A raíz de la conversación que surgía en el artículo enlazado en una de las Comunidades de Google+ de las que soy administrador sobre la nueva Microsoft, surgieron algunos puntos interesantes que me gustaría tratar en profundidad en lo que podría ser un artículo de transparencia sobre lo que para un servidor significa el software libre y la comunidad.
Todo viene motivado por la cooperación de Google frente al lobby europeo (ES), que ha aceptado la predisposición de Google de ofrecer junto con sus propios resultados, al menos tres de la competencia.
Una medida que viene a luchar contra el claro monopolio de Google como ventana a internet, y contra el cada vez mayor favorecimiento del que son beneficiarios el resto de sus productos (quien domina la intermediación…). Creo que tanto Alfonso Piñeiro (@alfonsopineiro) como un servidor está de acuerdo en que un monopolio no interesa a nadie. Al menos no al cliente final.
Ahora bien, como todo en esta vida, no es blanco ni negro, y se me antojan varias cuestiones que no hacen más que ensombrecer la figura de un organismo público como es la Comisión Europea, y por ende, al resto de organismos semejantes:
- Levantando el hacha contra el monopolio: Sobre esto, y como ya dije, ¡chapó! No se me ocurre una foto en la que un monopolio sea ventajoso para el mercado, y cualquier lucha para evitarlo simpatiza directamente con mi visión de lo que debería ser el sector. Además, y como bien señalaba Piñeiro, curiosa la decisión de Google de afrontar de buena gana lo que acabaría seguramente en pérdida ante un órgano que en su día lanzó en una situación semejante la mayor condena económica de la historia a Microsoft. Antes de llegar a estos puntos, coopero, propongo alternativas, y así me evito el desastre futuro.
- Editorialización del buscador: Hace poco leía un artículo corto sobre lo que fue y es el buscador de Google (ES). De ese buscador limpio que apostaba por no meter publicidad ni ser un portal editorial, a lo que es hoy en día, cargado de anuncios y con un porcentaje realmente bajo de artículos indexados por la repercusión de los mismos. Ahora únale que a cada búsqueda que se haga y aparezca un servicio de Google, deberán aparecer tres de la competencia, y échese a temblar. Me veo en un futuro no muy lejano teniendo que bajar scroll hacia abajo para poder ver el primer artículo no editorializado. Un punto a favor que me ha hecho probar durante estos días Bing como buscador por defecto (que aún le falta ya que apenas me conoce), donde al menos no tengo que preocuparme por la dichosa publicidad.
- Intereses encubiertos: Ahora bien, entramos en aguas pantanosas ¿De verdad los objetivos finales de la CE eran evitar el monopolio de Google en cuanto a búsquedas por internet y preferencia de sus servicios, o iban por otros tiros? Y con otros tiros me refiero a que quien mantiene la CE es el lobby europeo, nos guste o no, auspiciado por cada uno de sus gremios. Y ya sabemos cómo se las gastan estos, queriendo imponer tasas y absurdos DRM al contenido que crean en la red, sin tan siquiera implementar ellos medidas propias para monetizarlo. Por aquí ya se ha visto que lo tenían complicado (sino estáis de acuerdo con que Google News saque partido de vuestro contenido enlazándolo, simplemente decidir que no sea indexable, con la pérdida de visitas que ello os va a conllevar, y todos felices), así que ataquemos por otro sitio, donde los tenemos mejor pillados.
- Lobby público frente a lobby privado: A donde quería llegar ¿Qué es preferible? Me refiero a que como ciudadano y firme defensor del software libre, todo lo que beba de la comunidad me produce más tranquilidad que aquello que viene de “vaya usted a saber dónde“. Pero los problemas aparecen cuando algo público está gestionado por algo que ya no es tan público (los grises, vaya), y para colmo nos lo quieren seguir vendiendo como comunitario. Pasa en el trabajo (puestos de funcionarios elegidos a dedo), pasa en comunidades de software libre (el caso de Linux es un buen ejemplo, con una comunidad enorme que implementa novedades, y la figura de un fundador que como rey y señor del software dictamina qué permite que siga y qué no) y pasa en todos los rincones del planeta (esos políticos que miran para los intereses del lobby, y no para quien representan).
