Recientemente Free, uno de los ISPs (proveedores de servicios de internet) más importantes de Francia, actualizaba sus routers con un filtro antipublicidad activado por defecto.


adblock

La función de este filtro no es diferente a la de extensiones como el conocido AdBlock, que evita la publicidad emergente, pero era el hecho de venir por defecto lo que ha sido centro de toda discusión, y que ha terminado hace escasas horas con la marcha atrás del servicio de forma temporal.

Por supuesto, la misma página de configuración del router ofrecía la posibilidad de desactivar dicho servicio, pero hay que reconocer que el usuario medio ni sabe ni está interesado en configurar un router, y como ya ocurrió con el revuelo de Do Not Track por defecto, entraba en valor el hecho inefable de que terceros acaben por elegir qué y cómo debes navegar.

Por un lado, medidas como estas pueden llegar a ser vistas con buenos ojos por los usuarios, sobre todo en referencia a los dichosos pop-ups publicitarios, pero también hay que tener en cuenta medios cuyo principal sustento económico es precisamente la publicidad, y que veían en esta decisión un ataque directo a su sistema monetario.

Por su parte, la guerra lleva abierta muchos años, en los que los ISPs, que son aquellos que ofrecen la plataforma, quieren sacar tajada de empresas de servicio alegando que sin ellos, internet no podría existir. Quizás en este punto me veo en la obligación de enlazar las palabras de César Alierta de Telefónica, que trataba ya en 2010 este tema de la forma más burda posible.

Los ISPs y la neutralidad de la red

Telefónica (por poner un nombre, pero en general cualquier ISP) ofrece un servicio (internet), que es a la vez plataforma y medio de comunicación para otros servicios (webs, aplicaciones, etc,…).

Por dicho servicio, cobra a cada usuario según la modalidad del mismo, de tal forma que si quieres más, pagas más y viceversa.


Además, hablamos de empresas fuertes, con gran potencial para invertir (no hay más que ver hasta dónde llegan las raíces de la mayoría de ISPs), y capaces de, si se lo propusieran, conquistar modelos de negocio como el de servicios (pongamos Google o Amazon como ejemplo) o el de contenido.

Sin embargo, está claro que sale más rentable quedarse sentado en el sillón de tu casa y pedir a los cuatro vientos que el resto de empresas que se suministran de tu plataforma (y pagan por ello), cedan un porcentaje de sus ingresos.

¿Os suena de algo esto? En efecto, estamos ante el mismo problema con otros protagonistas. De nuevo unas compañías (ISPs, Medios tradicionales) que se creen en la potestad de reclamar compensaciones porque otras ganen beneficio gracias a la publicidad, cuando en cada caso podrían hacer lo propio y competir de tú a tú contra estas últimas.

Los medios y los usuarios

Vista la postura de las ISPs, toca hablar del otro lado del pastel. Aquí mis sentimientos son contradictorios.

Por un lado, entiendo la negativa por parte de proyectos como el de Antonio Ortiz, basados en el contenido “gratis con publicidad”, y que ven en este tipo de medidas un ataque hacia su ecosistema, más si cabe cuando hablamos de blogs cuyo target principal son clientes avanzados en el uso de internet (Ars Technica es quizás el mejor ejemplo).

Pero por otro lado me pongo en la piel del usuario, y de cómo hay webs que pierden el norte mostrando publicidad invasiva por doquier, con altas tasas de CPM (normal, si te obligan a verlo durante 5 segundos cada vez que cambias de página), y una experiencia de navegación absurda.

Posibles soluciones

El razonamiento de los ISPs es anticuado y vulnera la neutralidad de la red, favoreciendo y subjetivando Internet a los intereses de unos pocos.


Activar por defecto este tipo de medidas, sin otorgar al usuario el derecho a elegir objetivamente, ataca las libertades y derechos de los usuarios. Que exista la posibilidad de activarlo sí, y que se haga de manera sencilla, pero que sea el usuario final el que decide y no al revés. Otro punto a tener en cuenta es la de otorgar una lista de URLs permitidas (algo que uso con asiduidad), algo que Free no ofrecía.

La concienciación por parte de los servicios de ofrecer una experiencia de usuario adecuada al contenido, y no a los fines económicos. El primer paso es ese, se mire por donde se mire. Un servidor tiene activo AdBlock contra publicidad invasiva (sigo consumiendo sin problemas la fija) desde hace meses (quizás años), y es debido precisamente a esto. Si las páginas que visito en verdad ofrecieran publicidad de manera correcta, sería el primero en desactivar la función, pero me niego a tener que comerme publicidad y perder el valioso tiempo que tengo en esperas por el simple hecho de que el administrador de turno no ha sabido sacar partido de las prestaciones de otro tipo de publicidad.