La semana pasada estuve dos veces en la pequeña pantalla. Ambas en el programa Cuatro Al Día, y en ambos casos hablando de temas relacionados con las compras online.
Sobre la primera colaboración, que versó sobre el marketing de promociones tan común hoy en día, ya publiqué unas palabras el viernes pasado.
Me voy a centrar aquí en hablar de la segunda colaboración, que fue sobre el negocio que se ha montado alrededor de la reventa con precios infladísimos de productos altamente demandados, como son estas Navidades las videoconsolas, los juguetes, o los ordenadores de marcas muy consolidadas, por parte de usuarios que compran estos productos automáticamente.
De hecho, y como comenté en la entrevista que me hizo el presentador en directo, ya había escrito sobre ello en las Navidades del año pasado, haciéndome eco de la historia de Ted Bracks:
[Este] hombre se dedica sistemáticamente a comprar productos y revenderlos en eBay. Con la salvedad de que él no está ahí comprándolos el día de lanzamiento, sino que directamente lo hacen sus bots.
En el caso de la PS5, Ted contaba que se había conseguido hacer con 8 consolas, para luego revenderlas a más del doble de su precio a, presumiblemente, [Papá Noeles] desesperados por poder regalarle algo a los niños estas Navidades.
¿Es esto un negocio? Pues vaya si lo es. El bueno de Ted ha ganado 30.000 dólares con esta práctica en lo que va de año.
Es más, tiene hasta su propia «botnet» que ofrece a terceros: un scrapper que se encarga de avisarte cuándo está disponible tal producto por 30 dólares al mes.
[…]
Que incluso con sistemas de captcha bastante exigentes, existen herramientas (que por supuesto estas botnets utilizan) que, de nuevo bajo un cómodo pago mensual, se encargan de pasarle el captcha a un operador humano para que este lo resuelva.
Es decir, se ha montado todo un negocio capilar alrededor de la figura de la compraventa automatizada de stocks y la reventa con precios infladísimos.
Tal cual como lo oyes.
En mi intervención intenté dejar claro que aunque es cierto que controlar esto no es para nada sencillo, tampoco parece a priori que los grandes retailers estén muy preocupados por ello. A fin de cuentas, están vendiendo en cuestión de minutos (¡o segundos!) sus productos, y como la demanda no para, se genera ese ciclo vicioso de acabar con el stock cada vez que se repone mínimamente.
Un problema que, como puedes observar, llevamos sufriendo sobre todo desde el confinamiento, y es que con la paralización de casi toda la producción asiática durante los primeros meses del año 2020, y la alta demanda de productos de informática y entretenimiento digital, unido a la ruptura de la cadena de suministro mundial de la que también hablé por estos lares, aún hoy, año y medio más tarde, no hemos sido capaces de volver a recuperar la normalidad.
Y para prueba un botón:
Un servidor pre-reservó en el verano, en la primera hora de aperta de la pre-reserva mundial, la Steam Deck. Y la semana pasada Valve ya avisó que como mínimo las primeras existencias no llegarán para Navidades, como se esperaba, sino para febrero del próximo año.
Siempre y cuando, claro, no haya aún más retrasos.
Dejo para terminar el vídeo como mi intervención en el programa, así como la página donde hablando de ello (ES).
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