El día 12 de Febrero me invitaron a participar en el programa ¡Buenos Días, Murcia! de Onda Regional (ES) aprovechando la celebración del Día por una Internet Segura.


megafono

Fueron unos 10 minutos de intervención, en la que hablamos principalmente de algunas de las ideas que publicaba en el blog de Telefónica sobre cómo hackear el sistema y dejar de ser un usuario pasivo de internet.

Defendía por tanto mi postura frente a lo que considero uno de los grandes males de la tecnología: la vagancia del usuario.

Si esperamos que todo se nos de hecho, pasamos a ser consumidores pasivos, como lo hemos sido toda la vida en los medios tradicionales, y por ende, desperdiciamos precisamente aquello que hace de Internet, y de las nuevas tecnologías, una herramienta poderosísima para el crecimiento personal y social.

Dejar de alimentar al sistema con información propia que no queramos que sea pública (todo lo que colgamos de internet es público, aunque se encasille como privado). Aquí entran en juego varias variables:

  • La dependencia de un sistema basado en el (ab)uso de información personal, al que TODOS estamos jugando.
  • La negativa por parte del grueso de la sociedad de apostar por servicios descentralizados o cuyo negocio no dependa de nuestros datos.
  • La falta de concienciación y conocimiento del ciclo de vida de la información digital y los peligros asociados a su compartición.

También hablamos de la necesidad de alimentarnos a nosotros mismos de forma saludable, y que podríamos englobar en:

  • La ruptura del uso de servicios agregadores externos, como flipboard y compañía, que intermedian la labor de curación de contenido, y cuya base de negocio es precisamente un algoritmo de reputación alterado.
  • El consumo de información directa de las fuentes, o en todo caso mediante intermediarios que sumen (por ejemplo ofreciendo más valor a la noticia u opinión de experto) y no resten.
  • Vuelta a los orígenes y gestión de la información en bruto, mediante gestores de RSS, que siguen siendo hoy en día la manera más eficaz y productiva de consumir información.

Y por último, salió el tema la producción de contenido, en el que hablé del estudio que realizamos a principios de año sobre La Transformación Digital de la Sociedad, en la que un 90% es consumidora, un 9% es difusora y tan solo un único 1% es productora. Queda patente que es necesario que ese 1% aumente, y ya no solo porque entonces habrá más diversidad de información (lo cual de por sí también lleva asociado un mayor riesgo de infoxicación), sino por algo todavía más importante.


En la labor de producción de contenido, se entrena la propia postura crítica ante la información. Algo básico para prosperar como sociedad, que toca en este caso la pata tecnológica, pero que es vital para cualquier sector y entorno que estemos estudiando.

Hubo el tiempo para surcar estos derroteros, y para defender lo que significa ser hacker y el mal uso que se le da en los medios generalistas. Ya que surge la oportunidad hay que aprovecharla :D.

Lo dicho, que con mi habitual labia y dominio de la oratoria (sic) los aguerridos murcianos que estaban en ese momento atentos a la radio tuvieron la mala suerte de sufrirme, y por si hay algún otro intrépido (sea murciano o sea de donde sea) que todavía tiene ganas para más, dejo por aquí el podcast de mi intervención.

¡A disfrutar del fin de semana!