Bajo este título tan singular se esconde una verdad como puños.

Detrás de esa carcasa de persona solitaria con pensamiento matemático y enfrascado por lo general en lenguajes artificiales que poco tienen de triviales, se esconde una persona como otra cualquiera, a la que le gusta el contacto humano y sentirse querido.


Antes de que abandonéis este blog para siempre alentados por la locura (esperemos que transitoria) de un servidor, he de decir que este axioma no viene de mi perturbada y maquiavélica conciencia, sino de un movimiento de la red como otro cualquiera, y que recibe el buen nombre de “Hub a developer today“.

Noches de insomnio ante centenares de código, reuniones larguísimas que no llevan a ningún lado, cambios de guión continuos por parte de los clientes y empresas de terceros que esperan que se arregle un código ilegible, van poco a poco minando el buen ser de los informáticos, y en algunos casos, teniendo que tener abandonadas otras facetas más sociales de su vida. Pero no seáis crueles con nosotros. A todos nos gustan los abrazos.

Así que ya sabéis. . Él os estará sinceramente agradecido, aunque no sepa como exponerlo.