mi band 3

[ACTUALIZACIÓN] Aunque haré la comparativa entre la MiBand 3 y la 2, este artículo aplica perfectamente para la Xiaomi MI Band 4 y la 3.


Llevaba tiempo con ganas de hacer esta review. Hoy por fin puedo publicarla.

He estado probando estas últimas semanas la Xiaomi Mi Band 3 (ES). La propuesta del gigante asiático por seguir acaparando las listas de wearables más vendidos en todo el mundo. Llevo utilizando las pulseras de Xiaomi desde que sacaran la primera Mi Band, y en todo este tiempo, quitando pequeños lapsos en los que he estado probando otros productos, tengo que decir que sigue siendo hoy en día la mejor opción que hay en el mercado en cuanto a calidad/precio. Que como veremos a lo largo de la review, creo que tiene una serie de grandes ventajas y alguna que otra debilidad.

No me enrollo más, que esta pulsera a estas alturas no creo que necesite muchas más presentaciones.

Empezamos.

mi band 3 uso

¿Qué ofrece la Xiaomi Mi Band 3 a nivel de hardware?

Básicamente estamos ante una pulsera cuantificadora cuyo precio suele oscilar, según la tienda y oferta que haya en el momento, entre los 20 y 45 dólares en el mercado.

Por este precio el usuario obtiene un wearable que en efecto es capaz de cuantificar pasos, ritmo cardíaco, sueño, y una serie de funcionalidades, la mayoría ya presentes en su modelo anterior, y que veremos más adelante en mayor detalle.

En sus tripas estamos ante una pulsera que frente a la versión anterior esta vez cuenta con pantalla táctil, un diseño más redondeado y un aumento de mAh en la batería, pasando de los 70mAh de la Xiaomi Mi Band 2 a los 110mAh de la Mi Band 3.


Ahora bien, hay que dejar claro que esto no se va a ver reflejado en la autonomía. Mayor pantalla, y táctil, significa mayor gasto, así que la compañía sigue dándole una autonomía promedio de 20 días, y por lo que he visto hasta ahora, rondará, según las funcionalidades que tengamos activas y el uso que le demos a la pantalla, alrededor de esas tres semanas.

Con la lectura de ritmo cardíaco a intervalos continuamente activada, con las notificaciones del móvil, con el registro de sueño y actividad, dudo mucho que un usuario llegue tan siquiera a esas tres semanas (yo no lo he conseguido, vamos). Sin embargo, solo con quitar la lectura de ritmo cardíaco (la haces tú cuando quieras) seguramente ganas alrededor de cuatro o cinco días extra de carga. Si como un servidor tampoco tienes muchas notificaciones en el móvil (como ya he explicado en profundidad, lo único que quiero que me avise un wearable es cuando me llaman, y en el caso de la Mi Band lo tengo configurado para que esa vibración y alerta me salga 3 segundos más tarde que el momento en que llega la llamada, por lo que en la práctica muchas de las veces ni tan siquiera se activa), todavía más. Aún así, ni de lejos es capaz de llegar al mes, mes y medio que he llegado a ver con versiones anteriores. Mayor funcionalidad, como no, requiere mayor gasto energético. Y el aumento de la optimización energética de la batería no evoluciona al mismo ritmo.

Otro de los cambios, que al menos en mi caso sí cobra bastante importancia, es que pasamos de una garantía de uso en agua enfocada a salpicaduras (lo que suelen decir que es sumergible a 1 metro) a otra basada en el estándar IP67, que asegura que el dispositivo es sumergible hasta a 50 metros.

Yo aquí tengo que decir que he entrenado durante años en piscina varios días a la semana con las versiones anteriores y siempre he acabado cambiando la Mi Band por un modelo superior, no porque se estropease. Pero vaya, que con la Mi Band 3 han mejorado su protección, así que si ya las anteriores no daban problemas en este sentido, con esta deberíamos estar más que tranquilos. Añadiendo de paso que ahora sí voy a poder utilizarla en submarinismo, jeje.

