liberty 3 pro auriculares

¿Te acuerdas que hace unas semanas publiqué un artículo reseña sobre unos auriculares de Anker que me estaban encantando?


Pues oye, la mala fortuna ha querido que justo a los pocos días de publicarlo, uno de los cascos, el izquierdo, empezase a dar problemas a la hora conectarse al estuche de carga.

Esto hacía que, por razones obvias, no se pudiera cargar, pero tampoco que se apagase cuando los metía en el estuche, de forma que me tocaba apagar y encender el bluetooth del smartphone varias veces al día para forzar que entrasen en reposo, o que se volvieran a conectar.

Afortunadamente, la batería dura tantísimo que de hecho no me di cuenta de cuál era el problema hasta varios días más tarde, al fijarme que el auricular izquierdo no estaba del todo cargado, y até cabos.

La cuestión es que me puse en contacto con los chicos de Anker para ver qué podíamos hacer, y me propusieron venir a recogerlo, ya que no se trata de un problema común (algún fallo de fábrica que ha tenido este producto en particular), y mientras tanto, a modo de compensación, me enviarían su modelo más top: los Liberty 3 Pro (ES).

Acepté encantado, y a los dos días ya tenía en casa los nuevos auriculares.

Ya que son de la misma compañía, y pertenecen a gamas distintas, me ha parecido interesante preparar una pieza comentando las diferencias que puede haber entre un modelo de gama media, como eran los otros, y este de gama alta.

¡Empecemos!


estuche auriculares liberty 3 pro

Experiencia premium desde el packaging

Ya en el momento en que los abres te das cuenta de una diferencia clara, y es el mimo con el que hace la presentación del producto.

Como puedes ver en la imagen superior, los Liberty 3 Pro vienen en un estuche en formato libro, con todo visible de primeras, y no en una caja diminuta para ocupar lo mínimo posible.

Además, y esto es algo que a mi particularmente me ha encantado, es que vienen no solo con la elección de almohadillas entre cuatro pares distintos, sino también con el adaptador de oído entre cuatro modelos diferentes.

Ya en otras ocasiones cuando he reseñado auriculares he explicado que mis oídos son raros, y que por tanto, soy de esas personas que tienen problemas con la fijación de los auriculares, sobre todo cuando hago deporte. De ahí que el contar con hasta cuatro pares de fijadores distintos me ha permitido probar cuál se adapta mejor a mi morfología de conducto, y en el día a día tengo ese plus de seguridad ante potenciales caídas de uno de los casos.

El estuche de carga, por cierto, es de los que tienen una tapa que se desplaza horizontalmente al abrirse, y los auriculares se colocan como si fuera en modo expositor en la posición correcta de carga gracias a un sistema imantado, por lo que prácticamente los puedes “tirar” en el estuche y ellos se colocan solitos.

Muy cómodo para el día a día.

Como única pega en este sentido pondría el hecho de que los estuches con este formato en particular son muy bonitos, pero también ocupan más en el bolsillo, haciéndolos, al menos para mi gusto, algo más incómodos que el típico alargado de los auriculares con cola, como los de Apple, o el otro modelo reseñado de Anker.


aplicacion soundcore

El software marca la diferencia

Por razones obvias, ambos modelos de auriculares utilizan la misma aplicación, Soundcore, lo que me ha permitido comparar no solo a nivel de experiencia de uso, sino también a nivel de interfaz y funcionalidades, las diferencias entre el modelo de gama media y este de gama alta.

A saber, el paring sigue siendo tan inmediato como con el dispositivo de gama media. Sigue ofreciendo reproducción de audio y emisión de voz con cualquiera de los dos auriculares, o con ambos, sin tener que sincronizarlos por separado.

Pero la configuración inicial de los Liberty 3 Pro es algo más larga, sobre todo si queremos sacarles el máximo partido posible a todas las funcionalidades extra con las que cuentan.

Para empezar está el tema del sistema de cancelación de ruido activo, que en el caso del modelo de gama media admitía tres estados (activo, desactivado o modo de transparencia), y que en este caso cuenta con cuatro, incluyéndose además el modo HearID ANC, que requiere una prueba en condiciones de bastante ruido ambiente (por ejemplo, al lado de una carretera en la calle), y que tiene como objetivo ofrecer el mejor sistema de cancelación de ruido basado en tu propio canal auditivo, y no en la configuración por defecto industrial de cancelación de ruido marcada por el fabricante.

