Un año más vuelvo por estos lares (esta vez a principios) para hacer pública mi lista de objetivos.
Ya expliqué el año pasado y hace un par de años en una pieza semejante las razones que me llevan a marcar unos objetivos, y sobre todo, a intentar cumplirlos.
Conté entonces mi metodología de definición de objetivos. El cómo preparo mi lista de objetivos, cosa que hago cada año por estas fechas, con la firme determinación de ir evolucionando como persona y como profesional hacia los derroteros que quiero llegar.
Porque por si no lo sabes, antes de SER hay que QUERER SERLO y HACER POR ELLO.
Así que recién entrado el nuevo año no me queda otra que repasar los objetivos que me marqué el año pasado y fijar unos nuevos, siguiendo lo que un servidor llama «La regla de los 3 objetivos».
¿Qué no sabes de qué hablo? Normal. El nombre viene con mi cuño, pero seguro que no soy el primero que ha llegado a algo parecido.
Veamos.
Índice de contenido
La regla de los 3 objetivos
Sinceramente, no tengo ni idea de si esto que voy a definir ahora ya ha sido estandarizado bajo algún término en particular. Lo más probable es que un servidor fuera picando de aquí y de allá en diferentes teorías sobre la felicidad del ser humano, el cómo afrontar el éxito y el fracaso y demás lectura típica del manoseado mundo de la autoayuda para llegar a formalizar una lista que acostumbro a escribir por estas fechas y que guardo en un sobre (antes físico, ahora digital) que solo abro a finales/principios del siguiente año.
En esta hoja lo que intento es definir los 3 objetivos que me marco para los próximos 365 días. Cada uno tiene un ámbito específico (en mi caso, personal, familiar y profesional, pero que cada uno elija sus ámbitos), y todos ellos deben cumplir una serie de pautas que evitan principalmente la tendencia que tenemos a marcarnos objetivos que no son reales, o cuya resolución requiere la fijación de nuevos objetivos. A saber:
- Cada objetivo debe estar claramente definido: Marcarse como objetivo «Ganar X más al mes» no tiene una consecución específica. Por contra, «sacar adelante X proyecto profesional» o «monetizar X servicio de X manera» nos permite llegar a ese primer objetivo, y además lo hace de una manera claramente argumentada.
- Cada objetivo debe ser un fin en sí mismo: De la misma manera que el anterior, «Ganar X más al mes» no es un fin, sino un medio para obtener un fin. Ese X más que queremos seguramente venga motivado por la compra o alquiler de X producto, porque esperamos poder realizar X actividad extra. Pues el objetivo es precisamente ese, no el anterior.
- En la medida de lo posible, cada objetivo debería depender de uno mismo: No siempre es posible (y de hecho, me llevaré algo la contraria en uno de los que me voy a proponer), pero si por ejemplo estamos en una relación complicada, marcarse como objetivo «mejorar la relación con nuestra pareja» está, seguramente, abocado al fracaso. Por contra, lo que podemos hacer es buscar aquellas acciones personales que hacen que esa relación vaya mal, y marcarlas como objetivo. Ejemplo: «Pasar más tiempo con mi pareja» o «Dejar de beber».
- Imperativos vs dubitativos: Puede parecer una obviedad, pero hay mucha diferencia entre «Dejar de beber» y «Tengo que dejar de beber», o «Debo de dejar de beber». En el primero el núcleo del objetivo es la acción, mientras que en los segundos, el núcleo es la necesidad o recomendación de realizar la acción. Ojito con esto, ya que aunque sea inconscientemente, afrontamos de distinta manera un objetivo según cómo lo hayamos definido.
Dicho esto, vamos a ver cómo ha salido este año.
Mis objetivos del 2018 y el resultado a finales de año
- Personal – Estar más sano: Tanto físicamente como a nivel interior. 2016 fue para mi un año de muchísimos cambios, dejando una relación que llevaba tiempo estando abocada al fracaso y reecontrándome. Lo que me llevó en todo ese aprendizaje a ganar confianza en mi mismo. Cambié entonces la relación que tenía con la comida, cosa que ya he explicado en su momento, y que me ha permitido perder esos 16 kilos que me sobraban. Esta última etapa del 2018 no he estado haciendo ejercicio al nivel que me hubiera gustado (he mantenido una base, que conste, y por ejemplo ahora estoy más preparado para correr en campo, cosa que hace un año era impensable), pero sobre todo la mayor evolución la noto a nivel mental, ganando de nuevo esa confianza que me ha llevado a recuperar la sana costumbre de impartir charlas frente a multitudes, dos años más tarde de que me quedara en blanco en una.
- Familiar – Conocer una nueva cultura cada año: Es algo que de una u otra manera llevo tiempo haciendo, pero no lo había interiorizado hasta ahora. Disfrutar de esa experiencia de encontrarse ante algo desconocido al menos una vez al año, e invertir siempre que sea posible en experiencias, que es a fin de cuentas el bien más valioso que podemos llevarnos. Este año he estado por Portugal y por Andorra, pero lo cierto es que ha sido de los años que más he viajado. La única diferencia es que lo he hecho entre las fronteras de España, un país que paradójicamente conozco mucho menos de lo que pensaba. También ha sido, por cierto, el año que he decidido romper la costumbre de celebrar cada cumpleaños en un país diferente. El de este año lo he celebrado en Asturias, con una parrillada, rodeado de los míos, como hacía cuando era pequeñajo. Y ha sido increíble.
