La emergencia sanitaria provocada por el coronavirus Covid-19 y sus correspondientes consecuencias han afectado todos los aspectos de la sociedad tal y como la conocemos. Al igual que sucedió 100 años atrás con la influenza de 1918 (y las anteriores pandemias que ha sufrido la humanidad), el mundo no estaba preparado para los cambios drásticos generados por el aislamiento.
Un aislamiento y unas medidas de distanciamiento que buscan precisamente mitigar el esparcimiento de la enfermedad, y que como cabría esperar, ha puesto en jaque a todas las industrias que dependían del público presencial, como por ejemplo la del cine y los casinos.
Con las personas encerradas en sus casas, sea por miedo o por decreto gubernamental, la industria del entretenimiento ha tenido que reinventarse y ofrecer sus servicios de manera exclusivamente online. Lo comentaba de pasada en un artículo en vídeo reciente: Los estrenos de las películas de alto presupuesto han sido postergados hasta la culminación de la emergencia y, la mayoría de casinos han logrado sobrevivir al aislamiento mediante sus versiones online.
Respecto a los casinos online
Los casinos se prepararon desde los años 70 para “virtualizarse”, desarrollaron software que hoy en día aún podemos ver en video-poker y las tragaperras de antaño. Tan pronto como el internet fue una realidad disponible para el ciudadano común, múltiples casinos ingresaron a la red ofreciendo entretenimiento “en línea”, y con el tiempo se ha vuelto un sector cada vez más dependiente del entorno online.
Esto les ha hecho paradógicamente estar mejor preparados que otras ramas del entretenimiento para el “cisne negro” que ha supuesto y está suponiendo el coronavirus. El juego y las apuestas son una realidad con la que convivimos. Una industria movida por las millones las personas en el mundo que pasan sus ratos apostando todo al 7 o buscando ganarle al crupier. Es por esto por lo que, en el momento en que nos hemos visto privados del derecho a salir de casas, muchos han optaron por trasladar esas actividades que antes se hacían en establecimientos a pie de calle a los casinos online. Y otras simplemente se han animado ahora.
Y no es que los casinos online necesitaran esta circunstancia inesperada para florecer. La industria lleva años mostrando un crecimiento exponencial, y ha tenido tanta aceptación por el público (y por las arcas de los gobiernos, recordemos) que la han convertido en una actividad muy lucrativa y ampliamente secundada. No hay más que ver la gran cantidad de casas de apuestas que han ido surgiendo en esta última década…
Y como en cualquier otro mercado en profundo crecimiento, las circunstancias también han sido óptimas para que haya quienes han encontrado en esta actividad una vía para dar rienda a sus peores impulsos, transformando lo que debería ser puro entretenimiento en una obsesión.
Con millones de personas encerradas en sus viviendas, muchos de ellos completamente desocupados, y con la posibilidad de estar conectados 24/7 a internet desde su baño, su habitación, su cocina, en cualquier momento del día, se dan las condiciones perfectas para crear un ludópata.
Algunos gobiernos como el español ya previeron esta situación y han impuesto restricciones a los bonos y promociones que ofrecen los casinos online. Desde hace aproximadamente un par de meses, ningún casino legalmente permitido por la Dirección General de Ordenación del Juego (ES) ha podido agregar promociones o bonos de registro a sus usuarios nuevos u antiguos. La medida busca evitar un aumento en las patologías y adicciones al juego contra las que lucha el país.
Son este tipo de medidas las que a mi modo de entender más hacen para ambas partes. Los impuestos que generan las apuestas online favorecen también a los ciudadanos, y hay que buscar un punto medio entre penalizar los usos excesivos y dañinos y permitir los que simplemente se acercan a la industria del gambling con idea de pasar el rato.
Limitar, restringir u clausurar los casinos online no solo sería poco seguro, ya que los apostadores recurrentes optarían por registrarse en casinos online no autorizados y presumiblemente bajo estrategias de monetización y pseudo-aleatoriedad ilegales y amañadas, sino que también reduciría los ingresos percibidos por los impuestos, empleos creados para la industria en particular, toda la cadena de valor de intermediarios, etc.
Así que a la vista de esta situación: ¿Qué prima en estos casos: La salud pública o la conveniencia económica?
“La casa siempre gana”, pero debe ganar responsablemente
De acuerdo con las cifras suministradas por FoxBet, los registros de usuarios nuevos en casinos online se duplicaron a tan solo una semana de haber iniciado el aislamiento. Los casinos online viven ahora su mejor momento, que recordemos que aunque por Europa estamos a priori saliendo de la primera ola, en el resto del mundo estamos en el cenit de la pandemia.
