recomendaciones ayuno

Escribo esto de sábado, después de haber pasado algo más de 24 horas sin comer nada.


Eso sí, tengo la cabeza que me pide a gritos que me ponga a comer todo lo que haya por casa. Así que qué mejor que entretenerme explicando las razones de por qué de vez en cuando me gusta ayunar.

Pero antes de nada, un disclaimer:

Escribo esto sin ser o pretender parecer nutricionista. Por aquí cuento mi experiencia. La de un hombre de 30 y pocos años que está SANO y HACE DEPORTE. Ni muchísimo menos espero crear cátedra en esto.

Y por supuesto, aunque lo repetiré hasta la saciedad por estos lares, todo lo que voy a decir únicamente compete a personas que estén SANAS. Si tienes un problema alimenticio o alguna enfermedad quizás ni puedas ni sea médicamente adecuado que hagas ayunos. Para eso están los médicos: Vete y pregúntale en tu caso.

Y dicho esto, ¡vamos al lío!

Antecedentes: Desmitifiquemos el ayuno, lo que es una dieta saludable y el vegetarianismo

Y empiezo precisamente por las razones que hay para no hacerlo.

La primera y más obvia es que el ayuno no es necesario. Si lo quieres hacer (como es mi caso), y además puedes hacerlo (salud, ya sabes), perfecto. Y si no, pues también perfecto.


A poco que leas por ahí te encontrarás con mil y un artículos que te van a vender la moto con que el ayuno es la panacea a todos los males. Y lo van a hacer sacándote mil y un estudios académicos que así lo atestiguan:

Joder, no lo he encontrado, pero seguro que hay algún estudio que llega a la conclusión de que el ayuno es la mejor manera para evitar la guerra en el mundo o el cambio climático. Segurísimo xD.

La realidad, no obstante, es que en la mayoría de estos puntos hace mucho más el que tengas una dieta y una vida saludable que el que hagas o no ayunos.

De nada va a servir que hagas ayunos si luego te comes hamburguesas, golosinas y bollería a puñados.

¿Qué es una dieta saludable?

¿Y qué es una dieta saludable? Pues presuponiendo que estemos ante una persona sana (soy pesado, pero es importante dejarlo claro), una dieta saludable es aquella en la que:

  • La base de la alimentación son las verduras y hortalizas. Ojo, las verduras y hortalizas de verdad, que la pizza, la pasta y las patatas, por mucho que Donald Trump las haya considerado verduras para poder meterlas dentro de los colegios (ES), no lo son.
  • Preferiblemente comeremos los alimentos crudos (fruta, algunas verduras…), cocidos, asados o a la plancha, intentando evitar los fritos.
  • Se come mínimo tres veces al día.
  • Evitaremos lo máximo posible las grasas insaturadas, y sobre todo los productos ultraprocesados.

Alimentos naturales, procesados y ultraprocesados

Porque esta es otra. Mucha gente no sabe diferenciar entre alimentos naturales, procesados y ultraprocesados, y luego confunden el remedio con la enfermedad.

Básicamente:


  • Un alimento no procesado es aquel que no lleva ningún proceso de transformación para comerlo. Por ejemplo, un garbanzo o la leche. Que sí, que igualmente para poder venderlo han tenido que meterle en algunos casos conservantes y demás productos químicos. Pero que no por ello son estrictamente dañinos a la salud.
  • Un alimento procesado es aquel que requiere de una transformación simple para poder venderlo, entendiendo por transformación simple algo como cortarlo, rallarlo, cocinarlo en agua, echarle aceite, sal… En el caso anterior, esos botes de garbanzos cocidos serían un alimento procesado, y lo mismo pasaría por ejemplo con el queso. Lleva ya un proceso, pero no tiene por qué significar que es más dañino para la salud (el queso se considera un producto menos sano por la grasa que tiene, no per sé por su tratamiento).
  • Un alimento ultraprocesado es aquel que parte de ingredientes que ya son productos procesados. Por ejemplo, el hummus que compras ya hecho, o el pan que hornean los chinos en sus tiendas. Y también, por supuesto, toda la bollería y aperitivos/bebidas industriales. En este grupo básicamente todo lo que hay es de una u otra manera poco recomendable.

Dicho esto, puedes comer lo que quieras (si estás sano, ya sabes), aunque por supuesto de abusar es más recomendable que lo hagas de productos no procesados que ultraprocesados.

Un servidor es el primero que sale un fin de semana y le apetece comer una buena hamburguesa. Pues no pasa nada ya que es algo ocasional.

El problema viene cuando en el día a día lo habitual es que comas productos ultraprocesados con muchos azúcares o con mucha grasa.

¿La dieta vegetariana es más sana?

Pues otro mito más.

Una persona puede ser vegetariana o incluso vegana y alimentarse principalmente de pasta. ¿El resultado? Tarde o temprano va a acabar con una analítica que da miedo.

