Edit a día 7 de Noviembre:
El ministro responsable de Gabón acaba de publicar una notificación:
Gabón no puede servir de plataforma para cometer actos encaminados a violar los derechos de autor, ni ser utilizados por personas sin escrúpulos.
Por supuesto, el proyecto sigue adelante, ya que el mismo Kim Dotcom asegura tener un dominio alternativo.
La aventura de Kim Dotcom con el cierre de Megaupload y el asalto a su mansión como si de una película de acción se tratase aún está en la cabeza de todos nosotros.
Y Dotcom sabe mover bien sus fichas en este sentido, soltándonos cada cierto tiempo prendas de alguno de sus dos proyectos futuros, MegaBox (del que ya hemos hablado largo y tendido) y Mega, el sucesor de MegaUpload.
Mega ya tiene dominio, y para simplificar las cosas ha aprovechado el TLD de una república africana: Gabón, de forma que la url queda del tipo me.ga y redirige a un dominio propio kim.com (se desconoce si esto será temporal o no).
En la página, ya visitable, tenemos escasa información sobre el proyecto, que si todo sale a pedir de boca verá la luz el próximo 20 de enero, quitando las ya comunes frases de este magnate, que vaticina que cambiará el mundo.
Lo cierto es que la propuesta resulta interesante, ya que aplica la idea que TPB ha llevado a cabo hace poco de descentralizar los servidores mediante imágenes de máquinas controladas por un enrutador, así como el hecho de cifrar los archivos subidos, y sólo poder desencriptarlos mediante una llave que se concederá a todos aquellos usuarios que descargen el archivo.
Estas dos medidas, unidas al hecho que cualquier poseedor de derechos de autor puede pedir a mega la eliminación de contenido que lo vulnere, hacen del proyecto a priori bastante sólido legalmente, ya que los propios administradores de servidores desconocerán los datos tanto de los archivos como de los usuarios que los pasan, por lo que no se puede tomar cargos contra ellos.
En plena época de guerra con los derechos de autor, Kim Dotcom es esa chispa de luz que, movido por sus propios intereses, está luchando por los de todos nosotros, atacando directamente donde más les duele a los intermediarios, que no son otros que compañías de discográficas y del mundo del cine.
Internet está aquí, el P2P es real, y si estas empresas no son capaces de cambiar el chip y buscar ingresos aprovechando las nuevas tecnologías están abocadas a su fin.