¡Toma pareado! 82 centímetros de ancho. 82 centímetros de puro placer.
Llevaba algún tiempo con ganas de realizar un cambio en mi despachito. Hasta ahora he trabajado con el iMac como ordenador principal, dejando el HP Spectre como secundario para aquellas labores del día a día en las que OS X se queda corto (como curiosamente pasar a PDF un documento Office…).
Mi iMac, como seguramente sepa, tiene ya unos añitos (7 si mi memoria no me falla), y ese es el problema. El “pequeñín” funciona a las mil maravillas en cuanto a integridad (ni un susto me ha dado en todo este tiempo, que se dice pronto), y sigue pudiendo actualizarse como el primer día. Pero es lento.
Cuando lo apago (una vez a la semana, más o menos), tengo que esperar unos 20/30 minutos a que cargue nuevamente todo y sea funcional. Sin olvidar que de vez en cuando le dan pequeños achaques (del tipo, en vez de tardar 5 segundos en abrirte esta página, tardo 25 y me quedo tan ancho).
No es algo realmente crítico, pero sí es verdad que a lo largo del día puede llegar a ser desquiciante para alguien tan maniático de la productividad como es el que escribe.
Mi tiempo vale oro (sic), y me frustra mucho tener que esperar aleatoriamente a realizar una acción específica, más cuando al lado tengo ese convertible con un i5 de quinta generación y SSD que sencilla y llanamente vuela. Pero claro, aunque la opción táctil es un verdadero puntazo para según qué cosas, en una pantalla de 13 pulgadas no se trabaja todo lo cómodo que me gustase.
Así que le estaba contando que tenía en mente varias alternativas.
- La primera era hacerme con un nuevo PC, y ya de ponernos, invertir un poco en el hardware. Si iba a vender el iMac, lo suyo era que por lo menos tuviera PC para unos cuantos años. Y eso se materializaba en unos 1000-1500 euros a lo que habría que sumar la pantalla. Pero también significaba perder acceso a OS X, y ya sabe que me gusta tener a mano cuantas más opciones posibles.
- Así que me plantee que lo mismo lo que me pedía el cuerpo, más que modificar la maquinaria, era el medio de interacción con el software. La pantalla, a fin de cuentas.
Y navegando por Amazon lo vi claro: Quería una pantalla ultrapanorámica.
Índice de contenido
Aventuras y desventuras con el cambio
Haberlas haylas de muchos colores (y precios), pero por limitaciones de mi maquina, necesitaba algo que NO fuera 4k (lo veo un gasto económico y de procesamiento absurdo hoy en día), que trabajara a 21:9 y que el precio no se disparase a los 800 que suelen costar.
Al final me decidí por la LG 34UM67-P, un monitor IPS de 34″, con resolución 2560×1080, que está estos días al teórico 32% de descuento en Amazon España (YA NO ESTÁ DISPONIBLE, pero LG ha sacado otro bastante mejor a un precio semejante (ES)). Y digo teórico, porque lo he encontrado por ahí 30 euros más barato, pero pedido a una página de “vaya usted a saber cuándo me llega y qué garantía tengo”.
Un día para darle vueltas al asunto, un par de clicks para meterlo en la cesta y darle a enviar, y al día siguiente lo tenía en casa gracias al casi milagro de Amazon Prime (ES/por cierto, enlace para probarlo gratuitamente :)).
Trasladé el iMac a la esquina izquierda, dejando los 80 cms que sobran para meter este mastodonte de 34″, conectado por HDMI (viene con él, por cierto) al portátil, al que ya de paso le he conectado un disco de 2TBs que me compré por necesidades del guión en California.
Me plantee probarlo intensivamente durante una semana y ya decidir si me lo quedaba o lo devolvía. Y curiosamente me ha coincidido primeros de mes (ergo informes mensuales y semanales de por medio), con algún que otro trabajillo de desarrollo extra, por lo que puedo estar tranquilo que cubre con creces todo lo que esperaba que cubriese.
Esta segunda semana ya se ha vuelto un must, y creo que al igual que en su día me pasó con los phablets, no concibo volver a trabajar en un ordenador si no es con una pantalla ultrapanorámica.
Han salido problemas, por supuesto. El que más me jode es que por defecto mi convertible bloquea el teclado cuando se da cuenta que la pantalla la has girado más de 180 grados. Algo totalmente normal (¿quién en su sano juicio más que un servidor querría modificar esto?), pero que se vuelve un pequeño lastre al tener que dejar el portátil como ve en la imagen principal de este artículo, pese a que por poder podría recoger su pantalla para que quedase totalmente oculta bajo el teclado.
