Hay un tema secundario a las presentaciones del Mobile World Congress 2014 que se ha dejado de lado en la mayoría de análisis, y que al menos en mi humilde opinión, junto con el target enfocado en los mercados emergentes, es de lo más importante que he visto.
Hablamos, como no podía ser de otra manera, de la estrategia de Nokia al presentar terminales con un fork propio de Android.
Tenéis por aquí algunas reviews sobre el Nokia X (ES), el Nokia X+ (ES) y el Nokia XL (ES), pero sin duda me quedo con el increíble trabajo que ha hecho el histórico fabricante europeo (hasta la compra reciente por parte de Microsoft) para reconvertir un SO libre que cada vez era más cerrado, en otra cosa.
En el fork de Nokia, al igual que en su día hiciera Amazon, Cyanogen o MIUI, no hay rastro de los GPS (Google Play Services), ese conjunto de APIs propietarias desarrolladas por Google que parecían el futuro inmediato de un SO que en su día se vanagloriaba de ser open source. Un conjunto de APIs que han aumentado en versatilidad y utilidad en estos dos últimos años, hasta volverse casi un estándar de facto si alguien quería desarrollar para Android.
El problema de todo esto es la convergencia que iba a obligar a un proyecto como AOSP (la parte libre de Android) a caer en desuso, superado por una inmensa Google cuya estrategia es tan clara como entendible: quien quiera desarrollar por Android, que pase por sus servicios.
En los terminales de la familia Nokia X no habrá Google Play Services (al menos no por defecto), y en su defecto tienes las APIs de Nokia (EN) (que ojo, también son propietarias). Pero al menos hay alternativa. Una estrategia que ya defendí en su momento, ya que de lo contrario, acabaríamos con un nuevo iOS o Windows en el mercado.
El futuro de Android debería pasar por esto: Por un apoyo incondicional al AOSP inicial, y que los fabricantes, si les interesa, creen sus propias APIs. Pero que una aplicación sin esas APIs sea tan viable como las que sí las usan (más inmersión en sus terminales, incompatibilidades que deben solucionarse en otros de la competencia). Un trabajo extra para desarrolladores que forzará la evolución de AOSP ahí donde Google no quiere que siga evolucionando, implementando nuevas funcionalidades que esperemos solapen al menos en alguno de sus puntos a los GPSs.
Aquí lo que está en juego es la filosofía inicial de Android. Entiendo que la gran G tenga unos intereses distintos, como también deben entender que los que defendemos el open source como democratizador de tecnologías tengamos otros.