De hecho yo tuve una época en la que prácticamente era ovolácteovegetariano y por no darle importancia al tipo de alimentación que seguía ha sido la época que peor he estado de salud (analítica en mano) de la historia.

Lo que si es verdad es que puestos a abusar, un vegetariano tiene a su alcance menos alimentos dañinos que los que comemos de todo.


¿Que abusas de frutas y verduras? Pues hombre, como mucho te puede subir el azúcar.

Pero, ¿si abusamos de la carne o el pescado? Pues acaba pasando lo que vemos en la sociedad, con un porcentaje terrible de obesidad y de problemas coronarios.

Se puede llevar una dieta vegetariana estricta y estar más sano que nadie. Y lo mismo ocurre con una dieta que incluya también carnes y pescados.

La cuestión, como decimos, es ser consecuente con los puntos que hemos ido comentando y aplicarlos con sentido común en nuestra alimentación diaria.

Pero volvamos al tema de los ayunos.

¿Cómo y por qué realizo ayunos intermitentes?

Básicamente ayunar significa que durante un periodo X de tiempo no vamos a ingerir comida y/o bebida. Ahora según las razones del ayuno y el formato estaremos ante un tipo de ayuno u otro.

  • Ayunos religiosos: No creo que haga falta explicar qué son…
  • Ayunos naturales: Porque ¿a que tú mientras duermes no comes? ¿Y probablemente duermes entre 6 y 8 horas diarias? Pues siendo estrictos estás haciendo ya un ayuno nocturno natural :).
  • Ayunos intermitentes: Los que se realizan, como su propio nombre indica, intermitentemente. Y aquí hay mil y un tipos, desde los de 12/12 (alargas el ayuno nocturno natural unas horas más), el de 24/24 (un día comes, otro no), 20/4 (también conocido como “dieta del guerrero”, es el que muchas veces siguen los culturistas en su fase de definición, comiendo al día solo durante esas cuatro horas), o los conocidos como 6/1 o 5/2 (cada semana pasas uno o dos días sin comer)

En mi caso hago ayunos de vez en cuando. Ha habido temporadas que hacía 6/1 más o menos estricto, pero por regla general últimamente salgo más a uno al mes de mínimo 24 horas sin comer, aunque sí bebo todo el agua que me apetezca, y generalmente aprovechando que Èlia está de viaje (por eso de no romper la rutina de casa).

Y lo hago principalmente por dos razones:

Como método de autocontrol

Me parece una buena manera de ponerme a prueba.

Una vez que controlas el hambre, que no deja de ser más cuestión de rutina que realmente de necesidad (recalco que hablo de una persona SANA con un peso normal para su estatura y constitución), el mayor problema es llenar el vacío de tiempo que antes dedicabas a comer.

Y te lo digo totalmente en serio.

En nuestra sociedad la rutina diaria se diseña en base a los parones esperables para desayunar, comer, merendar y cenar. Y cuando estas actividades no existen, te descuadra todo, generando esa falsa necesidad de alimentarte.

Sufro más por esto, sinceramente, que por pasar hambre.

La cetosis y la limpieza de toxinas

Otra cosa curiosa, y ya te digo que llevaré alrededor de dos años largos con esto, es que al principio, y supongo que debido a los efectos secundarios de estar en la fase de cetosis (cuando el cuerpo gasta su reserva de azúcar y empieza a metabolizar las grasas), además del esperable peor olor de boca (es debido al proceso metabólico de sacar azúcar de las grasas), es que solía tener una sensación de bienestar que ya no obtengo, parecida, para que nos entendamos, a un estado leve de embriaguez.

Supongo que como todo en esta vida el cuerpo se va habituando al ayuno, y lo que antes era un estado de estrés metabólico acaba siendo considerado como normal, no induciéndote parte de esos efectos colaterales que tiene la cetosis.

Ahora bien, el resultado después del ayuno es que me siento mejor. En ese tiempo he gastado unas calorías que no he metido en el cuerpo (tengo reservas de sobra, tranquilo jaja), y como además hago ayunos de agua, libero también mucha basura (toxinas) que tengo por el cuerpo.

Así que junta el efecto placebo con el puramente mental de haber conseguido lo que me planteaba, junto con el estrés metabólico al que he sometido el cuerpo, y tienes el caldo de cultivo perfecto para que me enganche y CON CABEZA me apetezca seguir haciéndolo de vez en cuando.

En fin, que como decía al principio, ni pretendo imponerlo ni espero que nadie se tome esto más allá de lo que es: la experiencia de un humilde servidor con los ayunos intermitentes.

De estos temas que nos gusta tratar en el primer mundo, vaya… :).

Y si tienes alguna duda o quieres compartir tu propia experiencia con los ayunos o la dieta saludable, tienes la caja de comentarios por aquí para hacerlo.

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