Para que un casino online pueda operar de manera legal en cualquier país debe solicitar un permiso ante el ente competente. En el caso de España, es la Dirección General de Ordenación del Juego la encargada de determinar si un casino online cumple o no con los requisitos del permiso. Puedes consultar aquí (ES) las reseñas de los casinos online con permiso para operar y que cumplen con los requisitos de juego responsable.
Entre los requisitos para operar en el país se encuentra el cumplimiento de prácticas de juego responsable. Por ejemplo:
- No admitir el registro de menores de edad.
- Limitar el tiempo de juego de sus usuarios.
- Suministrar información sobre juego responsable.
- Ofrecer ayuda en caso de padecer síntomas de ludopatía.
- …
La ludopatía tras el aislamiento
Ahora más que nunca, los casinos online y los gobiernos deben trabajar de la mano para combatir las consecuencias que el aislamiento generará sobre la comunidad apostadora. Limitar o clausurar los casinos online no es una opción viable, sin embargo, se puede continuar adoptando medidas para contrarrestar el tiempo máximo de juego semanal o, la cantidad permitida de depósito de dinero de juego.
Aun con las medidas y restricciones, es un hecho que muchas personas sufrirán consecuencias económicas y emocionales producto de la adicción al juego. Es aquí donde el sentido común y la responsabilidad social deben primar por encima del miedo y la ansiedad que produce el aislamiento.
Informar y concienciar sobre las pautas de juego óptimas hace mucho más que simplemente prohibir la actividad.
Controlar el impacto y la audiencia potencial de la publicidad a pie de calle de este tipo de negocios afecta positivamente más que simplemente criminalizar al proveedor, o peor aún estigmatizar al jugador.
Nadie tiene una idea clara de cuando se desarrollará una vacuna, o si alguna vez podremos regresar al mundo como lo conocíamos. Y bajo esta premisa, encontrar el sano equilibrio que minimice el impacto de una adicción tan terrible como es la ludopatía, con ese daño tanto social como económico, se vuelve crítico.
El juego online, tal y como el juego presencial o las apuestas deportivas, no representan per sé un problema si se juegan responsablemente y se establecen límites razonables. Si crees que tú o alguien cercano a ti puede estar padeciendo ludopatía producto del aislamiento, puedes obtener la ayuda que necesitas en las secciones de juego responsable de cada casino online legal, que SIEMPRE tienen que aparecer enlazadas al menos en el pie de la página.
Me parto con las medidas que ofrecen los casinos para combatir la ludopatía, no solo no es no entender que es la ludopatía sino más bien una burla. Y personalmente me parece un problema muy grave el que se acerca al respecto. Un ludópata hará lo que tenga que hacer para jugar, si en un casino puedo jugar 3 horas, cuando se termine el tiempo se irá a otro. Si no me permiten perder más de x mil euros y aún tengo dinero me iré a gastarlo en otra parte. Y no es que la banca siempre gana, es que todo lo que el ludópata gana se lo vuelve a jugar hasta que lo pierde todo. Y como cualquier otro adicto no atiende a razones y se acaba jugando hasta su vida completa, por que está convencido que su suerte cambiará y recuperará todo lo perdido, solo necesita un poco más de tiempo y dinero.
En Estados Unidos se que los ludópatas pueden autonegarse la entrada a los casinos, firmando un escrito para que no les permitan la entrada, pero que en la práctica se traduce que les dejan entrar y si ganan les quitan el premio. Al final todos los que sacan tajada les interesa mantenerlo por que creen que ellos son lo suficientemente listos para mantenerse al margen
El mayor problema del juego online es que tenemos publicidad sin restricciones, solo hay que ver cuando hay fútbol que casi la totalidad de la publicidad son casas de apuestas, y, por mucho que digan que necesitas 18 años para registrarte, están educando a todos los que lo ven para que sean ludópatas.
Supongo que la mayor parte de ludópatas ya llevan años en el mundo digital, así que estos meses solo les han dado más tiempo para jugar, y cuando vuelvan a trabajar buena parte de ellos deberían volver a su normalidad (sea lo que sea lo que signifique la palabra normalidad)
Las únicas medidas que veo es de normalizar el juego y hacernos pensar que los ludópatas son la excepción, cuando en realidad es más bien la norma
Y es por eso que lo poco que juego a la lotería por lo que prefiero que no me toque, por que mientras solo pierdes no hay peligro de engancharse, el problema viene cuando ganas una vez, y se refuerza cada vez que ganas
Afortunadamente Khepper seguiremos siendo pobres, así que no habrá dramas. No hay más que ver cuántos de esos a los que le ha tocado la lotería llevan una vida mejor que la que llevaban.