En un par de minutos haciendo la prueba se te habilita esta opción, y lo cierto es que si ya en el anterior review decía que los Anker de gama media eran los primeros auriculares in-ear donde la cancelación de ruido me parecía aceptable, con estos ya la experiencia es redonda.

Tanto que hasta me preocupa, porque hay momentos caminando por la ciudad donde estoy prácticamente en silencio absoluto. Lo que significa que más me vale atender a mis alrededores si no quiero llevarme un buen susto al, por ejemplo, cruzar una carretera…


El aislamiento se acerca muy mucho al que nos pueden dar modelos de diadema, que cubren toda la oreja, y con un precio sensiblemente superior, enfocados sobre todo a ese perfil de usuario sibarita del disfrute de música en todo su amplio espectro.

aplicacion soundcore 2

También cuenta con una prueba de ajuste, que de nuevo, nos permite cerciorarnos de que la cancelación de ruido está realizándose de manera óptima, así como un sistema de personalización del sonido, que en el anterior modelo se basaba en elegir entre una serie de formatos ya previamente configurados de serie (modo Rock, modo podcast…) o el crear tú uno subiendo o bajando el ecualizador, y en este además tenemos la opción de crear uno a medida, de nuevo basándose en nuestro conducto auditivo y nuestra propia capacidad de oír según qué frecuencias, junto con más modos que por lo que me ha parecido entender están diseñados por gente de la industria (artistas y famosos con los que trabaja Anker).

Sin duda el basado en ese HearID, aunque requiere alrededor de 3 minutos de configuración inicial, es el que entiendo que todos los poseedores de unos Liberty Pro van a querer utilizar, y es el que yo he habilitado desde entonces.

¿Tiene más funcionalidades? Pues sí.

Por ejemplo, los cascos son compatibles con el códec LDAC, de nuevo para aquellos usuarios que buscan ese plus de calidad de sonido que, al menos en mi caso, y siendo sincero, no noto diferencia alguna (descontando que casi todo lo que escucho viene de aplicaciones de podcast, llamadas y servicios de streaming no compatible con códecs de calidad alta).

Y cuentan con la versión 2 de ACAA, lo que en teoría da mayor calidad en alta y baja frecuencia. De nuevo, algo que probablemente, e incluso haciendo una prueba ciega, un servidor no sabría diferenciar con estos oídos de corchopan que me ha dado Dios :D.

detalle auriculares liberty-anker

Conclusiones

No he hablado del consumo de batería, que sigue siendo tan bueno como en el modelo de gama media (en estas últimas tres semanas he cargado solo una vez la base de carga, y no porque ya no tuviera batería, sino por evitar quedarme sin ella en un viaje largo que tenía que hacer).

Tampoco lo he hecho del factor forma, que al menos a un servidor le parece perfecto, al estar el peso más centrado en la zona donde se apoya el auricular, no en el rabillo típico de los casos en formato Apple, y que como decía, evita que a los que tenemos los oídos raritos se nos caigan.

De la calidad de sonido, no tengo queja alguna, como tampoco del volumen, que era el principal cuello de botella que le veía a este tipo de auriculares de gama alta (muchos suelen sacrificar volumen a cambio de calidad, y al menos para gente como yo, casi preferiría lo contrario al utilizarlos principalmente en exteriores, con bastante ruido ambiente).

Me he dado cuenta también que tiene algunos extras, como el hecho de que si se te cae o te quitas un auricular, lo que estés escuchando se para (en ambos auriculares). Y cuando te lo vuelves a poner, reconoce que está en el oído y empieza automáticamente de nuevo.

Y a diferencia de la versión de gama media, en estos puedes configurar no solo qué hace el auricular cuando lo tocas una vez o dos, sino también cuando dejas pulsado 2 segundos, o cuando tocas tres veces seguidas. Por contra, una cosa que me gusta menos es que hablamos de un botón táctil, y que por tanto, es más fácil que lo toques sin querer simplemente ajustándote el auricular a la oreja o poniéndotelos, lo que hace que la acción que configures con un solo toque puede que se active alguna que otra vez sin querer.

En fin, que han servido para reconciliarme con la gama alta. Una gama de la que ya había probado otros modelos, y que de hecho me había defraudado bastante.

A partir de ahora se quedarán como los auriculares principales del día a día. Y eso, teniendo en cuenta que otra cosa no, pero cascos en casa tengo unos cuantos, es decir mucho :).

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