Para terminar, el punto más conflictivo de la pulsera. Existen dos versiones en el mercado: Con y sin NFC.

¿Compramos la versión con o sin NFC?

Yo he estado probando ambas versiones  (con y sin NFC). La que se vende fuera de china es sin NFC. 

De hecho con la que al final me he quedado es con la versión NFC, que es la última que me han enviado, y precisamente había pedido ya que quería comprobar si en efecto se podía o no utilizar para emitir pagos o identificarse vía NFC con otros servicios europeos.


En China se sabe que Xiaomi ha llegado a un acuerdo con Ali Pay, que es a fin de cuentas la gran plataforma de pagos móviles. Pero en España y en la mayoría de países occidentales Ali Pay no opera.

Algunos usuarios por foros aseguran que en efecto han podido hacer pagos en gasolineras y supermercados como Mercadona. Y mi experiencia es que con la aplicación oficial NO es posible a día de hoy (enero del 2019) utilizar el NFC para nada. En los ajustes de la aplicación aparece la opción, pero si pulsamos nos dice que no está disponible para nuestra región.

Ahora bien, con apps no oficiales parece que sí es posible utilizarlo como sistema de identificación (gimnasios, oficinas, supermercados, cerraduras electrónicas), y de hecho hay ya por ahí pululando una versión beta del firmware para la Mi Band 3 con NFC en español .

Porque esa es otra. La Mi Band 3 con NFC está enfocada al mercado chino, así que aunque tú tengas Mi Fit en español, la información que muestra en pantalla viene en mandarín.

Para cambiar el idioma al español hay que utilizar una aplicación de terceros y descargarse esta beta (en este vídeo (ES) explican los pasos, que en unos 10 min lo tienes todo hecho). Supongo que esto es cuestión de tiempo, y conforme ya implementen y lleguen a acuerdos con entidades y servicios de NFC fuera del país de origen, las próximas actualizaciones cambiarán el idioma automáticamente al de la región.

xiaomi mi band 3 diferencias

¿Que novedades hay a nivel de funcionalidad?

La verdad es que bastantes.

Descontando el tema de pagos móviles y acceso a servicios vía NFC (por ejemplo paso de controles en gimnasios u oficinas que cuentan con terminales de acceso mediante este protocolo), lo cierto es que la Xiaomi Mi Band 3 incluye algunas funcionalidades extra que sí me han parecido interesantes.


A saber:

  • Interfaz con mayor información: Es la primera y más obvia. Mayor pantalla significa mayor acceso a información. Ahora podremos consultar mensajes de WhatsApp y el resto de aplicaciones desde la propia pantalla, así como saber quién nos está llamando (la anterior versión solo mostraba una llamada entrante), el clima para hoy y los próximos días… Es un salto adelante que estaba claro que tenía que llegar a la Mi Band, ya que actualmente casi todas las pulseras cuantificadoras del mercado ya lo ofrecen.
  • Modo nocturno: Puede parecer una obviedad, pero al menos que yo me haya dado cuenta, la versión anterior no contaba con el modo nocturno. Es decir, con que el dispositivo de forma inteligente, o en base a un horario establecido por el usuario, reduzca el brillo de la pantalla para no resultar molesto cuando hay poca luz. Lo que sí ofrecía era el No Molestar en horario nocturno. Algo genial, sobre todo, cuando miras la hora estando en la cama.
  • Bloqueo de pantalla de la pulsera: Otro de los añadidos que ahora cobra mayor sentido, habida cuenta de que estamos ante una pantalla táctil, y no solo un botón táctil (ergo, mayor espacio de exposición), como ocurría en el caso anterior. Podemos bloquear la pantalla para evitar clicks no buscados, y para desactivar el bloqueo basta con deslizar el dedo hacia arriba. Fácil, sencillo y útil.
  • Cronómetro: Sí, hasta la Mi Band 3 la pulsera de Xiaomi no contaba con cronómetro. O al menos, no con una funcionalidad genérica como esta, aunque es cierto que podíamos definir una actividad deportiva y con ello obteníamos acceso a algo parecido. Una de las cosas que más he demandado, ya que resulta crítico a la hora de realizar ejercicio.

