Movimientos como el del gobierno de Reino Unido, o el de Islandia, solo ponen en entredicho la privacidad de los usuarios de internet. Realmente vivimos una edad de oro en lo que respecta a la información, y su valor objetivo. De ahí, el derecho a ceder datos a condición de utilizar servicios es comprensive.


Pero la cosa cambia cuando a cambio de nada, estamos obligados a ceder nuestros datos. Y es algo que cada día se tiende a favorecer, por lo que es de agradecer que las grandes compañías de internet (y en especial los exploradores), luchen (cada uno a su manera, todo hay que decirlo), por permitir que sea el usuario quien elija.

De ahí, con un acuerdo con la Casa Blanca, Opera, Firefox, el próximo Internet Explorer, y Chrome 23 contarán con una opción extra, “Do not Track”, o “No Rastreo”, que básicamente informa mediante una cabecera a las webs y servicios de internet que el usuario en cuestión no desea que se usen sus datos sin su consentimiento.

La noticia es interesante, ya que es la primera vez que podremos elegir si queremos o no, aunque lamentablemente, queda en la elección moral del servicio el “hacernos caso” y no rastrearnos, o pasar de nosotros y hacer lo propio (algo que por otra parte será lo habitual).

La propuesta nace de Mozilla, y hasta ahora, aunque había sido aceptada por Google, no estaba implementada en su navegador, que desde ayer ya está disponible para desarrolladores. La demora es entendible al saber que la empresa de Mountain View depende básicamente de su modelo de publicidad, que no es otro que el de recopilar datos de sus usuarios para ofrecer anuncios a las empresas segmentados por un target muy particular, maximizando los beneficios.

Estamos haciendo visible esta configuración en nuestro canal de desarrollo Chromium, de modo que esté diponible en las próximas versiones de Chrome para fines de año

Twitter también ha dado su apoyo (aunque no ha implementado opción alguna por ahora), y queda como pendiente Facebook, que no se ha pronunciado.