- Profesional – Diversificar ingresos para ser económicamente sostenible: En su día dependía demasiado de uno de mis clientes (en torno al 65%). Lo que hacía que aunque no fuera un trabajador por cuenta ajena, si se me caía el resultado fuera prácticamente el mismo. La idea era buscar canales alternativos de financiación que sean más o menos estables en el tiempo. A mediados de este año el proyecto se canceló (por aquel entonces representaba el 45% de mis ingresos medios mensuales), y lo que para algunos podría haber sido una mala noticia, para mi supuso una nueva oportunidad. Desde entonces me he puesto las pilas, y a fecha de Enero puedo decir que prácticamente he llegado al mismo umbral económico pero muchísimo más diversificado. A día de hoy tengo alrededor de 9 fuentes principales de ingresos, y la diferencia entre ellas ya no es tan grande como antes. El proyecto de crowdfunding de esta comunidad (ES) ha crecido en este año, como explicaré en el próximo informe de transparencia, más del 200%, y si sigue ofreciendo pérdidas no es precisamente porque no funcione sino por mi interés en reinvertir todos sus beneficios en seguir haciéndolo crecer. También estoy a las puertas de sacar el que será mi primer libro (sale el 15 de enero) y este año fue el año en el que me animé a acabar un curso sobre seguridad y privacidad enfocado al usuario medio, plasmando así en un soporte digital todo ese expertise que suelo ofrecer en formaciones privadas.
Mis objetivos para 2019
El 2018 fue el año del viaje de mi vida.
Cambié hábitos alimenticios, interioricé eso de incluir en la rutina diaria el ejercicio, maduré como persona y como profesional y sobre todo gané confianza en mi mismo.
Me moví más que nunca, viajé como nunca lo había hecho, me mudé y afronté la mayoría de proyectos que tenía en standby, sacando adelante un par de ellos.
Y este año quiero que acabe con la misma fuerza:
- Personal – Romper los moldes en los que yo mismo me he encorsetado: Aquí juego con ventaja ya que ya he empezado a hacerlo. Con este objetivo mi idea es salir de la zona de confort en la que he estado viviendo estos últimos años, y perderle el miedo a hacer lo que me pida el cuerpo en cada momento. Una base importante de este objetivo es precisamente el rumbo que ha ido paulatinamente tomando esta página, y que comentaba de pasada recientemente. Este año he hablado más de videojuegos, de viajes y de cine. Temáticas que me apasionan, y que antes solo me atrevía a tocar de forma puramente anecdótica. Hasta el punto de que ya cuentan con su propia categoría en el menú principal. También he probado más dispositivos tecnológicos y he escrito más tutoriales, dejando la actualidad semanal para los post que publico en la intranet. Será, de hecho, un tema que trataré en profundidad en el informe de transparencia de este mes, que supongo publicaré la semana que viene (primero Patreon tiene que pasarme las donaciones de diciembre).
- Familiar – Viajar más con los míos: Recientemente he vuelto a recuperar el contacto con una parte de la familia que por razones que no vienen al caso se había perdido. Y quiero explotarlo al máximo. Hay por ahí en mente un viaje en familia, y en todo caso parece que a partir de ahora la norma va a ser hacer más cosas juntos. Y también, como no, espero seguir disfrutando del viaje junto a mi pareja, a la cual le encanta tanto o más que a mi enfrentarse a nuevas aventuras. De hecho, espero acabar el año pudiendo decir que estuvimos al menos unos días viajando de mochileros por Latinoamérica. Ya que el año pasado no lo pude hacer (se juntaron varias cosas que me alejaron de ese camino), espero que en éste si cuadren los astros.
- Profesional – Montar una agencia: Es algo que llevaba tiempo en mente, y que últimamente lo he hablado mucho con mi pareja. Èlia, como bien sabrás, se dedica al marketing experiencial (ES), y era cuestión de tiempo que empezáramos a trabajar juntos (yo con la parte técnica y ella con la humana). Si todo sale como parece que está saliendo, es probable que a lo largo del año acabemos formalizando lo que a día de hoy ya estamos empezando a hacer por separado (colaborar con clientes de ambos). Y va a ser sin lugar a duda otra excusa para enfrentarse a nuevos retos (esto de ser autónomo ya lo tengo casi dominado, G.G).
En fin, que ojalá dentro de un año, cuando revise nuevamente esta pieza, pueda decir sin problemas que he hecho un triplete.
Y en caso contrario, que al menos me sirva para saber qué ha fallado, o las razones que me han llevado a tomar un camino diferente. Porque en un año pueden pasar muchas cosas, y lo mismo lo que ahora veo claro deja de tener sentido el día de mañana.
¿Tienes ya claros tus objetivos para este año?
Puedes si quieres compartirlos de forma rápida en los comentarios de este artículo, que eso de dejarlo plasmado en un espacio que van a ver otros permite además ejercer la suficiente presión como para que te «incentives» a alcanzarlos.
¿Te animas?
Comentar que yo te conocí a partir de un artículo de videojuegos (acabo de buscarlo y era un post sobre marketing de juegos indie y la comunidad)… Vamos, que veo esa diversificación muy interesante a la hora de captar otro tipo de público, o incluso público objetivo que no te conocieran (cómo es mi caso).
Un saludo y feliz año 🙂
Pues muchas gracias por avisar Ulises. Y ya no solo eso, sino que puedo acercar temas más técnicos a perfiles que quizás pueden estar a priori menos interesados.
Conceptos como la seguridad y la privacidad entran mejor si los adobamos con temas más cercanos a todos nosotros, como puede ser el entretemiento.
Saludos, y buen comienzo de año!