La respuesta, aún a mi pesar, va más hacia lo privado. Porque al menos no esconden la mano. Algo privado está movido (casi) exclusivamente por el dinero. Cuando las cosas funcionan, funcionan. Sino, se hacen recortes, siempre pensando en el dinero. Ahora te acercas a algo público, y a saber cuáles son los objetivos finales. No hay nada más peligroso que desconocer los intereses que hay detrás de un movimiento, más cuando te das cuenta que apoyas sus medidas, y que quizás por ello estás siendo influenciado.
Magnífico análisis, Pablo. Realmente has situado el debate en donde está en este momento: en un lugar de difícil decisión sobre quiénes son los buenos y quiénes son los malos. Hay varias “contradicciones” al respecto.
– Bruselas multa hace años a Microsoft y todo el mundo aplaude a Bruselas. Ahora Google traga antes de la multa… ¿y el malo es Google?
– Vale, el malo es Google porque tiene una posición de dominio en el mercado. Ya, oigan, ¿y a ese dominio ha llegado por su cuenta o a base de comprar esclavos en África, enviar dinero a las Seychelles, acomodarse a favores políticos, espiar para la NSA, aliarse con dictaduras… como muchos de los diputados de Bruselas hacen o harían si tuvieran la ocasión?
– Tiene una posición de dominio que otros no tienen… cuyos resultados acepta incluir a partir de ahora, a pesar de que esos otros NO van a incluir los resultados de Google, incluso cuando para ser concebidos han copiado los sistemas de Google, y cuando tienen una infinita mejor capacidad para efectuar búsquedas contextuales y casi 3.0 (esto es, semánticas, que no conversacionales o 2.0).
– La paradoja de Google es: que pases el máximo tiempo posible desde el punto de vista de la UX para ver sus anuncios, y el mínimo tiempo necesario como para considerar que su servicio es eficaz y por tanto repitas “proveedor” de búsquedas. Esto creo que no lo entiende ni uno solo de los cabezas huecas de Bruselas, a los que veo más ocupados en poner el cazo que en mejorar Europa, que es para lo que se les paga (y casi nunca suficiente, visto el poder que tienen los lobbies).
– En definitiva, que no. Que Google no es un santo ni está entre sus estatutos serlo. Es una empresa privada, con sus objetivos comerciales, sus prácticas más o menos éticas (que dependen exclusivamente de ellos y de nadie más), pero con unas normas muy claras: si dan lo que el mercado demanda, seguirán creciendo; si no, se hundirán. ¿Nos suena Kodak? ¿Nos suena Samsung? Pues eso. Esto es lo que hay y puede que a mí NO me guste, pero lo que no puede ser es que valga en unos casos y en otros no, porque crea inseguridad jurídica y por tanto relativismo legal. Entre eso y una dictadura el salto conceptual que hay es MUUUUUY pequeño.
Corregido lo de tu otro mensaje. Pues en esa misma tesitura nos encontramos. Eso, sin olvidarnos que a un monopolio se llega gracias a los fallos de la competencia, a no ser que partas de una posición muy favorable en un sector paralelo (cosa que en este caso no podemos decir del buscador, que fue donde se inició todo).
Sobre la capacidad de búsqueda de las alternativas, toda la razón. Uno de los medios más poderosos del mundo es Yahoo, y ahí está viendo pasar plantas rodadoras. Y ya ni hablemos de un Bing como agregador social tirando de la información de Facebook y Foursquare, o Wolfram Alpha y su grafo del conocimiento. Pero Google ha sabido labrarse una reputación y un nutrido grupo de casos de éxito (recordemos que el segundo buscador más usado es Youtube), encumbrándolo dónde se merece ¿Qué a un servidor le gustaría que hubiera más conciencia social y apostar por los que no son tan grandes? Por supuesto, soy el primero que lo hace, pero entendiendo que nada es blanco o negro.
Creo, y ya hablando de forma personal, que la decisión ha sido todo un acierto por parte de Google, que lo venderá como un activo de valor más a considerar. La multa se olvida, el lobby se frota las manos porque piensan que han ganado, y todos felices. En última instancia, el cliente, que seguirá usando Google porque es lo que conoce, y consumirá cada vez más publicidad y enlaces patrocinados, sean de la calidad y reputación que sean.
En concreto, con lo de la búsqueda 3.0, me refiero a esto https://plus.google.com/u/0/+MariaBreton/posts/6rdTbzVAP4Z