La usabilidad con una pantalla táctil cambia radicalmente hacia mejor. Antes solo teníamos dos opciones (pulsar el botón o dejarlo pulsado). Ahora además de ese botón táctil podemos recorrer las diferentes opciones del menú mediante movimientos de arriba a abajo (navegar entre elementos del menú) y de izquierda a derecha (entrar en cada una de las funcionalidades o informaciones de cada elemento del menú). El botón queda entonces únicamente para activar/desactivar funciones tales como un periodo de ejercicio, el cronómetro, volver atrás…

Curiosamente, no he encontrado la opción dentro de la aplicación móvil de configurar qué queremos que nos muestre la pantalla de la Xiaomi Mi Band 3 y qué no (EDIT: Sí la tiene, fallo mío). Es cierto que ahora esto ya no es estrictamente tan necesario (al contar con pantalla táctil podemos recorrer el menú de forma muy sencilla), pero quizás a mi, para el uso que le doy, preferiría tener más a mano (a un deslizamiento, y no a dos, por ejemplo) la actividad deportiva, intercambiándole el espacio con el pronóstico del tiempo.

xiaomi mi band 3 pantalla

¿Merece entonces la pena hacer el cambio?

Mi corolario es que aunque es una evolución claramente a mejor, echo todavía en falta algo más. Cuando la versión con NFC sea compatible con los principales bancos del país, voy a recomendar por activa y por pasiva cambiarla, y por supuesto un servidor hará lo mismo.

Pero si ya tenemos una Mi Band 2 que funciona bien y no echamos en falta cosas tales como el tema de notificaciones, el cronómetro o el contar con una interfaz táctil, a nivel puramente de operatividad diaria la Mi Band 2 sigue siendo más que competente.

Eso sí, de cara a hacerse con una pulsera cuantificadora nueva para todos aquellos que no tenéis aún una, sin lugar a duda me decantaría por el modelo de este año. No tiene, de hecho, sentido hacerse con el modelo anterior, habida cuenta de que por apenas 5-8 euros más tendremos lo mismo pero mejorado. El wearable más vendido de la actualidad, y sin lugar a duda el que va a volver a ser otro año éxito de ventas en Navidades.

Puntos positivos

  • De lo mejorcito en calidad/precio: Empieza a ser la tónica en la mayoría de productos de Xiaomi. Me cuesta muchísimo no recomendar la Xiaomi Mi Band 3 frente al resto de la competencia, ya que a igual funcionalidad, esta pulsera cuesta entre dos y cuatro veces menos.
  • ¿NFC?: La gran incógnita. A día de hoy puedo asegurar que no se puede utilizar para hacer pagos, y de hecho en principio (con la aplicación oficial, que con otras de terceros sí es posible) tampoco podemos utilizar el NFC por un bloqueo por región. Pero es cuestión de software que lo incluyan, ergo de tiempo.
  • Interfaz, batería y funcionalidades: La pantalla táctil, la protección IP67, el cronómetro, el pronóstico del tiempo, el modo no molestar/nocturno, el registro de sueño y actividades deportivas… Es de las pulseras más completas del mercado. Con una batería que, sin llegar a la salvajada de las primeras versiones, sigue estando por encima de casi todo lo que hay a la venta.

Puntos negativos

  • El gasto energético: El contar con pantalla táctil, unido a todas las funcionalidades (opcionales) que podemos activar, hace que pese a tener mayor batería solo podamos aspirar a tres semanas de autonomía. Superior, como decía, a casi todos los wearables del mercado, pero lejos del mes o incluso mes y medio que una Xiaomi Mi Band 2 puede llegar a ofrecer con un uso comedido.
  • ¿NFC?: Lo mismo que decía antes. Por 10 euros más estás pagando por una funcionalidad que entendemos tarde o temprano será compatible en nuestros países. A día de hoy solo sirve para parearla con su identificador en un gimnasio, en un servicio de transporte público o en una oficina/casa, y eso sin soporte de la app oficial.

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