Hace un mes charlaba con un compañero que se acaba de comprar el iPhone 12 Mini (ES), y me contaba lo contento que estaba con esa diagonal de pantalla de apenas 5,4″.
¿Mi respuesta? No podría volver a algo tan pequeño. Sobre todo por el tema de la batería.
Un mes más tarde, me voy a tener que comer las palabras.
Soy, desde hace ya un par de semanas, un flamante poseedor de un Google Pixel 5 (ES), que por razones obvias (no salió a la venta en España) he tenido que importar desde Alemania.
Tras una configuración inicial un tanto convulsa, debido a que un servidor utiliza dos SIM (número personal, número de empresa, ya sabes), y la única manera de utilizar Dual SIM en el Pixel 5 es mediante una SIM física y una virtual… que mi compañía de telecomunicaciones me activó y me dejó, por un supuesto error en la red, sin servicio durante todo el primer día… todo han sido sorpresas.
Buscaba principalmente un móvil con una cámara a la altura.
Y en el momento de escribir esta pieza, si quería lo mejor en cuanto a cámara, o bien me iba hacia el iPhone 12 Pro Max (ES/me seducía la idea de cambiar de nuevo a iOS, pero no la de pagar más de 1.000 euros), el Samsung Galaxy S21 Ultra (ES/no me atrae mucho Samsung, pese a que he sido usuario de ellos durante muchos años, y en casa ya tenemos el Galaxy S20 5G para hacer pruebas), el Oppo Find X3 Pro (ES/era una buena opción, y estuve tentado a ella), el Xiaomi Mi 11 (ES/me apetecía cambiarme de tantos años en Xiaomi), el Huawei Mate 40 Pro (ES/del que quizás me atraía más la idea de pasar al nuevo sistema operativo de Huawei que por el móvil en sí) y el Google Pixel 5.
Como ves, este último ha sido la elección final.
Por qué el Google Pixel 5
Principalmente por estos tres motivos:
- Actualizaciones aseguradas: Hasta tres años de actualizaciones del sistema asegurados (los Pixel reciben las actualizaciones antes que cualquier otro Android), y actualizaciones mensuales de seguridad. Algo que ya conté que era lo que más me atraía de la serie A de Xiaomi… antes de que Xiaomi centrase esfuerzos en su propia ROM MIUI y la abandonase.
- Cámara algorítmica: Porque de lejos, de todos los móviles anteriormente señalados, el Pixel es que el peor sensor tiene. Uno Sony de hace ya unos cuantos años, con un solo gran angular de acompañamiento para la cámara trasera, cuando ahora parece que la moda es ponerle cuatro sensores diferentes. Y, pese a todo, la cámara de Google, mediante los sistemas de inteligencia artificial y pos-procesado que incluye, hace MAGIA con las fotos. Tengo pendiente dedicarle una pieza en particular, ya que no te puedes hacer una idea lo que es, con un móvil, poder hacer astrofotografía o fotos de noche con tal detalle. Para muestra, un botón.
- Sistemas exclusivos de los Pixel: De hecho he dedicado ya una pieza a este punto en particular en el blog de CyberBrainers, analizando cómo funcionan las medidas de seguridad física que incluyen los Pixel. Cuestiones como la capacidad de automáticamente identificar que has tenido un accidente de coche, y avisar a un contacto de emergencia para pasarle tu posición; o que la batería por las noches se cargue de la forma más óptima posible para que, justo antes de que suene la alarma, tengas el 100%, y pese a ello, hayas forzado lo menos posible su amperaje; o la gestión inteligente que hace con el brillo adaptativo y el cambio de los 90hz a los 60hz según el uso que le estés dando a la pantalla, y las condiciones lumínicas de tu alrededor. Son pequeñas tonterías, que pasan desapercibidas en el día a día, pero que al final marcan diferencia entre la experiencia que tienes con cualquier otro dispositivo y un Pixel.
Vine por todo esto, pero me he quedado por algo que a priori pensaba que iba a ser negativo, y que al final me está encantando: Una diagonal de pantalla «pequeña».
