Esta foto que acompaña al texto pertenece a un pantallazo de Loop Hero, un juego indie, creado por el estudio ruso Four Quartes y publicado por la siempre magnífica Developer Digital, a principios del 2021, y es desde hace un par de semanas al título que más le he estado dando.
En sí, bajo esos gráficos tan del siglo pasado, y esa interfaz que parece diseñada por tu peor enemigo, se encuentra uno de los mejores indies del año.
¿La premisa?
Eres un héroe (de ahí la segunda parte del título) en un mundo que, literalmente, se ha ido a la mierda por la mano negra de un ser demoníaco que ha borrado todo, y tu papel, que no sabes muy bien por qué (bendita amnesia de los videojuegos…), será, para variar, la de salvar el mundo, que en este caso pasa por recorrer en bucle (de ahí la primera parte del título) un camino e ir, con ello, recuperando el resto del mundo.
A nivel de mecánicas, y aquí es lo verdaderamente interesante, estamos ante un rogue like (ya sabes, juegos que basan su atractivo en ser muy rejugables y en tener muerte permanente) con algo de gestión de mazo de cartas (entraré en detalle a continuación), pero lo que le hace separarse de toda esta oleada de deck builders rogue like que han ido saliendo últimamente (y que a un servidor le encantan, por cierto), es que realmente nosotros no manejaremos al héroe: tanto su recorrido, como los combates, se hacen automáticamente.
¿En dónde interfiere el jugador entonces? Pues en ir tomando decisiones:
¿Le pongo este arma que quita más a sabiendas que voy a perder crítico?
¿Coloco esta montaña en este espacio vacío… o me espero a tener una roca y así la montaña me dará el doble de beneficios?
¿Le doy otra vez al bucle ahora que he llegado a la hoguera de inicio a sabiendas que si el personaje muere, perderé el 60% de todos los recursos que he conseguido?
¿Ves por dónde va?
Es un juego de pura estrategia, que poco a poco desvela sus cartas (jeje) en una magnífica y a priori desconocida gestión de sinergias entre diferentes acciones del usuario. Por ejemplo:
Si colocas una aldea en el camino, el héroe recuperará cada vez que pase por ahí un % de su vida y le darán una misión que, de completarla, obtendrá más experiencia. Pero si además colocas al lado una mansión vampírica, parte de los aldeanos se transformarán en esclavos vampíricos y te tocará combatir contra ellos.
O…
Cada roca o montaña que colocas en el territorio te da, como decía, más o menos bonificaciones según las rocas o montañas que tenga a su alrededor. Pero si colocas 9 de estas cartas formando una cuadrícula de 3×3, éstas se unificarán en una montaña enorme dándote bastantes objetos extra… y generando cada X días unas arpías que irán a por ti.
Por si fuera poco, tu campamento (el hub al que vuelves cada vez que escapas con vida… o mueres) deberás ir ampliándolo con nuevas estructuras y mejoras de las ya existentes, que además de servir para ir avanzando en la trama principal (lo de que el mundo se ha ido a la mierda), irá metiendo más y más complejidad al juego: Que si nuevas clases, que si la posibilidad de subir de nivel y obtener talentos, que si nuevas cartas, etc etc etc…
Vamos, de esos juegos que perfectamente puedes echarles veinte o treinta minutos al día, hacerte una run y seguir mañana con otra sin la presión de estar perdiéndote algo.
Pero yo venía a hablar del factor forma
Todo este texto introductorio para llegar al punto del que quería hablarte.
Loop Hero salió, como decía, a principios de año. Concretamente el 4 de marzo, para Windows, MacOS y Linux.
Un servidor ya lo tenía bien fichado y apuntado en una lista de juegos que quiero jugar, y que para colmo está ordenada de más interés a menos. Para que te hagas una idea, Loop Hero era el primero de la lista de juegos que no tengo en mi biblioteca. El cuarto de la lista metiendo a juegos que ya tengo (eso suma puntos, ya sabes) y que solo falta que pueda destinarles el tiempo que se merecen.
