.

Y es que quien encuentre la fórmula para mantener el éxito de una startup con los números astronómicos de una gran compañía, tiene el cielo ganado. Pero fácil no es, y a las pruebas me remito.