Me puse en contacto con el soporte de HP, y parece que a nivel de cliente no puedo hacer nada. Es así y punto, así que toca aceptarlo si quiero disfrutar del resto de beneficios, que son muchos, como podrá observar.
Cómo se vive (y trabaja) en un formato de 21:9
Mucho mejor que en los clásicos 18:9, ya ni hablemos de los 4:3 de antaño.
La ventaja principal es la capacidad de poder trabajar a doble pestaña.
Para profesionales digitales como un servidor, esto supone una deliciosa mejora en la productividad, al tener en un lado la parte operativa (donde estás trabajando), y en el otro la informativa (documentación, fuentes de información,…).
Tanto para realizar análisis de volúmenes de información, como para escribir en un blog o programar. El que en Windows 10 con solo arrastrar hacia un lado una ventana esta se abra a mitad de pantalla lo hace aún más cómodo, pero por si el SO que usamos no tuviera esa opción, da la casualidad que este monitor incluye su propia función de escritorios (Split 4-Screen, la llaman), así que no hay escusa.
Ver en Youtube (EN)
Es una gran opción también para aquellos que le damos al diseño y la maquetación, habida cuenta que el SRGB (el espacio de color estándar, para los profanos) cubre un espectro del 99%. Cosa que no suele ocurrir en la mayoría de monitores, y que ayuda mucho cuando tienes que montar algo cuyos colores tienen que coincidir con los que tendrá realmente cuando el producto se imprima.
Incluye además una reducción inteligente del parpadeo que se supone hace cansar menos la vista (importante de nuevo para los que pasamos muchas horas delante de la pantalla), un control dinámico de los negros (al cual dedicaré su espacio un poco más abajo), puede llegar a funcionar a 75 hz (si tu ordenador lo permite, y únicamente mediante DVI) y podríamos llegar a conectarle dos entradas (dos ordenadores, un ordenador y una consola, un ordenador y una entrada de televisión,…) que ya se encarga de colocar a doble pantalla.
Esto último no es algo que un servidor por ahora vaya a utilizar (generalmente no consumo contenido audiovisual en el despacho, que para eso tengo en el salón una pantalla de 42 pulgadas y mi querido chromecast). Podría conectar el iMac y así tener en la misma pantalla OS X a “doble pantalla” y Windows, aunque ya me parece excesivo. Aún así, entiendo que es un añadido que para según qué tipo de usuario quizás venga genial, pudiendo ver la televisión mientras hacemos algo en el ordenador, por ejemplo.
¿Cómo se comporta una pantalla ultrapanorámica con videojuegos?
Llego así a la pregunta que muchos se estarán haciendo.
Si bien para el trabajo que desempeño esta pantalla es perfecta, para videojuegos tiene sus pros y sus contras, aunque reconozco que estos últimos no son culpa exclusiva de ella.
A saber, lo más importante es tener en cuenta que hay muchos juegos que no están preparados para trabajar en ultrapanorámico, y por tanto, se apañan como pueden:
- Algunos simplemente meten las barras negras laterales para encajar correctamente en el centro la acción, como le pasa al Resident Evil: Revelations que muestro bajo estas palabras.
- Otros recurren a ocupar todo el ancho, a sabiendas que perdemos algo de profundidad hacia arriba, como pasa con el DeadSpace 3.
- Otros, en cambio, sí están preparados, y permiten al jugador disfrutar de toda la experiencia esperable en una pantalla de este tipo. Tiene un ejemplo en la imagen superior.
Esto se vuelve todavía más crítico en aquellos juegos donde la acción y la visibilidad es más importante. Simuladores de vehículos como Gran Turismo o Project Cars apuestan por aprovechar esos márgenes extra para deformar la imagen y recrear un falso movimiento de velocidad que es una verdadera gozada. Otros, como el WoW, te permiten tener un ángulo de vista más amplio, y esto para PVP resulta muuuuy interesante.
La LG 34UM67 viene con algunos añadidos dirigidos al mundo gamer, como es la compatibilidad con FreeSync (EN), una tecnología de refresco que se encarga vía software de asegurarse que tanto la tarjeta gráfica como el monitor trabajan a la misma velocidad, lo que evita las típicas disonancias en secuencias y el bajón drástico de FPS. En mi caso no lo he podido probar (necesitas tener una tarjeta compatible y conectar el monitor vía DVI), pero seguramente sea un punto trascendente para aquellos que compran un monitor de estos con la idea central de dedicarlo a los videojuegos.