Para colmo, era un juego bastante barato. De lanzamiento no superaba los 30 euros, y actualmente, a poco que des con una oferta (en el enlace superior la tienes :D) fácilmente lo podías conseguir en Steam por menos de 10€. Un chollo, vamos.
¿Por qué no lo compré entonces, si le tenía tantas ganas y apenas costaba?
Pues por una razón muy sencilla: Loop Hero quería disfrutarlo en una consola portátil.
Era, de hecho, mi intención hacerme con él cuando me llegue la Steam Deck, por eso de que es el típico juego de echar un rato en cualquier momento, y tener unas mecánicas que encajan perfectamente en una consola que vas a tener entre manos.
La fortuna (bueno, más bien el sentido común) hizo que los chicos de Four Quarters decidieran hace ya unos días lanzarlo también para Nintendo Switch, a un precio de lanzamiento de 14,99€. Regalado, vamos.
Así que caí… Y en esas estamos desde entonces.
¿Sabes lo más gracioso de todo?
Pues que tres días después de que hiciera la compra (cuatro días después de que llegase oficialmente a la eShop de Nintendo), y como avisé raudo en el grupo privado de mecenas (hay varios jugones que sé que les iba a molar y que muy probablemente no lo conociesen), Epic Games Store, dentro de sus ofertas de juegos gratis por Navidad, lo puso durante 24 horas a coste cero.
Entrabas, lo activabas, y ya estaba en tu biblioteca para siempre.
Esto en otra situación pues me hubiera jodido.
A fin de cuentas, por apenas tres días de diferencia podría haber jugado al mismo título sin pagar absolutamente nada.
La cuestión, y es aquí donde quería llegar, es que no me ha importado absolutamente nada porque, en efecto, un juego como Loop Hero lo quiero jugar en una portátil. Y, por ahora, a falta de que llegue esa Steam Deck y decida si quiero o no instalarle Windows 11 (por defecto solo es compatible con juegos de Steam), no hubiera jugado a Loop Hero desde el ordenador.
Que he pagado 15 euros encantado… por el mismo juego, solo que en un formato (el de consola portátil) que lo disfruto más.
Exactamente lo mismo que me pasó con ese otro magnífico rogue like de cartas llamado Slay The Spire (ES): Lo tengo incluido en el Game Pass, y por tanto puedo jugarlo todo lo que quiera en mi Xbox Series X (y en cualquier dispositivo compatible con el juego en la nube, mi móvil incluido). Pero pese a ello, compré la versión física para la Nintendo Switch, y aunque tengo dos cuentas diferentes, sin lugar a dudas he jugado muchísimo más en Switch que lo que tengo en Xbox.
Es exactamente el mismo juego, pero una de las versiones, que además tuve que pagar aparte, me permite disfrutarlo de una manera que se amolda más a mi forma ideal de disfrute.
Y ojo que eso no quita que, en efecto, siga dándole a juegos de ordenador en el escritorio y a juegos de consola de sobremesa. Sin ir más lejos, he terminado no hace mucho el Dark Souls 3 (ES) con todos los DLCs en la Xbox, y claramente es un juego que no hubiera jugado en Switch (si es que algún día llegase a salir para esta consola).
Cada título requiere una forma de jugar distinta.
Una por la que a algunos no nos importa pagar un extra.
________
¿Quieres saber dónde conseguir juegos gratis periódicamente? Por aquí tienes un listado de servicios y eventos a marcar en tu calendario para no perderte ninguna de estas ofertas.
¿Quieres conocer cuáles son mis dispositivos de juego preferidos? Revisa mi setup (ES).
Y si te gustaría ver más de estos análisis por aquí. Si el contenido que realizo te sirve en tu día a día, piénsate si merece la pena invitarme a lo que vale un café, aunque sea digitalmente.