Esta vez la culpa no ha sido de un amigo, sino mía.
Como ya he explicado en alguna que otra ocasión, utilizo como complemento al almacenamiento de mi ordenador dos discos duros externos. Uno no sale de casa, y lo utilizo básicamente como último elemento de seguridad, haciendo copias periódicas. Y el otro va conmigo a todos los sitios, por lo que está cifrado para evitar que un robo o extravío comprometa mi privacidad, y la privacidad y seguridad de algunos activos de mis clientes.
Hasta aquí ninguna novedad.
El caso es que en casa del herrero cuchillo de palo, ya que tengo la maldita manía de desconectar los discos duros/tarjetas sin desmontarlos primero. Y todos sabemos que es algo que está mal, que el propio sistema operativo te muestra un error cuando lo haces. Pero como nunca ocurre nada… ¡Hasta ahora!
El finde pasado tocaba copia de seguridad, así que el domingo me dispuse a aprovechar la mañana para realizarla. Hice la copia de los documentos oportunos en el disco duro externo cifrado, lo desconecté, y conecté el otro para hacer lo propio.
La cosa es que esta vez, después de cientos de veces sin ningún problema, el sistema me mostró la dichosa alerta que acompaña a estas palabras:
You need to format the disk in drive G: before you can use it. Do you want to format it?
Que en español dice algo así como «Necesita formatear el disco en la unidad G: antes de poder usarlo. Desea formatearlo?». Vamos, que la has jodido pero bien. Si quieres utilizar el disco, hay que formatearlo.
Y claro, formatearlo significa, de facto, perder todo lo que tenga el disco. ¡Genial!
La primera acción que se te ocurre cuando pasa esto es decirle que no, pero entonces el sistema te soltará otra del tipo:
G:\ is not accesible. The volume does not contain a recognized file system. Please make sure that all required file system drivers are loaded and that the volume is not corrupted.
Es decir: «La unidad G: \ no está disponible. El volumen no contiene un sistema de archivos reconocido. Por favor, asegúrese de que todos los controladores del sistema de archivos necesarios estén cargados y que el volumen no esté dañado». Y esta vez acompañado de una aspa roja que ya te da a entender que hay poco que hacer.
El disco tiene toda la información dentro, pero no es accesible.
¿Qué causa el error?
Buscando por la red me doy cuenta que la causa más probable de este error se debe a que el sistema de archivos es inconsistente entre varias tablas. Que el controlador no es capaz de leerlo correctamente, y que en efecto suele ocurrir cuando un dispositivo de almacenamiento pierde de golpe la corriente (como pasa cuando lo desconectamos sin desmontarlo previamente) en medio de algún proceso.
Afortunadamente, hay solución. Que este artículo tiene final feliz :).
De hecho es la razón de por qué me haya animado a escribirlo. Así que vamos a ello.
¿Qué podemos hacer?
Por supuesto, una de las opciones pasa por formatear el disco. De esta manera, y presuponiendo que en efecto el problema se deba al RAW (lo más probable), podremos volver a utilizar el almacenamiento como si estuviera nuevo. Si el problema es que el disco duro está roto o dañado físicamente, la cosa se complica (ya no valdría este tutorial, y seguramente tuviéramos que recurrir a un experto). Pero claro, en ambos casos hablamos de perder todo lo que hubiera dentro.
Así que era a priori la última opción que quería llevar a cabo. Más que nada porque aunque perder realmente no iba a perder nada de información (como decía al principio de la pieza, este disco duro es el último baluarte de mi sistema de copias de seguridad, que está compuesto por diferentes copias tanto físicas como en la nube), sí me daba una vagancia terrible tener que volver a meterle los cerca de medio tera de música y fotografías que he ido amasando en todos estos últimos años. Las copias de seguridad de proyectos de mis clientes era el menor de mis problemas en este caso, créeme.
Y para ello he recurrido nuevamente a esa herramienta mágica de la que ya he hablado en más de una ocasión: EaseUS Data Recovery Wizard (ES).
La versión gratuita cubre hasta 2GBs de archivos, que como cabría esperar se me quedaba corta. Así que me he tenido que tirar a la versión de pago. También es importante saber que si es nuestra primera vez, tenemos 30 días de prueba. Para situaciones como ésta puede ser más que suficiente.
Y el proceso es tan sencillo como esperaría:
- Seleccionas el disco dentro de la herramienta (aunque nosotros no podamos leerlo, el disco sigue estando ahí) y le damos a «Escanear».
- La herramienta hace un escaneo rápido, y luego te da la opción de realizar un escaneo profundo. En mi caso era lo que me interesaba (que localice todo lo que hay dentro del disco duro).
- Elijes los archivos que quieres restaurar y le damos a restaurar. Ahora toca elegir el directorio (por favor, elije uno que no sea dentro de ese disco…) y toca esperar a que todo el proceso se complete.
Por cierto, de pura casualidad me entero de que la versión actual ya permite previsualizar imágenes y vídeos. Anda lo mucho que lo hubiera agradecido hace unos años cuando tuve que recuperar archivos eliminados en un USB…
Con esto ya habremos recuperado toda la información del disco.
Ahora faltaría hacer la clonación del disco duro, que se resume en:
- Formatear el disco duro externo: Entiendo que no hace falta que vuelva a explicar cómo se hace, máxime teniendo en cuenta que Windows ya lo hace él solito.
- Volver a enviar todos los archivos al disco: Cosa que podemos hacer arrastrando de la carpeta donde hicimos la copia, o utilizando ya de paso la herramienta de EaseUS (ES). El proceso lleva más o menos el mismo tiempo indistintamente de con qué lo hagamos, lo único que si recurrimos al software que ya tenemos instalado contamos con un plus de seguridad (poniéndonos estrictos, en caso de un fallo del sistema, con la herramienta tendremos manera de continuar el proceso, y haciéndolo a mano es probable que algún fichero se quede comprometido).
En fin, marchando otro tutorial rápido que espero saque de un apuro a cualquiera que como un servidor ha metido la pata.
Por mi parte creo que ya he aprendido, y ahora no voy a volver a desenchufar un dispositivo USB sin antes desmontarlo (botón derecho sobre él > Desmontar unidad). O al menos eso creo.
Ya veremos si no tengo que volver por aquí para decir lo contrario…
________
Realizar este tipo de artículos me lleva varias horas, y en algunos casos, gastos extra que habitualmente suplo de mi bolsillo, o gracias a esa comunidad de mecenas que me apoyan realizando donaciones puntuales y/o periódicas.
Si te gustaría ver más de estos tutoriales y análisis por aquí. Si el contenido que realizo te sirve en tu día a día, piensa si te merece la pena invitarme a lo que vale un café, aunque sea digitalmente.
Una herramienta más para añadir a la lista de posibles. Mientras leía se me estaban ocurriendo otras más como pueden ser FTK o autopsy. Y había otra más en la que se basaba Autopsy… The sleuth kit (tampoco es que la controle demasiado, la verdad. Pero saber que existe…). Vamos, como verás, es un poco defecto profesional. 😛
En efecto Agux. Es una opción. Yo como ya había utilizado alguna vez las herramientas de esta compañía tiré directo a por ella :).
Buen día, en mi caso no sirvió, pues una vez se hizo el escaneo, el programa arrojo que no hay archivos en la USB, no se que pasaría por que tenia una información muy valiosa en esa memoria. Que me pueden aconsejar.