6 pulgadas que ya nos parecen pequeñas
El Google Pixel 5 tiene 6″ de pantalla. Viniendo como venía de un móvil de 6,7″, créeme cuando te digo que el tamaño, y el peso, es como el día y la noche.
El móvil casi parece de juguete. El que Google siga apostando por plástico es algo que me encanta, ya que recordemos que el plástico se ensucia menos, pesa menos, se sujeta mejor (menos caídas y resbalones) y además es más barato.
Sigo sin entender esa manía que tienen ahora los gama alta de utilizar o aluminio o cristal. Puede parecerte más bonito, pero es que en todo lo demás (lo verdaderamente importante) es peor que el plástico de toda la vida.
Piensa que hablamos de un terminal de apenas 150 gramos. Para que te hagas una idea, la mayor parte de smartphones del mercado están por encima de los 200 gramos. 144,7 de altura, por 70,8 de anchura y 8 de grosor. Al ponerlo al lado del Samsung Galaxy S20 5G de Èlia, y fíjate que éste tampoco es un móvil muy grande, hace que parezca, como decía, un juguete.
Y esa misma sensación se traslada al día a día.
- Puedo utilizarlo sin problema con una mano: Sí, que parece una tontería, pero se acabó eso de tener que desencajar el dedo gordo para llegar a la otra mitad de la pantalla.
- Entra en cualquier bolsillo: Y lo mejor de todo… ¡no se siente! Supongo que la experiencia es parecida a la de las compresas con alas o sin alas, G.G
Que estoy exagerando, lo sé, pero de verdad que se nota bastante la diferencia.
Por ejemplo, para salir a correr habitualmente lo hago con pantalones de cremallera, y si no la tiene, con un adaptador para colocar en el brazo el móvil, por eso de que no me salga volando.
Pues bien, con mi Xiaomi Mi 9T llevarlo en el bolsillo era algo que claramente «lo sentías». Entraba justo en el bolsillo de deporte.
Con este Google Pixel 5, es como si no llevase nada. Pesa tan poco y es tan pequeño que da gusto.
¿Y el tema de la batería?
Llegamos así al punto candente de este tipo de debates.
Un móvil más pequeño es sinónimo de menor batería, y lo que es más importante aún, de menor autonomía.
Pese a que, en efecto, un móvil más grande tiene también mayor pantalla, y por tanto mayor consumo.
Ese extra de espacio compensa siempre el gasto extra por tener mayor diagonal. De ahí que generalmente sean los móviles más grandes los que ofrecen mayor autonomía.
Pues con este Pixel 5, y por ahora, no tengo queja.
Y no la tengo porque de alguna extraña manera, los de Google han conseguido meter 4.000 mAh en ese diminuto tamaño. Hay móviles con bastante más diagonal y grosor que tienen los mismos miliamperios… Sin ir más lejos, el Xiaomi Mi 9T que comentaba antes.
Eso unido a Android Stock (lo más limpio que puede ser un Android), a toda la inteligencia que tienen dentro los Pixel para optimizar procesos, a la decisión de meterle un procesador de la serie 700, que consume menos que los 800 que montan la mayor parte de buques insignia…
Quitando los primeros días que, como es normal, viví con el móvil en la mano, ahora mismo, por ejemplo, que estoy escribiendo este artículo y son las 13:53, tengo un 92% de batería aún.
Tranquilamente puedo cargar el móvil cada dos días sin problema.
Así que, con todo esto dicho, me retracto.
- (Re)bienvenidos sean los móviles con una diagonal comedida (porque llamar pequeña a una diagonal de 6″ puede parecernos normal ahora, pero claramente no lo era hace unos años).
- (Re)bienvenidos esos escasos móviles «pequeños» que salen a la venta hoy en día, porque al menos dan opción a que quien quiera pueda tener un móvil más manejable.
Más grande no siempre es mejor. Y éste creo que es un buen ejemplo.