El temido blacklight bleeding (exceso de luz por la retroiluminción del panel LED, que se nota cuando vemos, por ejemplo, una escena oscura de una película con una capa blanquecina, sobre todo en las esquinas del monitor) está también controlado dinámicamente, como comentaba con anterioridad, y se agradece sobre todo en entornos de poca luminosidad (survival horror, por ejemplo).
Y por supuesto, cuenta también con varios modos de visualización distintos, navegable mediante un menú controlado por un botón joystick oculto bajo la pantalla que permite adaptar la mayoría de configuraciones que un usuario querría realizar, pudiendo guardar perfiles específicos para aplicarlos más rápidamente según el entorno en el que estemos.
Conclusiones
Es, en definitiva, una gran compra, tanto para los que lo vamos a utilizar para trabajar, como para aquellos que buscan un monitor gamer.
Se le puede echar en falta que no sea curvo (solo por esto el precio sube unos 400-500 euros), que no sea 4k (para mi gusto esto es un beneficio, pero habrá gente que lo vea como una desventaja), pero cubre fenomenalmente la mayoría de casuísticas de un entorno profesional (para profesionales de la información, para diseñadores, para efectos especiales, para desarrollo,…) y de un gamer, sea hard, o como en mi caso, un mero aficionado.
Puntos positivos
- Precio: De los más económicos del mercado a una calidad/precio (ES) más que aceptable.
- 21:9: No contemplo ya trabajar en un formato distinto a 21:9, y eso que llevo solo un par de semanas…
- Todoterreno: ¿Eres desarrollador? ¿Diseñador? ¿Analista? ¿Funcionario? ¿O solo buscas un buen monitor para jugar? Este monitor se adapta a cualquier necesidad.
Puntos negativos
- No es curvo: Algo que podríamos echar de menos, pero que también encarecería muchísimo el producto.
- Resolución Full-HD: Como comentaba, para un servidor es más un beneficio que un punto negativo, pero lo comento igualmente. Correr un 21:9 a 4k requiere un gasto de procesador y tarjeta considerable. Algo sobre lo que en mi caso no ando sobrado. Y la mayoría de software (y muchos juegos y contenido) no está aún preparado para resoluciones 4k.
Realizar este tipo de artículos me lleva varias horas, y en algunos casos, gastos extra que habitualmente suplo de mi bolsillo, o gracias a esa comunidad de patronos que me apoyan realizando donaciones puntuales o periódicas.
Si le gustaría ver más de estos tutoriales y análisis por aquí. Si el contenido que realizo le sirve en su día a día, piense si merece la pena invitarme a lo que vale un café, aunque sea digitalmente.
Buenas Pablo,
Genial artículo y genial monitor, muy buena compra. Lo del portátil que se desactive el teclado al colocarlo en mas de 180 grados: ¿Te has planteado utilizar un teclado externo? Yo en mi escritorio tengo el portátil conectado a una pantalla que, aunque más pequeña y antigua (es para uso temporal de un año), me da un buen servicio en el formato panorámico con sus 24″. Aparte tengo el ratón externo (básico, que con el touchpad…), y un teclado. De ésta forma, yo que no tengo otra máquina, tengo el portátil en posición que me permite usar su pantalla de 15″ junto a la grande, convertida en principal. Utilizo ésta pantalla para temas secundarios: tener el correo visible, una pestaña del navegador con información sacada a ventana, etc. Y a parte puedo colocar el teclado en la posición que más me convenga.
Un saludo!
No es mala idea. Aunque también es verdad que eso haría tener que meter otro dispositivo encima de la mesa, y como ves, ya la tengo bastante llenita (soy de tener mientras menos cosas mejor).
En todo caso, me lo pensaré. Muchas gracias por el feedback Rubén. Y yo también trabajaba de la forma que comentas en Telefónica I+D, aunque la pantalla de 24″ la tenía en vertical para trabajar más cómodo con código :).
Si, en el trabajo tengo dos pantallas grandes, de 24 y de 22, pero las tengo en horizontal, personalmente no me gusta el modo vertical. Sí que tengo compañeros con una de cada, pero claro, depende de tus preferencias, yo no me apaño ^^.
¿y eso de que el portátil con la pantalla táctil no puedes limpiarla con la mano? A veces es un poco… xD
Bueno, en teoría ninguna pantalla deberías limpiarla con la mano. Más que nada porque la mano de limpia tiene más bien poco jajajaj.