Bromas aparte, claro que es un gran problema. Y más aún cuando hablamos de juego online. Ese mismo cuyos controles son claramente menos estrictos que los que existen en un casino físico. Y es jodido porque resulta complicado fijar los límites: ¿Si te gastas mucho dinero en tragaperras, pero ganas mucho más y esto no te supone un problema en tu día a día, deberías ser penalizado? Y en caso contrario, presuponiendo que la ludopatía pasa a ser un problema cuando te afecta económica o socialmente, ¿cómo discrimina un negocio de estos quién es ludópata de quién no lo es? Es más, ¿es esto ético (cerrarte la puerta a ti por tener menos ingresos que otro, o por dedicar más o menos horas al día/semana sin conocer el tipo de vida que lleva cada uno)?
Afortunadamente no me ha tocado directamente, pero si de solayo he visto como destroza literralmente a las familias. En los juegos de azar no gana nadie, salvo el que hace el juego y el estado, ya que de otro modo no habría juego
Si es cierto que parece que los flamantes ganadores tienen una vida mejor, cuando veía la tele siempre miraba a las puertas del día del sorteo de navidad un reportaje de flamantes ganadores y siempre, o casi siempre, veía el mismo patrón.
El que tiene deudas se las quita, y de paso se crea otras nuevas
Muchas veces pasan a tener un nivel de vioda que no son capaces de mantener
El dinero no invertido suele haberse despilfarrado (es lo que ocurre con el dinero que cae del cielo)
En algunos casos, los menos, se ha sabido invertir en un negocio o similar y han prosperado
Y, en todos los casos, se ha multiplicado al menos por 10 la cantidad jugada, es decir, donde antes gastaba 20€ ahora se gasta entre 200€ y 1000€, donde antes se jugaba solo un sorteo ahora se juega en varios… Es decir, que el dinero caido del cielo se ha despilfarrado en la mayor parte de los casos y se ha adquirido un nuevo gasto en loterías que lo más probable es que nunca más les vuelva a tocar (salvo en algún sitio donde ha tocado dos veces)(y donde han multiplicado de nuevo la cantidad periódica jugada)
Por ello, viendo el riesgo elevado de engancharse al dinero fácil, que se traduce en la ruina total, prefiero que no me toque, por que eso de que a mi no me va a pasar lu dudo mucho, tendré una vida de mierda, pero es la que me he ganado y con la que quiero seguir trabajando para poder alcanzar mis objetivos, y si, seguro que una ayudita me vendría muy bien… o no….
Yo prefiero quedarme con los videos que nos sacan de los flamantes ganadores celebrándolo, por que creo que ese momento es el único que si me gusta y que no tiene precio
Es que con el gambling y en general cualquier juego con recompensa, obviamos que ante todo esto es entretenimiento. Si quieres invertir o sacar rédito económico, hay otros sectores muchísimo más adecuados para hacerlo. Un juego es un juego. Lo haces para pasarlo bien, tanto si pierdes como por supuesto si ganas. Más allá de eso, es pecar de ingenuo.
Desde mi punto de vista las adicciones a juegos (que buscan todos ser lo más adictivos posibles) no es equiparable a la del juego. El ludópata no tiene capacidad de entender que no va a ganar, pero como ha ganado una vez, ha sido dinero fácil y lo ha despilfarrado, cree que puede volver a pasar.
Cuando los premios son pequeños, bingo, tragaperras, poker etc, es muy probable que se gane de vez en cuando. Si el juego lo permite se va subiendo de nivel, es decir, en el poker por ejemplo se pasa a salas donde se apuesta más, en el bingo se juega con más cartones de forma simultánea, pues que con ello se gana más rápidamente (y se pierde más rápidamente) Y todo el dinero que se mete, más todo lo que se ha ganado, se lo queda el juego.
Hay un anuncio de una casa de juegos online en la que explica perfectamente la sensación que tienen los ludópatas cuando ganan, con cohetes que salen, fuegos artificiales y la expresión del adicto, creo que es una perfecta descripción de lo que pasa por la mente del adicto.
Personalmente creo que la ludopatía es un problema muy gordo que tendrá consecuencias muy negativas en un futuro no muy lejano, veo cómo educan desde pequeños a los niños con el fútbol, donde creo que es necesario un gran trabajo por parte de los padres que no estamos preparados para ello. Y, si se prohibieron los anuncios de tabaco y alcohol y se restringieron los anuncios de canales eróticos o tarot, debería seguir lo mismo con el juego online…. Pero claro, con la cantidad de dinero que mueve en el fútbol, no se yo si es posible que alguien meta mano….